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Las acciones afirmativas son una parte fundamental de la lucha por garantizar los derechos político-electorales de mujeres y grupos sociales discriminados.

 

Vergonzosamente el Estado de México es una de las 2 entidades de todo el país[1]que no cuenta con acciones afirmativas como las que el INE y otras entidades han implementado para personas indígenas, personas con discapacidad, afromexicanas, personas de la diversidad sexual, migrantes y residentes en el extranjero.

 

Ante los resultados que el INE logró en el Proceso Electoral Federal 2020-2021 con la incidencia e impulso por parte del Consejo General de la paridad de género al resaltar que de las 4,378 candidaturas de Mayoría Relativa postuladas a alguno de los 300 distritos federales las mujeres representaron el 58.9%, mientras que los hombres el 41.1%, lo que se vio reflejado directamente en la conformación de la Cámara de Diputados siendo ésta la más paritaria en la historia pasando de 48.20% de mujeres en su integración a 49.60%, y lo mismo con las acciones afirmativas para grupos de atención prioritaria, en el Estado de México no existe opción para no cumplir con los principios constitucionales que tutelan el reconocimiento de la composición cultural del país y con ello el ensanchamiento de la representación de éstos grupos que históricamente no han estado representados.


Las acciones afirmativas son “una medida compensatoria para situaciones en desventaja, que tienen como propósito revertir escenarios de desigualdad histórica y de facto que enfrentan ciertos grupos humanos en el ejercicio de sus derechos, y con ello, garantizarles un plano de igualdad sustancial en el acceso a los bienes, servicios y oportunidades de que disponen la mayoría de los sectores sociales. Este tipo de acciones se caracteriza por ser: temporal, porque constituyen un medio cuya duración se encuentra condicionada al fin que se proponen; proporcional, al exigírseles un equilibrio entre las medidas que se implementan con la acción y los resultados por conseguir, y sin que se produzca una mayor desigualdad a la que pretende eliminar; así como razonables y objetivas, ya que deben responder al interés de la colectividad a partir de una situación de injusticia para un sector determinado”[2]

 

Antes de que inicie el próximo proceso electoral, el IEEM está obligado a aprobar acciones afirmativas. Hay que tener claro que de materializarse no debemos hablar de un logro sino del cumplimiento a una omisión en la que, si bien se llega tarde, como diría el dicho: más vale tarde que nunca, estaremos cumpliendo con nuestra misión como institución electoral.

 

En el tema de la paridad habrá que revisar el lineamiento y hacer los ajustes correspondientes.


[1] La otra es Tamaulipas

[2] Jurisprudencia TEPJF 30/2014

Se puede decir que el Estado de México tuvo una jornada electoral que cumplió en gran medida con el cometido de las elecciones, instaló poco más de 20 mil casillas, capacitó a nuestros y nuestras vecinas quienes nos entregaron la boleta electoral, nos colocaron el líquido indeleble, marcaron nuestra credencial y contaron nuestros votos, también se contó con la verificación del PREP por parte del INE, la ejecución del conteo rápido que a diferencia de la elección del 2017 en esta ocasión no lo hizo el IEEM sino el INE al igual que el desarrollo del PREP casilla que tampoco se llevó a cabo en esa elección altamente cuestionada y a partir de 2018 el IEEM lo ha realizado en las elecciones que ha organizado, se suma la materialización del voto de mexiquenses en el extranjero de forma virtual, presencial y con el envío de la boleta así como actividades coordinadas de participación ciudadana que vale la pena estudiar de fondo pues el 50% obtenido ha sido una constante en elecciones para elegir gobernador en 2005, 2011 y 2017.

 

Casi en la recta final de este proceso electoral las preguntas obligadas son ¿Ahora, qué sigue? ¿Qué tendría que hacer el Instituto Electoral del Estado de México? ¿Cuál es el balance que hace?

 

El IEEM, en efecto, como institución pública está obligada a realizar una autorreflexión y también una seria y formal evaluación de la forma en la que tomó decisiones y de los resultados que tuvo en la organización de la elección donde solo hablamos de una sola boleta, a diferencia de lo que ocurrirá en el siguiente proceso electoral que está ya a la vuelta.

 

Es evidente que uno de los trabajos inmediatos es evaluar el trabajo de las áreas directivas del instituto mediante metodologías que permitan darnos elementos objetivos del cumplimiento o incumplimiento de sus responsabilidades, dar cuenta de los errores que deben ser corregidos de inmediato.

