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Lunes, 29 Agosto 2022 13:00

Las resistencias a la paridad

No cabe duda que la resistencia a la paridad sigue presente a pesar que ésta lucha de reconocer los derechos político electorales de las mujeres parecía culminar con la reforma en materia de paridad transversal mejor conocida como “Paridad en Todo” en junio de 2019 y la reforma en materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género en abril de 2020.

 

Nada más falso que ello, si bien estas reformas son grandes conquistas que han permitido que mujeres ocupen espacios de toma de decisión que antes solo podía pensarse para hombres; lo cierto es que sigue presente la resistencia a dar acceso a las mujeres al ejercicio del poder y a cumplir con el principio de paridad.

 

Lo digo así porque a partir de estas reformas se desencadenaron diferentes actos entre los que encontramos la solicitud de una ciudadana y organizaciones civiles para que la autoridad electoral (INE) emitiera criterios para garantizar el principio de paridad en gubernaturas locales, ya que, de 32 gubernaturas, únicamente dos estaban ocupadas por mujeres.

 

Y justo en 2021 se renovarían las titularidades del poder ejecutivo de 15 entidades lo que dio pie para que en noviembre de 2020 el INE emitiera el acuerdo INE/CG/569/2020 sobre paridad en Gubernaturas, impugnado por el PAN, el Partido de Baja California y el Senado de la República.

 

El resultado: la Sala Superior (última instancia para conocer del asunto) invalidó el acuerdo del INE y vinculó al Congreso de la Unión y a los congresos de las entidades para que emitieran regulación sobre la postulación paritaria de candidaturas de los partidos políticos para las gubernaturas, además de vincular a que los partidos postularan 7 mujeres como candidatas de los 15 estados que renovarían el poder ejecutivo; solo así la balanza cambió un poco.

 

Como observamos, siempre que se genera un acuerdo para materializar la paridad, hay impugnaciones que desnudan, no solo la resistencia, sino el camino que aún falta recorrer.

 

Es el caso de las modificaciones que los partidos políticos deben hacer a sus documentos básicos para garantizar la paridad sustantiva a través de criterios de competitividad y que tendrán como fecha límite el 31 de octubre de 2022.

 

La paridad en gubernaturas aplicará también para Coahuila y Estado de México, en donde a pesar de establecer en ésta última entidad en un artículo transitorio que la alternancia de género aplicara hasta 2029, los partidos están obligados a precisar como aplicarán la competitividad en la postulación de mujeres, en qué entidad postularán mujeres y hombre y, cuántas y cuáles serán convocatorias exclusivas para mujeres.

 

El INE concluye que la mayoría, no menciona la obligatoriedad de cumplir con mecanismos para garantizar la paridad sustantiva a través de criterios de competitividad. Tarea urgente y a contra reloj.

Son tres grandes temas que, en esta ocasión, el fin es delinear la relación que tienen. La participación por parte de la ciudadanía en todos los procesos democráticos es fundamental. Su evolución está ligada a los acontecimientos históricos que forman parte del devenir de la humanidad.

 

En la época de los griegos no todos podían participar, solo unos cuantos tenían la calidad de ciudadanos y la democracia era directa en la que se sorteaban los cargos públicos al no existir necesidad de tener mayoría.

 

En la época feudal los reyes y la divinidad eran quienes tomaban decisiones de poder importantes. Fue hasta la época de las revoluciones inglesa y francesa que ello comenzó a dar un giro distinto. A partir de esos momentos históricos, han pasado innumerables sucesos en el mundo para llegar a la democracia representativa de nuestros días.

 

La participación, hay que decirlo, es un acto social y está íntimamente vinculada con la representación política porque, es a través de quienes elegimos como gobernantes, que nos sentimos representados o no; y son ellos quienes están obligados a rendir cuentas de su actuar y de las decisiones políticas que toman.

 

Es decir, la participación se convierte en algo más que una sucesión de elecciones porque enlaza los procesos electorales con las decisiones políticas cotidianas, esas que en muchas ocasiones no son las mejores, sobre todo, cuando se trata de respeto al Estado de derecho o garantizar los derechos humanos.

 

Ejemplo de ello, la desaparición forzada de personas. Entre los elementos de su definición se encuentra “la privación de la libertad de una o más personas, cometida por agentes del Estado… seguida de la falta de información… o de informar sobre el paradero de la persona...”.

 

De acuerdo con Naciones Unidas de 1964 a la fecha han desaparecido 100,000 personas, de los cuales, 97% se refiere a casos posteriores a 2006, casos entre los que se encuentran los 43 estudiantes de Ayotzinapa de quienes últimamente hemos tenido noticias lamentables.

