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Miércoles, 22 Noviembre 2023 09:00

Still waters in a storm: el voto migrante en 2024

Hay un lugar en Brooklyn que simboliza la esperanza en medio del caos. Still Waters in a Storm es un espacio que ofrece a niñas y niños migrantes clases de literatura, escritura y música de forma gratuita.

 

Estos esfuerzos buscan contrapesar la violencia que viven a su corta edad. También sirven para visibilizar las consecuencias de la política migratoria y experiencias como las de los menores que cruzan la frontera sin el acompañamiento de su madre o su padre.

 

Iniciativas como ésta son muy importantes, si tomamos en cuenta que el corredor México – Estados Unidos es el más transitado en todo el mundo. De ahí que no sorprenda que las y los mexicanos residiendo en territorio norteamericano superen los 35 millones de personas. Esta cifra equivale a sumar a las poblaciones de la Ciudad de México, Estado de México y Jalisco. Con una diáspora de tal tamaño y una tradición migratoria tan arraigada, es prioritario mantener vivas las condiciones para que la ciudadanía que reside fuera del país pueda ejercer sus derechos. La ciudadanía no se extingue con el cruce fronterizo.

 

En las últimas dos décadas se han conseguido avances importantes en cuanto a la participación de las y los migrantes en la renovación del poder político. En el plano federal, por ejemplo, se reconoció el derecho a votar desde el extranjero para elegir Presidencia y Senado.

 

Adicionalmente, algunas entidades federativas reconocen que sus oriundos deben participar en las elecciones de sus gubernaturas. Es el caso del nuestro estado, este año las y los mexiquenses votaron desde más de 50 países. También se tuvo, por primera vez en la historia del voto migrante mexicano, la modalidad presencial en consulados de Estados Unidos y Canadá. Nunca antes se había contado con tantas opciones para emitir el sufragio desde otra nación: el voto postal, el voto electrónico por internet y ahora, el voto presencial.

 

En 2024, nuevamente, el Estado de México se pondrá a la vanguardia. A partir de un juicio ciudadano promovido por una ciudadana oriunda de nuestra entidad, este año la comunidad de mexiquenses en el exterior participará también en la definición del Congreso local.

 

Votarán para elegir las diputaciones plurinominales. Se trata de un cambio fundamental ya que, por primera vez en la historia de nuestra entidad, las y los próximos legisladores tendrán que responder también al mandato migrante. Será interesante conocer el impacto de esta medida en la conformación de agendas y temas.

 

El voto extraterritorial es un ejemplo del avance de la democracia mexicana en las últimas décadas. No sólo es una práctica de ampliación de derechos; también representa una oportunidad para probar mejores vías de participación. En la elección pasada, la mayoría de personas optaron por el voto electrónico. Esta vía también atrajo el interés de las y los jóvenes. Casi 8 de cada 10, se inclinaron por esta opción.

 

Por ello, debe sernos grato que se sigan impulsando acciones para llevar a cabo la emisión del sufragio desde otras latitudes. La opinión de las y los migrantes es central para orientar la política internacional del gobierno federal y de las entidades federativas. Pero no sólo eso, con estos ejercicios, las autoridades estamos perfeccionando el uso de nuevas herramientas, que en un futuro podrán optimizar el uso de los recursos y la participación en el territorio nacional. Impulsar el voto desde el extranjero, es fortalecer el sistema electoral en su conjunto.

 

La expresión still waters in a storm hace referencia a la calma y la serenidad que se puede generar, aún en medio de situaciones caóticas. La metáfora no podía ser más adecuada. Mientras que la crisis migrante vive uno de sus momentos más complejos en la región, el Estado mexicano lanza a su diáspora un lazo de pertenencia, un refrendo de la membresía a la comunidad política. La agenda migrante presenta problemas crudos y complejos. La participación política de quienes viven más allá de las fronteras es una condición necesaria para definir sus soluciones.

 

Si tienes un familiar que vive fuera de México, invítalo a que se registre para emitir su voto por las diputaciones locales de representación proporcional del congreso mexiquense. Tiene hasta el 20 de febrero de 2024. Podrás encontrar más información en: www.votoextranjero.mx

Viernes, 03 Noviembre 2023 09:00

Elecciones ciudadanas e íntegras

Las personas especialistas en administración electoral suelen usar al Estado de México como ejemplo de paradoja. Se trata de una institución subnacional que enfrenta desafíos de tamaño nacional. Nuestro padrón es de escala similar al de Holanda o Chile. Organizar elecciones en esta entidad implica llevar la boleta electoral a más de 13 millones de electores registrados, al tiempo que se sortean retos asociados a la infraestructura, las comunicaciones e inclusive a la inseguridad que se registra en algunos puntos.

