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Es tiempo de mujeres, hoy ya no es una aspiración, hace apenas 10 años no nos hubiéramos atrevido a imaginar que las mujeres estaríamos integrando, de manera paritaria los espacios de representación en el congreso mexiquense.

 

Si nos remontamos al 2012, previo a la incorporación del principio constitucional de paridad, el congreso local estaba compuesto por 11 mujeres y 64 hombres, la representación de las mujeres alcanzaba el 15% de los espacios, en 2015 con el primer registro de candidaturas atendiendo al principio de paridad la representación de las mujeres fue del 37% de los espacios, en 2018 y 2021 la integración se consideró paritaria con 37 mujeres y 38 hombres.

 

Como resultado del Proceso Electoral 2024, será a partir de septiembre que por primera vez 38 de los 75 espacios de representación estarán ocupados por mujeres. A la par tres mujeres indígenas y una mujer de la población de la diversidad sexual tendrán una curul por acción afirmativa, reconocimiento a la lucha de todas las mujeres, en toda su diversidad, en la integración de espacios de toma de decisión.

 

Para entender las dimensiones de este suceso es necesario conocer las decisiones que la autoridad electoral materializó y que hoy hacen posible que, en unos días, 38 mujeres tomen protesta como legisladoras. 

 

En el IEEM, hemos ido dando pasos decididos para dar a las mujeres que aspiran a un cargo público piso parejo, aprobando mecanismos que permitan no solo la postulación en condiciones de igualdad, sino garantizando que en todas las etapas del proceso se cumpla con el principio de paridad, incluyendo la designación de espacios por representación proporcional; el camino no ha sido sencillo y las resistencias han ido cediendo poco a poco, partiendo de la incorporación del principio de paridad en la normatividad electoral, las reformas para identificar, prevenir y atender la violencia política contra las mujeres por razón de género, así como la expedición de los Criterios para la implementación de acciones afirmativas en la postulación de candidaturas a los distintos cargos de elección popular para la Elección de Diputaciones y Ayuntamientos 2024, permitieron que mujeres de pueblos y comunidades indígenas, afromexicanas, con discapacidad permanente y de la diversidad sexual pudieran ser postuladas para cargos de elección popular.

 

La sociedad mexiquense reconoce en la diversidad e inclusión un nuevo pacto democrático y una mejor distribución del poder, con legisladoras y legisladores que efectivamente representan la pluralidad de ideas y agendas en nuestra entidad, para las generaciones futuras, sin duda, este proceso electoral será recordado como el primero en visibilizar las diferencias y generar acciones para la inclusión, luchando contra estereotipos y caminando hacia un modelo democrático donde todas las voces sean escuchadas.

 

En el IEEM celebramos esta integración histórica, que sea el inicio de una etapa donde cada vez tengamos representantes más plurales, con agendas que respondan a la diversidad de quienes habitamos el Estado de México, refrendamos el compromiso de garantizar que todas las personas tengan el mismo punto de partida para el ejercicio de sus derechos político-electorales.

La violencia política contra las mujeres en razón de género (VPG) en el ejercicio del cargo es una barrera a la que se enfrentan las mujeres, con la que se limita su acceso a espacios de toma de decisión y ejercicio pleno de la función para la que fueron elegidas.

 

Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, el Estado de México presenta la mayor prevalencia de violencia contra las mujeres con 78.7%, aumentando un 3.4% en comparación al 2016, infiriendo que la violencia en el estado ha aumentado en los últimos años en todos sus ámbitos.

 

Durante el proceso electoral 2020-2021, en nuestro país se registraron 343 percances violentos contra candidatas a cargos de elección popular[1]. En el Estado de México, durante ese mismo periodo, tres personas fueron sancionadas por VPG y en el municipio de Atlautla se realizó una elección extraordinaria en 2022, motivada la nulidad por la determinación de conductas de violencia por razón de género contra una de las candidatas.

 

Ante este panorama, desde el IEEM nos sumamos a la iniciativa de la Asociación Mexicana de Consejeras Estatales Electorales, A.C. (AMCEE) de integrar la Red de Mujeres Electas, que nace como un mecanismo de comunicación, intercambio de experiencias y acompañamiento sobre la VPG, a través de la orientación, capacitación y promoción de información.