 

Para la ONU las desapariciones en nuestro país son una muestra de un prolongado patrón de impunidad, por ello, el tema de la participación resulta tan importante, pues pese a que es utópico participar en todo lo público, cierto es que no participar da un cheque en blanco a quienes sí participan para que decidan por todos.


La participación es también un acto colectivo y producto de una decisión personal que también se realiza para cuidar los intereses y los derechos particulares de grupos y de personas que se diluyen en el conjunto mucho más amplio. Sirve para corregir los defectos de la representación política. Es por ello por lo que debemos generar conciencia y hacer un trabajo permanente de incentivar la cultura de participación en todos los ámbitos, más, en lo público.

Lunes, 15 Agosto 2022 13:00

Voto de los mexiquenses en el extranjero

Las autoridades electorales tenemos la obligación constitucional de garantizar y maximizar en el ámbito de nuestras facultades los derechos humanos de la ciudadanía, como son los derechos político-electorales. Uno de los cuales es votar y ser votado por quienes residen en el extranjero.

 

En 2003 cuando se reformó el Código Electoral permitió que en 2006 pudieran votar para presidente, en 2009 el derecho a ser votados y en 2012, de los 59,115 ciudadanos inscritos para votar desde el extranjero, se contó con la participación final del 68.87% y en 2018, de 181,232 registrados, votaron 98,470.

 

En 2014 la reforma político electoral llevó a cabo modificaciones para la emisión del voto de los mexicanos residentes en el extranjero: la vía postal, electrónica y la entrega de la boleta en forma personal en los módulos que se instalen en embajadas y consulados.

 

Esta última no había sido puesta en práctica y a partir de la sentencia que emitió la Sala Superior del TEPJF el 14 de octubre de 2021 ordenó al INE que en los próximos procesos electorales implementara las 3 modalidades.

 

Por ello, en la renovación de la gubernatura del Estado de México los y las mexiquenses que radican en el extranjero podrán votar de manera presencial por medios electrónicos en los consulados y embajadas a través de la prueba piloto que se implementará por el INE y en la cual el IEEM coadyuvará para garantizar este derecho.

 

Las sedes para este ejercicio piloto son Los Ángeles, Dallas y Chicago en EE.UU y Montreal en Canadá por ser los países en donde más connacionales radican.

 

Retos para el propio IEEM: 1) Lograr incentivar la participación ciudadana de quienes residen en el extranjero, por lo cual habrá que hacerles llegar información de su derecho de votar en la elección de la gubernatura, para lo que será necesario establecer comunicación con lideres de organizaciones civiles organizadas y no organizadas, familias que radican en los municipios que tienen más altos niveles de mexiquenses radicando allá como son Ecatepec, Toluca, Naucalpan, Tejupilco y Nezahualcóyotl, por mencionar algunos 2) Promover la credencialización de quienes radican fuera, pues contar con su credencial para votar es el medio para poder ejercer el sufragio. 3) Explicar de forma sencilla y clara el mecanismo para que puedan votar a través de las modalidades que existen.

 

Hay un tema que debe ser debatido a propósito de la reforma electoral y es que actualmente está prohibido que partidos políticos, sus candidatos y candidatas hagan campaña en el extranjero o utilicen recursos de su financiamiento público o privado y resulta fundamental que quienes viven en otro país y quieran participar, cuenten con información de los proyectos de Estado que se tienen. Este, sin duda, también será un reto para la autoridad electoral: poder acercar la información con la que se cuenta legalmente para promover un voto razonado e informado.

Las acciones afirmativas, como medidas de carácter temporal cuya finalidad es reducir las brechas de desigualdad que diferentes personas aún viven respecto del pleno reconocimiento de sus derechos humanos, son un gran déficit que en materia electoral priva en el Estado de México.

 

Desde las mujeres que experimentan violencia, las mujeres indígenas que reprochan solo ser usadas para llevar votos a las urnas y exigen espacios de postulación, hasta la comunidad de la diversidad sexual que expresan ser considerados en lugares donde nunca ganarían por ser espacios no competitivos por quienes los postulan o la comunidad afrodescendiente que apenas comienza a ser visibilizada; todos ellos en franca violación de muchos de sus derechos humanos, entre los que destacan, sus derechos político- electorales.