 

Otro es desde ahora, comenzar a revisar el Reglamento de órganos desconcentrados que proceso tras proceso las consejerías hemos modificado en aras de contar con órganos que realicen su trabajo con integridad electoral pero que lamentablemente no hemos, insisto, erradicado la endogamia que existe en su conformación que es dañina para el Instituto y excluyente con la ciudadanía, lo mismo que la conformación de las consejerías a nivel distrital cuyo método de sorteo poco abona en los procesos democráticos.

 

Es claro que las acciones afirmativas para grupos históricamente discriminados: ciudadanía afromexiquense, de la diversidad sexual, indígenas, migrantes y con alguna discapacidad ya no pueden esperar, nuestra entidad es una de las dos entidades de todo el país que no tiene ninguna.

 

La autorreflexión de quienes integramos el colegiado nos debe encaminar pronto a evaluar la organización y tomar las decisiones correspondientes.

Martes, 06 Junio 2023 09:00

Los retos de la gobernadora

Esta elección, sin duda alguna, marca un parteaguas en la historia del Estado de México porque hoy es real que una mujer arribará al gobierno como dirigente de Estado y no solo como parte del gabinete, algo impensable en décadas anteriores.

 

La alternancia política en nuestro país se ha vuelto cada vez más común en todas las entidades y en todos los niveles de gobierno, en el caso del Estado de México el pasado domingo 4 de junio la ciudadanía marcó el rumbo de la entidad para los próximos 6 años al decidir quién estará al frente del poder ejecutivo.

 

Después de 9 décadas donde el poder ejecutivo solo fue ocupado por hombres, con un porcentaje del 48.89% de participación ciudadana, la entidad mexiquense será gobernada por una mujer que enfrenta desde ahora la nada sencilla tarea de dar solución a los problemas que aquejan a la ciudadanía, entre los que destacan: los feminicidios, la justicia pronta y expedita que exigen mujeres y hombres que no solo no cuentan con sentencias sino que en su cotidianeidad son vulnerados y vulneradas sin denunciar en muchas ocasiones por la ineficacia que existe en la impartición de justicia quedando impunes miles de faltas y delitos de todo orden.

 

Está también la generación de empleos, la atención a las personas que viven en pobreza y pobreza extrema, así como la atención a grupos históricamente vulnerados como son las comunidades indígenas, la comunidad de la diversidad sexual, las personas con alguna discapacidad, los afromexiquenses y la comunidad que tuvo que migrar al extranjero por falta de condiciones para quedarse a vivir en sus municipios, sin dejar de mencionar los temas del crimen organizado que también están presentes.

 

Hay una gran expectativa en la integración del gabinete, si se da cumplimiento a lo expresado en campaña se podrá ver una reestructuración institucional y sistémica con un gabinete representativo de todo el Estado de México, en el que se deje a un lado el patrimonialismo geográfico que dé paso a la representatividad de la multiplicidad de creencias, de preferencias y de causas.

 

El lunes 5 de junio los diarios nacionales y locales dieron cuenta del momento histórico, el conteo rápido cumplió su finalidad y despresurizó la efervescencia política, a la par el Instituto Electoral del Estado de México continuará con el desarrollo de los cómputos distritales, así lo marca la ley.

 

Mientras ello sucede los partidos políticos y actores ya se encuentran inmersos en la dinámica del proceso electoral federal 2024 y por supuesto del local en tierra mexiquense, donde 125 ayuntamientos serán renovados y la totalidad del Congreso local; sería acertado se analizara el porcentaje de abstencionismo, que hay que decir no es exclusivo de este proceso electoral donde se renovó la Gubernatura.

A pocos días de haberse desarrollado el segundo debate es pertinente siempre hacer un análisis que nos permita saber si cumplimos o no. De un monitoreo a notas nacionales se observa que medios como Reforma, Milenio y el Financiero dejaron ver que hubo insatisfacción, sus primeras planas tuvieron comentarios como que “el último debate fue un fracaso”, otro fue “poco debate y algunos raspones” o que “estuvo más aburrido que ver crecer el pasto.”

 

El IEEM cumplió en la parte organizativa, pero hay que ser autorreflexivos y saber que un gran número de ciudadanía no quedó satisfecha; con la experiencia adquirida es claro que en las próximas ocasiones hay que hacer todo lo contrario a lo que rigió la organización de estos 2 pues incluso los medios locales refirieron algo similar. El gran acierto fue contar con una moderadora mexiquense.

 

Tantos temas en poco tiempo no permitieron que se gestara un debate en lo que su esencia es. Es cierto que hay personas que más que preguntar y pretender conocer las propuestas de ambas candidatas viven al dia, sorteando cubrir las necesidades más básicas y elementales como es comer, vestir o no enfermar pues morir también implica un gasto que en muchas ocasiones es imposible incluso cubrir.