 

La Consejera Electoral Sandra López Bringas y enlace de la Red de Mujeres Electas en el Estado de México ha promovido, con especial interés, actividades dirigidas a las mujeres que participan en esta Red entre las que destacan, conferencias virtuales, capacitación continua y difusión de material sobre VPG.

 

La creación de espacios de encuentro entre mujeres es una acción primordial que permite compartir experiencias, buenas prácticas, así como dificultades y retos en su participación política, creando las condiciones necesarias para la integración de las mujeres en su diversidad en los lugares de la vida pública y política.

 

Si eres o has sido víctima de violencia política por cuestiones de género, recuerda que no estás sola, acércate a la Unidad para la Coordinación de los Trabajos de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia Política en Razón de Género (UCTIGEVP), te acompañaremos y proporcionaremos las herramientas pertinentes para hacer frente a ella.

 

Invitamos a todas las mujeres que están próximas a conformar la LXII Legislatura del Estado de México, así como a ocupar cargos de elección en los ayuntamientos, presidencias municipales, sindicaturas y regidurías de la entidad mexiquense en el periodo 2025-2027 a inscribirse a través del enlace: https://forms.gle/BeBpG5UjstkeW7pDA.

 

Recuerda que, frente a la violencia política por razones de género, la Red te brinda un lugar seguro, al que puedes acudir cuando lo requieras.

 

 

 

 

[1] Fernández, A. (2023). “Capítulo III. Limitaciones y posibilidades: reflexión, mujeres y política” en Pérez, D. et al. Los feminismos en México. Reflexiones analíticas sobre su potencia histórica y política, Ciudad de México: INEHRM-PUEDJS/UNAM, pp.85-98.

 

El IEEM, además de fungir como órgano garante en la organización de elecciones, así como promotor de la vida democrática de la entidad bajo los principios de certeza, imparcialidad, independencia, legalidad, máxima publicidad, objetividad y paridad, tiene la obligación de organizar y dirigir sus funciones públicas garantizando el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

 

Para este proceso electoral, el IEEM ha concentrado sus esfuerzos en prevenir y atender la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género (VPG) que de acuerdo a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de México, es toda acción u omisión, incluida la tolerancia, que basada en elementos de género se dirige a una mujer por su condición de mujer, le afecta desproporcionadamente o tengan un impacto diferenciado en ella, que tiene como resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres dentro de la esfera pública o privada.

 

En este sentido entre las acciones institucionales para recibir atención e información oportuna y eficaz, se creó el Centro de Atención por Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, que tiene por objetivo brindar apoyo, asistencia y asesoría personalizada a las precandidatas, candidatas, aspirantes, militantes de los partidos políticos, servidoras públicas, periodistas, defensoras de derechos humanos o cualquier mujer que manifieste ser víctima de VPG, en el ejercicio de sus derechos político electorales.

 

Para acercar este servicio a las mujeres mexiquenses que han visto afectados sus derechos políticos electorales, se pone a disposición la línea telefónica de atención directa 722 275 7301, que es atendida por personal de la Unidad Técnica para Atender la Violencia Política contra las Mujeres (UTAVPCM) de la Unidad para la Coordinación de los Trabajos de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia Política en Razón de Género.

 

Si quieres conocer más, te invitamos a consultar el chatbot institucional, disponible en WhatsApp a través del número 722 510 5174, donde ponemos a tu alcance materiales informativos, así como los servicios de apoyo asistencia y asesoría a través de un formulario, el cual genera un registro de solicitud misma que será atendida por personal especializado. 

 

Si eres, o conoces a una mujer que en ejercicios de sus derechos políticos electorales pudiera necesitar de apoyo, asistencia o asesoría sobre VPG, te pedimos compartir esta información, así como acudir al módulo permanente para la atención de VPG que se ubicará en las instalaciones de este instituto el próximo 2 de junio. 

 

¡Es tarea de todas y todos construir elecciones libres de violencia contra las mujeres!

 

La participación política de las mujeres es imprescindible en la democracia del Estado de México. Desde que se reconoció plenamente su ciudadanía, las mujeres han enfrentado condiciones de desigualdad y violencia en el espacio público, factores que han obstaculizado el pleno ejercicio de sus derechos político electorales.

