Las elecciones primarias en Estados Unidos
No es menor que los dos países más poblados de América del Norte renueven su presidencia
No es menor que los dos países más poblados de América del Norte renueven su presidencia y sus órganos de representación política en el mismo año. En Estados Unidos la ciudadanía elegirá a su próximo presidente y renovará la totalidad de la cámara baja junto con un tercio del Senado. También se disputarán cargos locales en 11 estados.
En México, además de la Presidencia, se renovarán 628 cargos federales, 9 gubernaturas y más de 20 mil cargos locales. Nuestros comicios están cronológicamente vinculados. Dedicaré este espacio para comentar los procesos de selección de las candidaturas presidenciales en la unión americana, donde residen más de doce millones de personas nacidas en nuestro país.
La democracia al interior de los partidos no es un tema nuevo y, de hecho, ha sido ampliamente estudiado en la política comparada desde hace varias décadas. Hoy sabemos que los institutos políticos no sólo tienen la función de agregar intereses. También son clave en los procesos de selección y reclutamiento de líderes y futuros funcionarios.
De ahí la necesidad de que haya inclusión y participación en su interior. Las personas líderes y las élites partidistas desempeñan un papel importante en la toma de decisiones. Sin embargo, para que los partidos cumplan sus principales funciones sociales, es crucial que haya mecanismos abiertos a las bases y las militancias.
En algunos países es forzoso que sus partidos decidan las candidaturas en elecciones primarias. Las hay de dos tipos: abiertas y cerradas. En las primeras, la ciudadanía puede participar en la elección de candidaturas de cualquier partido, mientras que en las cerradas cada persona sólo podrá votar en la primaria de su propio partido.
Las primarias norteamericanas son un ejemplo que suele estudiarse entre los procesos de selección de candidaturas.
Quienes aparezcan en la boleta electoral para la Presidencia de los Estados Unidos emanarán de una serie de elecciones primarias a nivel estatal. En cada entidad federativa se asigna un número de delegados/as que representarán a cada candidatura en función de su desempeño en las primarias. Estas delegaciones acudirán a la Convención Nacional, donde se determina oficialmente la nominación que corresponda a cada partido.
Del lado republicano, las encuestas apuntan a que, nuevamente, Donald Trump será su abanderado. Las y los demócratas, por su parte, parecen orientarse a que el presidente, Joe Biden, dispute su reelección en noviembre. Uno y otro han ganado fácilmente en las primarias celebradas hasta el momento.
Hay evidencia que apunta a que procesos de selección interna como estos promueven la participación ciudadana, así como la competencia y la cohesión al interior de los institutos políticos. Estos mecanismos permiten que la contienda intrapartidaria replique los escenarios democráticos previstos en cada marco institucional.
Esto ayuda a garantizar que las y los seleccionados sean representativos de los intereses y las preferencias de las militancias o de las y los votantes, lo que fortalece la legitimidad de su ejercicio en el cargo y del sistema democrático en su conjunto. La diversidad de ideas y enfoques dentro de los partidos, también se ve enriquecida con debates previos.
Debemos estar pendientes del desarrollo de la elección en Estados Unidos. Nuestro vecino y más importante socio comercial tendrá una reconfiguración política de alta envergadura, que sin duda impactará en la relación bilateral entre ambos países. El rumbo que tomen las agendas migratoria y de seguridad – entre otros temas - dependerá de los resultados alcanzados en las elecciones estadounidenses de noviembre, así como de los que en México se alcancen el 2 de junio.
POR AMALIA PULIDO
Presidenta del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM)
La violencia electoral desde la experiencia internacional
El caso colombiano es uno de los más estudiados a la hora de analizar la interacción entre violencia
El caso colombiano es uno de los más estudiados a la hora de analizar la interacción entre violencia y elecciones. Luego de más de 50 años de conflicto, Colombia se ha convertido en un referente internacional en el manejo de la violencia política electoral y restauración a víctimas.