 

Para enfrentar adecuadamente esos desafíos, el Código Electoral mexiquense determina que, en año electoral, el IEEM debe desconcentrar su actividad en 170 órganos: 125 municipales y 45 distritales. Se trata de oficinas que se instalarán en todo el territorio pero que, a diferencia de las que opera el INE a nivel federal, operan únicamente en los meses de una elección.

 

Estos órganos desconcentrados realizarán actividades sustantivas para la elección. De ahí que en cada sede se instalará un Consejo, conformado por vecinos y vecinas del propio distrito o municipio. Su misión es la de supervisar etapas y procesos clave de la elección. Ante los ojos de estas y estos mexiquenses, por ejemplo, se maneja y resguarda la documentación. Es bajo su escrutinio que las actas son computadas y que los paquetes electorales son sujetos a un nuevo recuento, en caso de presentarse las causales previstas en la ley. Las medidas de seguridad de las boletas, también se verifica en presencia de todas y todos estos ciudadanos. Es en estos consejos municipales y distritales, donde se emiten las constancias de mayoría de los presidentes municipales y de los diputados locales electos por mayoría.

 

El vertiginoso avance de la democracia en México deja lecciones muy importantes. Los procesos críticos deben estar en manos de ciudadanas y ciudadanos que, de manera independiente a gobiernos y partidos, tomen las decisiones en forma colegiada. Por eso en el IEEM ponemos tanto empeño en cuidar la integración de los Consejos que habrán de operar las elecciones en los distritos y municipios de la entidad más poblada del país.

 

Quienes se integren a estos órganos de decisión colegiada estarán ejerciendo su derecho constitucional a ejercer cargos públicos. Más aún, estarán haciéndose responsables de que la elección 2024 sea íntegra y apegada a derecho, lo que – sin duda – mejorará la confianza de las y los mexiquenses en los procesos comiciales.

 

Figuras como ésta representan una nueva oportunidad para contribuir a que nuestras elecciones sean libres, justas y transparentes. También fortalecen las capacidades cívicas de las personas, razón por la cual en el IEEM estamos muy interesados en que todos los grupos etarios participen. A partir de este año, la edad mínima para participar es de dieciocho años, la más baja en la historia electoral de la entidad.

 

En los años previos a la transición democrática mexicana, las elecciones las administraban funcionarios gubernamentales y burocracias ligadas a partidos políticos. Ello generaba una alta dosis de desconfianza.

 

El vuelco en la manera en que ahora organizamos los comicios es radical. Las elecciones en México las hacen las y los ciudadanos, libres de influencias políticas.

 

Superamos las prácticas antidemocráticas hace tiempo. Hoy en día, sin embargo, sigue requiriéndose del esfuerzo permanente de todas y de todos. Por ello quisiera cerrar con una invitación a toda la ciudadanía a que participe en la Convocatoria para integrar los consejos distritales y municipales del Instituto Electoral del Estado de México. Es un trabajo remunerado que representa no sólo una extraordinaria oferta laboral, también la lucha histórica por elecciones íntegras y ciudadanas. Podrán hacerlo desde la página web del Instituto hasta las 23:59 horas del 4 de noviembre de 2023. En el IEEM contamos con todas y todos ustedes.

Viernes, 20 Octubre 2023 09:00

Los retos del 2024

El día de hoy inicio una colaboración quincenal con El Sol de Toluca. Dedicaré este espacio para compartir mis impresiones sobre el entorno internacional, la actualidad de nuestra entidad federativa y particularmente, para difundir con las y los mexiquenses el trabajo que realizamos desde el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM). El lenguaje escrito abre nuevas posibilidades para fortalecer el diálogo entre ciudadanía e instituciones.

 

Desde hace varias décadas, la vida cotidiana de nuestro país es afectada por tendencias políticas y económicas globales. Por ejemplo, la expansión de los mercados, la integración comercial y el uso de nuevas tecnologías hacen que los fenómenos políticos se repliquen con mayor facilidad entre las latitudes del planeta. La globalización, sin embargo, no sólo ha acortado la distancia entre naciones, también ha fortalecido la influencia de la experiencia local sobre la política internacional. Hoy en día, el ámbito subnacional se ha constituido como el semillero de buenas prácticas más importante del país y el mundo.

 

Es importante tener esto presente para una entidad tan grande como el Estado de México. Con una población superior a los 16.9 millones de habitantes, el tamaño del estado supera al de 145 países, como Bolivia, Grecia, Israel o Portugal, por citar algunos ejemplos. También somos la segunda entidad que aportó más a la producción bruta nacional durante 2021 y que más recaudó en 2022, apenas por debajo de la Ciudad de México.

