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El próximo domingo 15 de mayo se llevará a cabo la elección extraordinaria en el Municipio de Atlautla. Recordemos que esta elección fue anulada debido a la violación de principios constitucionales a causa de la violencia política en razón de género y el discurso de odio cometidos en contra de una de las candidatas.

 

La Sala Regional es una autoridad jurisdiccional en el ámbito electoral, que en diciembre de dos mil veintiuno resolvió revocar la sentencia emitida por el Tribunal Electoral del Estado de México (por sus siglas TEEM), la cual es una instancia electoral local, al estimar que si bien el mencionado Tribunal tuvo por acreditada la violencia política en razón de género, no valoró debidamente sus alcances al ser una violación grave que trascendió en el ánimo del electorado y en el resultado de la elección para la afectada.

 

En un estudio de fondo que la Sala Regional realizó, explicó que la violencia política contra las mujeres en razón de género se acreditó por elementos como: 1) la existencia de pintas en bardas con mensajes de odio, 2) estos mensajes se determinaron como graves por el contenido y la exposición de los mismos y 3) la existencia en el contenido de los mensajes de una afectación grave a la dignidad de las personas, en especial, a la condición de ser mujer. Para ello, en la sentencia se consideraron también los elementos de modo, tiempo y lugar, es decir, qué tipo de mensajes estuvieron expuestos, en qué lugares y por cuánto tiempo, lo que determinó la afectación.

 

Esta sentencia, como lo he referido en diferentes espacios, marca una precedente en el Estado de México al ser la primera en la que se anula una elección por motivos de violencia política contra las mujeres. Aunado a lo anterior, es la segunda sentencia en el ámbito nacional, pues antes que Atlautla, se anuló la elección de Iliatenco en el Estado de Guerrero. Estas sentencias dejan ver que todos los actos que impacten de manera negativa a las mujeres, que por el hecho de ser mujeres participen de la vida pública y hagan referencia a estereotipos de género o mensajes de odio y prejuicios, deben ser denunciados y condenados.

 

Las autoridades electorales en el ámbito de sus atribuciones deben crear mecanismos, herramientas y remedios adecuados para que este tipo de actos no se repitan. En el caso de Atlautla no existieron pruebas que demostraran que los actos de violencia denunciados fueran atribuibles a alguien en particular.

 

Lo relevante es que los derechos políticos de las mujeres deben respetarse, y en caso de ser vulnerados, repararse. Esperamos que la jornada electoral del 15 de mayo próximo se lleve con civilidad y tranquilidad, en donde el resultado sea derivado del ejercicio del derecho de los habitantes de Atlautla de emitir su voluntad a través del voto libre y razonado.

Octavio Paz expresó: No me hago ilusiones acerca de la democracia: no nos dará ni la felicidad ni la virtud”. Traigo esto a colación porque durante décadas se ha creído que la democracia es una solución a los diversos problemas que se presentan en la sociedad. No sé si esto es real en su totalidad, lo cierto es que en el caso de nuestro México, la transición a la democracia no fue un hecho sencillo de conquistar y arribar a ella a pesar del federalismo contemplado en la Constitución.

 

 

La democracia como régimen de gobierno, además de soluciones, trajo consigo problemas que han sido resueltos a través de arreglos político – institucionales que han permitido la coexistencia y competencia de la diversidad política. Diversidad que comenzó a verse reflejada en el Poder Legislativo de manera equilibrada y que es la conquista más grande de nuestro proceso democratizador, pues recordemos que hubo una clara transformación del régimen de gobierno desde 1977, año en la que se gestó una reforma en materia electoral que entre otros cambios introdujo la figura del registro condicionado a través del cual los partidos que acreditaran al menos cuatro años de actividad política sostenida y demostraran representar una corriente política definida lograron el registro legal, registro que se transformaba en definitivo si el partido lograba al menos el 1.5% de los votos.

 

Quedaba atrás el gobierno unipartidista por uno donde el multipartidismo se reconocía, donde los pesos y contrapesos comenzaban a verse reflejados en las decisiones de gobierno. El país comenzó a cambiar. Recordemos que durante décadas los presidentes de la República, gobernadores, senadores y más del 75% de los diputados emergían del mismo partido, había gobernabilidad pero no democracia. Por ello es importante reconocer que la pluralidad de partidos ha sido un signo vital de nuestra incipiente democracia que debe continuar a pesar del malestar que ocasiona para los partidos que han arribado al poder.