En ese sentido, es de gran utilidad revisar estos aprendizajes, ante el crecimiento en la región de la inseguridad y de los crímenes contra políticos, líderes sociales o activistas. Dedicaré estas líneas para reflexionar en torno a sus principales aportaciones.
El primer elemento por destacar son las circunscripciones transitorias especiales de paz (CITREP). En 2022, por primera vez y luego de los Acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno y las FARC-EP, la ciudadanía colombiana votó por 16 asientos reservados para víctimas del conflicto armado. Algunos de estos territorios no habían tenido comicios en décadas, ante el riesgo de reactivar la violencia.
El reto era doble: garantizar una elección en paz e impedir simulaciones en las candidaturas. Debía asegurarse que estos escaños realmente sirvieran a personas vulneradas durante estos periodos de confrontación. Esto es clave para lograr una realidad política libre de violencia.
Otro aspecto tiene que ver con la logística electoral. El diseño de planes como el “Ágora II” o el “Democracia” son buenos ejemplos. En 2022, mediante la Unidad Nacional de Protección, se establecieron poco más de 4 mil esquemas de protección a candidaturas.
Además, contaron con una Unidad de Recepción Inmediata para la Transparencia Electoral (URIEL), instancia encargada de recibir y dar seguimiento al trámite de las denuncias por violencia política electoral.
También es un ejemplo internacional en materia de colaboración institucional. La URIEL está conformada por el Ministerio de Defensa Nacional, la Policía Nacional, la Unidad de Información y Análisis Financiero, entre otras. Fuera de Colombia, también hay líneas de acción útiles contra la violencia.
Las nuevas modalidades de votación en México son una de ellas. El voto por correo o el electrónico por internet ayudarían a evitar congregaciones que supongan un riesgo de seguridad. También, impedirían que el miedo afecte los niveles de participación en zonas con alta incidencia delictiva. El voto desde el extranjero ha ofrecido valiosas experiencias. Vale la pena explorarlas en territorio nacional.
En el Estado de México, junto con diversas estrategias de gestión de riesgos, estamos impulsando la creación de enlaces directos entre vocalías ejecutivas y las coordinaciones regionales de las autoridades de seguridad. La comunicación es clave para respuestas oportunas.
No son pocos los países en los que las elecciones se desarrollan en contextos de violencia o inseguridad. De ahí la importancia de difundir buenas prácticas internacionales y seguir diseñando mecanismos domésticos para la coordinación. Aún con todas sus áreas de oportunidad, el caso colombiano brinda ideas que vale la pena estudiar y analizar para generar espacios seguros para el ejercicio de derechos político-electorales.
POR AMALIA PULIDO
Presidenta del Instituto Electoral del Estado de México
@pulido_amalia
El modelo electoral de México y Taiwán en 2024
En primer lugar, hay que mencionar que Taiwán posee fórmulas similares a las mexicanas para elegir su presidencia y poder legislativo
En política comparada existen múltiples estudios que analizan a México y Taiwán como modelos clásicos de transiciones en sistemas con partidos dominantes. Desde su primera alternancia en el 2000, mantienen interesantes paralelismos que siguen reinterpretándose elección tras elección. Hace unas semanas, en Taipei, el candidato Lai Ching-te del Partido Democrático Progresista celebró su victoria en los comicios presidenciales. Por su parte, el Kuomintang (KMT) logró impedirle la mayoría legislativa. Este ejercicio democrático tiene importantes lecciones no sólo en política internacional. Compartiré algunos apuntes hechos desde la arista electoral.
En primer lugar, hay que mencionar que Taiwán posee fórmulas similares a las mexicanas para elegir su presidencia y poder legislativo. Esto, sin embargo, no siempre fue así. Luego de su transición, Taiwán optó por un nuevo sistema de repartición de escaños. El esquema de voto único no transferible, implementado hasta 2008, fue sustituido por uno mixto. Dos terceras partes de la cámara son electas por mayoría relativa y el resto a través de listas cerradas de representación proporcional. Esta reforma es un ejemplo clásico de los efectos de la mecánica electoral en la configuración política de los países. Las fórmulas son clave para distribuir el poder entre partidos.