 

Pero nuestras contribuciones no sólo se limitan al sector económico. En el ámbito electoral, el Estado de México también ha sido referente de valiosos avances. Un ejemplo de ello fueron las pruebas piloto realizadas durante la reciente Elección de Gubernatura. El voto presencial migrante en 4 consultados de Estados Unidos y Canadá, así como el voto desde 20 centros penitenciarios del estado, fueron ejercicios de gran relevancia para el país y la comunidad internacional. También lo fue la votación en 164 urnas electrónicas.

 

No es fortuito que, el pasado 4 de junio, a nuestro estado acudieran decenas de visitantes extranjeros para atestiguar la organización de los comicios. Tampoco, que las organizaciones domésticas con más trayectoria en materia de observación electoral hayan volteado su mirada para acompañar la elección. La de 2023 fue una elección altamente vigilada.

 

Pero hay un punto fundamental a destacar. La calidad de los procesos electorales que organizamos en el Estado de México está basada en la participación integral de la ciudadanía. En cada etapa y en cada espacio, el IEEM cuenta con personas independientes que ejercen su derecho fundamental a integrar órganos públicos. Llevan a cabo funciones sustantivas de la elección. Actualmente está abierta la convocatoria para ser vocal distrital o municipal durante la Elección 2024. También, está abierto el proceso de registro para consejeras y consejeros en los 125 municipios y 45 distritos locales del estado.

 

El sistema electoral mexicano es único en el mundo. Destaca, principalmente, el papel de autoridades autónomas y el intenso involucramiento ciudadano en los procesos electorales. Logros originados desde lo local, como la paridad horizontal, la implementación de acciones afirmativas y el uso de nuevas tecnologías han llevado a México a ser un referente mundial en la organización de elecciones. En el Estado de México tenemos clara esa responsabilidad con la ciudadanía mexiquense. El reto será afrontado en apego a los más altos estándares internacionales.

Viernes, 02 Agosto 2024 09:00

Estrategia para la educación cívica

Lo cierto es que más allá del voto, existen numerosas opciones en que la participación de las personas fortalece objetivos comunes

 

Si uno preguntara en Latinoamérica sobre la forma de participación política a la que mayormente recurren las personas, la respuesta predominante sería “el voto”. Esto puede emanar de la centralidad que el sufragio adquirió en la región, a partir de su rol en las transiciones democráticas, o bien de un problema de desconocimiento sobre otras eventuales formas de participación.

 

Lo cierto es que más allá del voto, existen numerosas opciones en que la participación de las personas fortalece objetivos comunes. Éstas incluyen la realización de actos solidarios y altruistas (participación cívica); la realización de acciones para resolver cuestiones específicas en los pueblos y colonias (participación comunitaria); la intervención directa de la ciudadanía en la esfera pública (participación ciudadana), así como las marchas, manifestaciones y otro tipo de formas de participación política no electoral. En México ese catálogo de posibilidades se ha presentado en forma todavía marginal, lo que denota que subsisten ventanas de oportunidad para mejorar la cultura cívica.

 

El tema es importante. Diversos trabajos académicos han demostrado que el autoritarismo floreció en la República de Weimar como consecuencia del bajo apoyo popular a la democracia en el territorio alemán de la Primera Postguerra. Estos hallazgos se fortalecen con el trabajo de Almond y Verba en Estados Unidos y Gran Bretaña sobre la supervivencia del régimen democrático en estos países por amplio apoyo ciudadano.

 

En pocas palabras, si las personas no saben cómo influir en la política ni conocen la trascendencia de hacerlo, entonces no verán la relevancia de vivir en democracia. Es aquí en donde se inserta la Estrategia Nacional de Educación Cívica (ENCÍVICA) 2024-2026 del Instituto Nacional Electoral.

 

La Estrategia es fruto de un gran esfuerzo de aprendizaje, investigación, así como cooperación y escucha activa entre diferentes actores –juntas distritales, juntas locales y organismos públicos locales electorales, entre otros– para su elaboración e implementación viable. Persigue dos objetivos principales: 1) implementar procesos formativos de educación cívica para construir una ciudadanía integral, y 2) incentivar la participación electoral y no electoral para fomentar una ciudadanía activa y comprometida.

 

A través de los ejes de formación y de participación, se busca que las actividades encaminadas a ambos propósitos se lleven a cabo con perspectiva de género, interseccionalidad, no discriminación e innovación tecnológica en donde el monitoreo, seguimiento y evaluación tienen un rol central con miras a seguir mejorando. Por ejemplo, el informe final de la ENCCÍVICA 2017-2023 enfatiza que los institutos electorales locales fueron las principales instancias implementadoras y promotoras de la Estrategia. Por lo mismo, una de las principales recomendaciones del Comité Externo fue reforzar las alianzas con estas instituciones que administran comicios en las entidades.