 

Lo comparto porque al leer a José Woldenberg resulta interesante un planteamiento que hace sobre cómo los partidos políticos en el poder manifiestan incomodidad al pluralismo, y a la par, la intención de construir mayorías parlamentarias que les permita avanzar en sus iniciativas de ley.

 

Ejemplos de esa añoranza de control y hegemonía del pasado se observó en el gobierno de Felipe Calderón con la propuesta de elevar del 2 al 4% los votos necesarios para refrendar el registro de un partido o en el gobierno de Peña Nieto, quien propuso reintroducir que por mandato de la ley la mayoría relativa de sufragios se convirtiera en mayoría absoluta de escaños. En la actualidad hay una reforma que recién se presentó, la cual tendrá que ser analizada sin olvidar que la diversidad política también llegó para quedarse.

Lunes, 25 Abril 2022 12:00

La crisis de valores éticos

¿Qué es lo que hemos perdido? ¿Qué y cómo se ha diluido? Será que existe una descomposición de la sociedad de nuestros tiempos o que en esta posmodernidad la crisis de los valores éticos desnuda una verdadera podredumbre que nos arrastra de forma voraz.

 

Desde hace más de diez días escuchamos una vez más en las notas periodísticas, en la radio, redes sociales y la televisión la desaparición de una joven y posterior a ello la muerte de ella, padres como muchos, miles, en este país exigiendo justicia.

 

Es necesario que verdaderamente se reflexione desde diferentes espacios públicos, privados, académicos, institucionales, legislativos, sociedad civil para encarar este vacío de valores que hoy en día se encuentran presentes en nuestra sociedad.

 

Resulta imposible no escribir sobre este tema que pone de manifiesto el nombre de Fátima, Mayra, Debanhi, Paulet y todas las demás niñas, adolescentes y mujeres jóvenes y adultas que han sufrido violencia hasta llegar a la muerte.

 

Etimológicamente la ética viene de êthos, que significa carácter en griego. La toma de decisiones es lo que forja el carácter de las personas, de acuerdo con algunas autoras hay dos valores que son clave para construirse un buen carácter que son la justicia y la felicidad, ¿quién en su sano juicio no quisiera tener plenitud en ambos?

 

La ética está relacionada con la forma continuada de ser, de comportarse en el mundo y lo que vemos es que existe una grave crisis de valores éticos, esos que se construyen desde el núcleo de nuestra sociedad que es la familia, pero también en la convivencia cotidiana con quienes interactuamos desde la niñez.

 

Y debe quedar claro que me refiero a valores éticos que son los que forman parte de la obligación moral que nos permite comportarnos de una u otra forma en el mundo globalizado en el que nos encontramos y con las múltiples circunstancias que se presentan como la guerra, la pobreza, la desigualdad cada vez mayor, el cambio climático y la violencia que millones de mujeres vivimos unas en grados atroces como el caso de Debanhi y todas las que forman parte de expedientes y fichas de localización.

 

La integralidad del ser humano en donde se encuentran las obligaciones morales para poder decidir hacer o no hacer determinada acción parece haber dejado de calar en los corazones y en el ser total de muchos hombres que comenten este tipo de actos ya sea por lo que las últimas teorías sobre los feminicidios han explicado sobre el dominio del patriarcado o la demostración de virilidad y ausencia de justicia.

 

Pero la falta de valores éticos no es exclusividad de los hombres también se suman mujeres lamentablemente que en otros espacios demuestran esa carencia de valores con autocomplacencias insulsas. Reflexionemos sobre estos valores, nos atañe a todos y todas.

Esta fue la frase que acuño Rosario Ibarra de Piedra una mujer que se convirtió en activista y luchadora social a quien se le ha considerado como pionera en la defensa de los derechos humanos en nuestro país.

 

Rosario Ibarra comenzó su lucha con la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra a quien se le acuso de pertenecer a un grupo armado comunista denominado La Liga Comunista. Jesús fue detenido y desaparecido en 1974.

 

A partir de entonces su madre comenzó su búsqueda incansable, acudió a todas las autoridades gubernamentales sin tener respuesta sobre el paradero de su hijo. Todo esto aconteció en lo que se ha denominado la Guerra Sucia en México que va de los años 1960´s a los 1980´s.

 

En esos años los presidentes que gobernaron nuestro país fueron Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo todos ellos emanados del partido hegemónico en el poder el PRI. Fueron años difíciles sobre todo para todos aquellos grupos de personas que pensaban diferente al partido que controlaba el país, social, económica y políticamente.