Un segundo elemento tiene que ver con la logística electoral durante la jornada. En ambos casos, las personas siguen utilizando papeletas en centros de votación previamente definidos. Las boletas son escrutadas manualmente y son mostradas al público antes de ser computadas. Las autoridades mexicanas han transitado hacia nuevas modalidades de participación. En Taiwán, sigue sin existir el voto anticipado, el postal o el electrónico por internet. Este 2024, las y los mexicanos podrán registrarse para votar de manera anticipada, y quienes residen en el extranjero, de manera digital y por correo.
El componente ideológico es el tercer punto que quiero destacar. Hoy sigue prevaleciendo el clivaje entre quienes reivindican la nacionalidad taiwanesa y los que apelan al vínculo con la República Popular. El sistema cuenta con opciones que proclaman la independencia y con otras a favor de que China es ‘una sola’. Partidos como el KMT, habían adoptado posturas ambiguas al respecto. Los resultados de los comicios sugieren mayor apoyo a actitudes ideológicamente bien determinadas.
México y Taiwán compartieron similitudes en sus procesos políticos de principios de siglo. Hay, sin embargo, divergencias considerables en materia electoral. El modelo mexicano ha desarrollado valiosas ventajas comparativas. El mundo, desde hace tiempo, voltea hacia nuestra organización comicial para identificar soluciones y mejoras de sus instrumentos. A pesar de todo, hay que reconocer el espíritu democrático de la población taiwanesa: 72% del electorado votó el pasado 13 de enero, sin existir obligatoriedad. Depende de todas y todos nosotros, alcanzar niveles de participación tan altos como esos.
POR AMALIA PULIDO GÓMEZ
@PULIDO_AMALIA
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
La vía independiente
La reforma constitucional de 2012 tuvo como propósito reinstalar la posibilidad de que todos pudieran aspirar a un cargo de elección popular
La ciudadanización de las elecciones es, quizás, la modificación más importante que vivió nuestro sistema electoral durante el proceso de transición democrática. Ello implicó que los cargos clave en el Instituto Federal Electoral y en los locales fueran ocupados por personas sin dependencias gubernamental o hacia los partidos.
A partir de 1996, por ejemplo, el ejecutivo dejó de tener presencia en el órgano de dirección del IFE y las decisiones las tomaron consejerías ciudadanas nombradas por mayoría calificada en el congreso. También se ha consolidado la práctica de que la capacitación y asistencia electoral, así como la integración de las mesas de casilla sean estrictamente ciudadanas.
Cambios de gran calado como éste tardaron en llegar a las candidaturas mexicanas. La reforma constitucional de 2012 tuvo como propósito reinstalar la posibilidad de que todas y todos pudieran a aspirar a un ocupar un cargo de elección popular, independientemente de si un partido político los postulaba o no.
El derecho político a buscar ejercer la representación adquiría entonces universalidad. Desde entonces, las candidaturas independientes han representado un importante mecanismo para maximizar el derecho a ser votadas y votados.
Sin embargo, hay aún áreas de oportunidad para perfeccionar la vía independiente como auténtica herramienta ciudadana de incidencia política. La cantidad de escritos de manifestación que son presentados ante las autoridades hace necesario reflexionar sobre los requisitos actuales que prevé la norma para participar a través de esta figura.
La disminución del número de aspirantes y la baja en la cantidad de registros logrados, deben motivarnos a repensar este esquema y reorientar lo necesario para que no pierda su valor e importancia. Debe revisarse si el número de apoyos necesarios para obtener una candidatura es alcanzable y si las normas de financiamiento permiten una competencia equitativa respecto de las candidaturas partidistas.
La comunidad interamericana ha establecido que el ejercicio efectivo de los derechos ciudadanos constituye un fin en sí mismo y, a la vez, un medio fundamental para que las sociedades garanticen los demás derechos humanos previstos en el Pacto de San José. Las autoridades públicas deben propiciar las mejores condiciones y mecanismos para que dichas prerrogativas puedan ser ejercidas de forma efectiva.