 

Pero ese tema el de la Pobreza, palabra que, a una gran mayoría, poco o nada interesa o que es mejor no considerarla ni siquiera en el pensamiento porque a muchas personas les provoca sentimiento de rechazo o consideran que los pobres son un gran problema, tal como Adela Cortina lo describe en Aporofobia. Es un tema que a la ciudadanía le hubiera sido útil saber cuáles propuestas tenían las candidatas y confrontar la forma en la que consideran erradicarla.

 

En el Estado de México, si consideramos los índices de pobreza en años 2005, 2015 y 2021 nos daremos cuenta de que los municipios que se encontraban en pobreza en 2005 siguen estando en ella en 2021, o incluso han pasado a extrema pobreza.

 

De acuerdo con el Coneval, en 2005 la pobreza se logró medir en alimentaria, de capacidades y de patrimonio en donde los 10 municipios que se encontraban en estas calidades eran: San José del Rincón con una pobreza alimentaria que alcanzaba al 57.7% de su población, pobreza de capacidades el 67.4% y patrimonial el 85.9% seguido de San Felipe del Progreso, Sultepec, Tlatlaya, Villa Victoria, Donato Guerra, Villa de Allende, Ixtapan del Oro, Temoaya y Amanalco, todos con un alto grado de rezago social.

 

En 2010 vemos los mismos municipios y se suman Zumpahuacán, Temascalcingo, Luvianos, Zacualpan y Tejupilco con porcentajes todos ellos del 73.5 al 84.1 de pobreza y de 48.7% varios de ellos también en pobreza extrema. En 2020 todos los municipios mencionados continúan estando en pobreza y pobreza extrema.

 

El debate que se celebró era un espacio idóneo para que las candidatas explicaran el plan que tienen para comenzar a atacar este mal que aqueja a un número importante de personas. La pobreza es inaceptable.

“Soy un eslabón de la cadena y la cadena no se rompe aquí”

Francia Márquez

 

Resulta paradójico pero real que las Mujeres mexiquenses en esta elección representen a un sector de la sociedad fundamental para decidir quién será la próxima Gobernadora y que a su vez sea el género que más vulneraciones a sus derechos humanos ha padecido por décadas.

 

Las dimensiones son las siguientes: en el Estado de México habitamos poco más de 16 millones de personas de las cuales el 52% somos mujeres, nuestro padrón electoral es de 12 millones 691,751personas, 52.42% mujeres y la lista nominal que son quienes cuentan con credencial para votar y podemos ejercer nuestro derecho el próximo 4 de junio en las 20,433 casillas que se instalarán somos 6 millones 647,702 mujeres, el 52.44% nada más 618,779 más mujeres que hombres.

 

Por ello un cuestionamiento obligado para las candidatas Alejandra del Moral y Delfina Gómez ha sido el tema de género y en la página del Instituto Electoral del Estado de México en el apartado de “Conóceles”, se pueden ver las propuestas que las candidatas ofrecen al electorado para dar solución a este tema que sin duda, ha dejado heridas profundas en familias completas que además se enfrentan en muchas ocasiones no solo a la pérdida de sus vidas, de sus hijos e hijas y familiares sino también a la persecución, la discriminación, la desigualdad estructural que impacta en todos los ámbitos de su vida y peor aún, al déficit en materia de justicia.

 

De acuerdo con cifras del INEGI el Estado de México no solo ocupa el número 1 en feminicidios, sino que es la entidad donde las mujeres de 15 años y más hemos experimentado mayor violencia a lo largo de nuestra vida con un 78.7%.

 

Además de haberse declarado la alerta de género en nuestra entidad desde el 31 de julio de 2015 por violencia feminicida, hay un hecho grave que es la ausencia de denuncias, a pesar de existir actos violentos contra las mujeres la gran mayoría no denuncian y cuando se denuncia existen expresiones de desaprobación, molestia y en algunos casos cercanía con autoridades que lejos de imponer justicia conciertan con los perpetradores de la violencia.

 

A pesar de que la ley ya contempla qué es la violencia de género, los diversos tipos como son: psicológica, física, patrimonial, económica, sexual, así como las modalidades: familiar, laboral y docente, en la comunidad, en el noviazgo, institucional, feminicida, obstétrica y también la violencia política, la realidad es que sigue presente y vivo el reclamo de muchas mujeres que esperan ser escuchadas, que exigen dejar de ser violentadas.

 

Sin duda será vital que la que la próxima gobernadora lo considere prioritario.

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