 

Las desapariciones forzadas son un tema que duele a miles de familias mexicanas desde esa época cuando se generó una fuerte violencia represiva del Estado contra activistas y disidentes políticos, la desaparición, la tortura y la muerte fueron las constantes en la estrategia que esos gobiernos crearon para eliminar a sus opositores.

 

Rosario Ibarra fue ejemplo de una madre que no solo lucho por esclarecer la desaparición de su hijo con ella se sumaron un gran numero de madres y familias que pasaban por el mismo dolor, así formo Eureka un comité Pro defensa de presos, perseguidos, desaparecidos y exiliados políticos.

 

Se convirtió en una mujer que reclamo a los gobiernos su gran déficit de la justicia para las grandes violaciones de derechos humanos que se dieron en la época del PRI y posteriores nunca se rindió, cuestiono y exigió a través de huelgas de hambre amnistía para presos políticos de los años setenta.

 

El tema de las desapariciones forzadas es un pendiente que se tiene al que se han sumado también como víctimas las mujeres y niñas, la misma Rosario se sumo a la lucha de las mujeres indígenas de Chiapas y también pugno por el esclarecimiento de las muertas de Ciudad Juárez.

 

Ella partió sin que se esclareciera el caso de su hijo, hoy niñas y mujeres desaparecen ya no solo por temas políticos, los feminicidios son un claro ejemplo de ello en donde quienes cometen estos delitos de acuerdo con estudios de Segato y Solís de Alba lo hacen para demostrar control territorial, dominio, virilidad violenta en estados de impunidad y ausencia de poder soberano que pueda controlarlos, el Estado de México ocupa el primer lugar en estos casos, sin duda hay que trabajar en ello.

Guste o no el ejercicio de ayer domingo 10 de abril fue un hecho inédito e histórico ya que por primera ocasión se puso en práctica uno más de los mecanismos de participación ciudadana.

 

 

Llama la atención lo altamente cuestionado de este ejercicio por el sinuoso camino que el mismo tuvo desde su gestación, sin embargo, de los posicionamientos al seno del consejo general del INE por parte de los representantes de los partidos políticos del Revolucionario Institucional y Acción Nacional en una parte de sus intervenciones, dejan claro que la revocación de mandato debe irse adecuando y perfeccionando como lo que es, un medio que debe servir para empoderar a la ciudadanía.

 

Hay fuerzas políticas que hace décadas pugnaban por estos mecanismos y hoy en día se ha desdibujado ese discurso, la política y el poder siempre generan grandes controversias por quienes son los actores y actoras y, sobre todo, por las circunstancias y coyunturas que se presentan en la historia, en gran parte ser mayoría o minoría se refleja en los posicionamientos.

 

Lo cierto es que a favor o en contra, se olvida reflexionar y considerar a toda la ciudadanía que aceptó ser funcionario o funcionaria de mesa directiva de las 57,448 casillas, hablo de 287,240 personas que tomaron la decisión de participar.

 

Los discursos de descalificación general en el que implícitamente se incluye a la ciudadanía me parece que para nada forman parte de lo que es la democracia y sus principios, dudar de la forma de ejercer ese derecho de miles de ciudadanos y ciudadanas que ayer estuvieron desde las 8:00 hrs y hasta el fin de dicha jornada, me parece sumamente grave.

 

Como lo es también que la detentación del poder bajo cualquier ideología vulnere principios como la legalidad.

 

Para los mecanismos de participación directa, como lo son la consulta popular y la revocación de mandato de reciente incorporación al texto constitucional en 2019, debe quedar claro que el gran déficit se encuentra en la generación de una mejor cultura política democrática en donde los partidos políticos y también de las instituciones encargadas de promover el ejercicio de los derechos político-electorales de la ciudadanía son los principales responsables.

 

Las polarizaciones no abonan en nada a una sociedad que ha transitado muy paulatinamente de un régimen autoritario a regímenes donde la ciudadanía ha marcado contundentemente su aprobación o rechazo, ahí están las elecciones de 2000 con la conclusión del PRI en la presidencia y el arribo del PAN, después 2012 y por último 2018 en donde MORENA y Andrés Manuel López Obrador lograron una nueva renovación y configuración política en el país.

 

Es claro que la ciudadanía cuenta y participa activamente, la pluralidad es lo más sano que en democracia se espera exista, los discursos de odio la diluyen, ¿Lo tenemos claro?

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