 

El derecho al voto es solo una pequeña parte de lo que constituye vivir en una democracia. Por eso resulta pertinente la apuesta de la ENCÍVICA por una ciudadanía integral; es decir, aquella que concibe a las personas como titulares de derechos, prerrogativas y potestades políticas, al tiempo que implica que las y los ciudadanos cuenten con las condiciones suficientes para ejercer sus derechos y cumplir sus responsabilidades.

 

Desde el IEEM celebramos la existencia de una nueva estrategia para la educación cívica y confiamos en que la participación coordinada entre organismos nacionales y locales fortalecerá el desempeño de cada una de las acciones sugeridas en la ENCÍVICA. El fortalecimiento de las capacidades cívicas en México apunta hacia un mejor involucramiento en la democracia y, por tanto, debe ser una prioridad para todas las instituciones.

 

POR AMALIA PULIDO

PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO

@PULIDO_AMALIA

 

Viernes, 19 Julio 2024 09:00

Financiamiento electoral en EUA

En las últimas semanas, el tema de la recaudación monetaria por parte de quienes aspiran a la Presidencia de los Estados Unidos

 

En las últimas semanas, el tema de la recaudación monetaria por parte de quienes aspiran a la Presidencia de los Estados Unidos se ha puesto en el centro de la conversación. En las 24 horas siguientes a que Donald Trump fue declarado culpable de falsear sus cuentas para ocultar un escándalo, sus donantes aportaron 53 millones de dólares a su campaña. El flujo de ingresos no ha parado.

 

En cuanto a la recaudación de fondos, la campaña del Presidente Biden solía ser exitosa, pero a partir de mayo comenzó a perder eficacia. Ello se ha exacerbado desde su participación en el debate, donde algunos posibles contribuyentes dejaron de aportar, como una forma de presión para la sustitución del candidato Demócrata.

 

Si bien todavía no son formalmente candidatos electos, la Comisión Federal Electoral (FEC por sus siglas en inglés) arroja $232.4 millones de dólares recaudados por el equipo Biden y $199.5 por el equipo Trump.

 

Estos datos nos obligan a reflexionar sobre las condiciones de la competencia en una elección millonaria. A diferencia de la legislación mexicana que establece topes máximos de gasto en las elecciones, en Estados Unidos no hay límites generales a las erogaciones.

 

Las hay, sin embargo, al tamaño de los donativos. Una persona puede donar hasta $3,300 dólares al comité del candidato, $10 mil dólares a un comité partidista ó $123 mil dólares al comité nacional partidista para actividades que no sean  específicamente de campaña.

 

Están prohibidas las donaciones de corporaciones, sindicatos, agencias de gobierno y personas extranjeras. En razón de la prohibición mencionada, algunas corporaciones y sindicatos formaron “comités de acción política” (PAC) que, sin ser formalmente el ente prohibido, recaudan donativos de sus miembros. En la legendaria sentencia Citizens United vs FEC, la Suprema Corte decidió que estos comités pueden gastar directamente en publicidad de manera ilimitada “siempre y cuando sus mensajes no estén coordinados con la campaña”.

 
Nació así una fuente de simulación, a partir de la cual suelen difundirse spots que casualmente ocupan los mismos lemas de campaña de quienes compiten por un cargo. Se ha documentado que los super-PAC emanados de esa ejecutoria han recibido millones de dólares y han tenido clara articulación con las campañas.

 

Los excesos en las finanzas de las campañas en EUA merecen una reflexión en cuanto a las posibilidades de participación para quienes no pertenezcan a las élites más favorecidas. Ponen de relieve la importancia del financiamiento público para garantizar que sean el liderazgo y la política los factores que decidan el éxito de una candidatura.

 

Un segundo tema a revisar es la transparencia con que se divulga la información. Los ingresos y los gastos de las candidaturas estadunidenses son reportados en informes periódicos a la FEC y éstos pueden ser revisados a través de su portal. A diferencia del caso mexicano, las transacciones no son capturadas diariamente por los partidos en el sistema de cómputo de la autoridad, de manera que no se puede visualizar la actividad financiera de las campañas en tiempo real.

 

Open Secrets documentó que muchos de los y las embajadores que no provienen del servicio exterior fueron donantes de las candidaturas.

 

También es conocido que algunas de las contribuciones han servido para estimular políticas públicas acordes a los intereses de sus emisores.

 

La elección está por comenzar. Debe leerse -como todas- en función de las decisiones que adopte la ciudadanía a partir de las promesas de campaña. Pero en Estados Unidos los comicios deben analizarse también en clave financiera. En las próximas semanas se verá el impacto que la recaudación de fondos tenga en el desempeño real de las campañas.

 

POR AMALIA PULIDO

PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO

@PULIDO_AMALIA

 

 

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