En el Estado de México ya contamos con aspirantes a candidaturas independientes para diputaciones locales y ayuntamientos. Tendrán hasta el 17 de febrero recabar el 3% de la lista nominal de sus demarcaciones en apoyos de la ciudadanía. Luego de ello, podrán solicitar el registro formal de su candidatura.
Las constituciones locales de Sonora en 2005 y Yucatán en 2006, fueron pioneras en abrir este derecho político a toda su ciudadanía. Actualmente, desde lo local, tenemos mucho que aportar para perfeccionar la vía independiente. El diálogo y la discusión públicas serán indispensables de cara a los procesos electorales venideros.
POR AMALIA PULIDO
@PULIDO_AMALIA
CONSEJERA PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
La entidad de las grandes cifras
Este año se elegirán 1,302 cargos locales en el Edoméx, más del doble que los puestos nacionales que se votarán en todo el país
Hoy inicia la elección del Estado de México. El próximo 2 de junio, las y los mexiquenses votarán no sólo por la Presidencia, Senado y Cámara de Diputados; también renovarán su congreso local y ayuntamientos. Por el tamaño de su electorado, extensión territorial, diversidad y potencial económico esta entidad suele despertar alto interés. Casi 13 millones de personas serán llamadas a las urnas, lo que equivale al padrón de 11 estados de la República sumados. Se trata de una elección subnacional de escala país.
Pero no es sólo eso lo que capta de manera creciente la atención pública, sino la manera tan rápida en que sus instituciones se han fortalecido. Apenas hace unas décadas, el comparativismo latinoamericano usaba el caso mexiquense para hablar de disonancias entre el grado de expansión de derechos entre un estado-nación y sus entidades federativas. Hoy el estado más poblado del país cuenta con instituciones modernas que han impulsado el cambio democrático. Compartiré algunas muestras de esta fortaleza institucional.
Este año se elegirán 1,302 cargos locales en el Edoméx, más del doble que los puestos nacionales que se votarán en todo el país. No obstante, esto deberá hacerse en apenas 150 días, pues la ley del estado otorga cuatro meses menos que la elección federal para el desarrollo del proceso. Otras entidades también disponen de tres o cuatro meses adicionales. Llevar a cabo comicios tan grandes en menos tiempo requiere altos niveles de precisión. Tres claves explican cómo se ha fortalecido el IEEM para lograrlo.
Por un lado, la ciudadanización de todos sus órganos de toma de decisión. La próxima semana habrán de instalarse 170 consejos distritales y municipales integrados por vecinas y vecinos de cada municipio o distrito. Si bien su margen de actuación está perfectamente regulado, el IEEM descansa su apuesta por la imparcialidad en estos órganos colegiados. Sólo así es posible mantener una estructura territorial tan amplia que, además, genere confianza en la ciudadanía.
Una segunda clave está dada por los canales de cooperación con el INE Desde 2014 las autoridades nacional y locales actúan conjuntamente para evitar duplicidades. Esta acción conjunta hoy se traduce en convenios de colaboración y planes de trabajo únicos en el mundo.
Pero es la tercera arista la más interesante: la de la mejora continua. Cada elección supera a la anterior. Si bien, en 2023 el Estado de México fue pionero en instrumentar el voto en prisión preventiva en todos sus centros penitenciarios, en 2024 estrenará acciones afirmativas para fortalecer la participación de personas con discapacidad, comunidades indígenas, afromexiquenses y comunidades LGBTTTIQ+. Además, por vez primera en la historia, las y los mexiquenses en el extranjero participarán en la renovación del Congreso local. Las innovaciones no se detienen.
Este año el país evaluará y votará el rumbo político de México. Nuestras instituciones electorales seguirán creciendo para ofrecer cauces al fortalecimiento democrático. El ámbito local está a la altura del reto democratizador. Daremos cuenta de ello en el Estado de México.
POR AMALIA PULIDO
@PULIDO_AMALIA
CONSEJERA PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
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