 

Hoy centraré su atención, amable lector, lectora o lectore en las personas que cuentan con una discapacidad y que durante años han tenido que dar una gran lucha por ser no solo reconocidos sino dejar de ser vistos con un ánimo de asistencialismo; además debemos reconocer que nosotros mismos hemos levantado barreras que en ocasiones resultan infranqueables para quienes forman parte de esta comunidad.

 

En la última mesa de reflexión que se generó en el IEEM a través de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación que hasta el día presido, contamos con la presencia de 2 testimonios: Angélica compañera del IEEM, quien dio cuenta de cómo sería nuestro mundo si la mayoría fueran ellos y nosotros la minoría: “tal vez chocaríamos con los marcos de las puertas”, expresó; hemos hecho un mundo sin considerar los requerimientos de quienes viven con alguna discapacidad.

 

No solo ello, Ernesto Martín Rosas Barrientos, quien es miembro de CONFE, explicó que lo que requieren es tener espacios en la vida pública, en los ámbitos de representación popular, que permitan generar políticas públicas desde su mirada y experiencia.

 

Hay un avance en el ámbito federal en donde el INE obligó a través de una acción afirmativa a postular 6 fórmulas de personas con discapacidad como candidatas a una diputación federal en cualquiera de los 300 distritos electorales por el principio de mayoría relativa y 2 fórmulas por el principio de representación proporcional en cualquiera de las 5 circunscripciones electorales y dentro de los primeros 10 lugares de la lista respectiva, de manera paritaria.

 

Estos avances, como lo refirió Claudia Zavala, quien es Consejera Electoral del INE, debe replicarse en las entidades federativas.

 

El IEEM aún no genera ninguna acción afirmativa, pero es claro que no podemos continuar sin atender una responsabilidad que tenemos: garantizar los derechos político electorales de la ciudadanía mexiquense. En la entidad, cerca de 2 millones de ciudadanos cuentan con una discapacidad. No puede seguir pasando desapercibido el tema.

El proceso electoral para la renovación de la gubernatura en el Estado de México inicia formalmente la primera semana de enero del 2023. A pesar de esa fecha distante aún, vemos una gran actividad de los actores y actoras políticas que hacen mención en medios de comunicación y redes sociales de la figura conocida como gobierno de coalición.

 

Pero, ¿qué es un gobierno de coalición? ¿La ciudadanía sabe qué implicaciones tiene un gobierno de coalición? Me parece que explicar no solo las ventajas electorales que tiene esta figura sino su naturaleza, la forma y problemas que podría atender son un primer paso.

 

Un gobierno de coalición es aquel que se forma cuando un grupo parlamentario no tiene mayoría suficiente para formar un gobierno, por lo que se ve obligado a pactar con otro grupo, normalmente de ideología a fin, para formar un gobierno conjunto.

 

Países desarrollados como Alemania, Países Bajos, Australia, Bélgica, Suiza, Suecia, Noruega y Dinamarca, han sido gobernados por coaliciones desde hace más de medio siglo. En América Latina los países que han adoptado gobiernos de coalición son Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay, esto, porque son países con un presidencialismo con matices parlamentarios en donde existe un órgano colegiado que tiene la posibilidad de censurar, por ejemplo, a alguno de los ministros propuestos por el presidente, con lo que se rompe con la hegemonía presidencial.

 

Los regímenes presidencialistas como el nuestro tienen una rigidez institucional en donde los ejecutivos ganan sin mayorías en el espacio legislativo, esto se materializa en bloqueos y parálisis legislativa que impiden sacar adelante políticas públicas y leyes en beneficio de la ciudadanía.

 

La intención de los gobiernos de coalición es frenar el carácter unipersonal del Ejecutivo con un gabinete integrado por las diferentes fuerzas políticas que también obtuvieron votos en la elección y que en el sistema presidencial no son tomados en cuenta, ya que el ejecutivo es quien propone y remueve a los integrantes de su gabinete sin tomar opinión. Ante la falta de mayorías absolutas en el Congreso, la negociación de un programa de gobierno compartido tiene como fin tener gobernabilidad.

 

En suma, se trata de que con el convenio de coalición que debe consensarse y el programa de gobierno se tomen decisiones conjuntas entre el ejecutivo y el legislativo, lo que se traduce en restar el poder del que goza el ejecutivo en nombramiento de su gabinete y temas del presupuesto de egresos, por ejemplo.

 

La reflexión es si el contexto histórico y político de la entidad indica que estamos listos, tanto los actores políticos como la sociedad, para los gobiernos de coalición en los que la mayor beneficiada, por supuesto, sería la ciudadanía si se operan con la naturaleza y fin que tienen los gobiernos de coalición.

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