 

De ahí que, con el objetivo de prevenir y erradicar la violencia política contra las mujeres en razón de género (VPG), desde 2018 el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) se sumó al proyecto Red de Candidatas y Red de Mujeres Electas, estrategia de colaboración entre la Asociación Mexicana de Consejeras Estatales Electorales, A.C. (AMCEE) y los Organismos Públicos Locales Electorales, la cual pretende ser un vínculo de apoyo y canal de comunicación para candidatas y mujeres que se encuentren en el ejercicio de un cargo público, a fin de identificar, acompañar y dar seguimiento a probables casos de VPG.

 

Este año, derivado del Proceso Electoral 2024, el Consejo General, mediante el acuerdo IEEM/CG/52/2024, discutió y aprobó el Programa Operativo de las redes, donde se establecieron las líneas de acción y actividades para la difusión, inscripción e integración de mujeres aspirantes a ocupar una diputación local, presidencia municipal, sindicatura o regiduría, y de resultar electas se adhieran en automático a la Red de Mujeres Electas.

 

La Red de Candidatas ofrece herramientas para reconocer y denunciar conductas que vulneran la participación, dignidad y vida de las mujeres que fueron postuladas por un partido político, candidatura independiente, común o coalición para ocupar un puesto de elección popular. Por lo que esta red constituye un espacio seguro donde se circula información oportuna sobre VPG, se intercambien ideas y experiencias respecto a los obstáculos que enfrentan sus liderazgos y se acompañe a probables víctimas de esta violencia. Mientras que la Red de Mujeres Electas, da seguimiento a las mujeres que resultaron designadas por la ciudadanía para ocupar un cargo público, a través de campañas de sensibilización, capacitaciones, actividades formativas, acompañamiento, monitoreo y registro de casos de VPG.

 

La implementación de estas redes en el Estado de México representa un avance significativo respecto a la visibilización de esta problemática y el interés genuino de las autoridades electorales por atender y garantizar la seguridad de las mujeres en política.

 

Actualmente, la Red de Candidatas tiene su registro abierto, si deseas consultar más información o inscribirte da clic en el siguiente enlace:  https://www.ieem.org.mx/UCTIGEVP/violencia_politica/redes.html

 

 

Desde hace siglos, las mujeres se han enfrentado a los efectos que representa la conservación de un modelo de organización que, constantemente las coloca en desventaja al momento de buscar acceder a sus derechos; un sistema que pone a lo masculino por encima de lo femenino y otorga al primero la facultad poco cuestionable de decidir quiénes acceden a la educación, a la política y a la vida pública.

 

Uno de los elementos que permite la subsistencia y reproducción de esta forma de distribuir y otorgar ciertos espacios de participación a las personas, es la permanencia de modelos de crianza tradicionales, basados en los roles y estereotipos de género; estos hacen referencia al papel que deben desempeñar las mujeres u hombres dentro de la familia y la sociedad en general, con base en sus características biológicas, a lo que culturalmente se les ha asociado; por lo que todos sus ámbitos de interacción y desarrollo se ven atravesados por este fenómeno.

 

Las consecuencias de esta visión basada en lo que les corresponde hacer de manera particular a las mujeres, se han trasformado con el transitar del tiempo, dependiendo del contexto histórico, político y económico, pero han conservado algunas características, principalmente la subordinación-renegación al ámbito privado: ellas son, con más frecuencia, las responsables de los procesos de crianza, de los cuidados de personas adultas mayores, quienes se han dedicado de modo exclusivo a tareas domésticas, negándoseles (a partir de ciertos mecanismos intangibles) el acceso a la educación y al trabajo formal, frenando así su desarrollo profesional y laboral.

 

A lo largo de la historia, han existido una serie de movimientos sociales que han buscado romper con ese sistema y las desigualdades que trae consigo; impregnados de teoría y práctica feminista que sentaron las bases para cuestionar lo establecido, con el objetivo de lograr el desarrollo de las mujeres para así alcanzar su emancipación a partir de la desnaturalización de su papel en la comunidad y el acrecentamiento de su participación en el ámbito público.

 

De acuerdo con el Sistema de Consulta de la Estadística de los Procesos Electorales 2000-2022 del Instituto Electoral del Estado de México, durante el año 2012, 14 de los 125 municipios fueron gobernados por mujeres; en el 2015, hubo un aumento a 20

ayuntamientos, para las elecciones del 2018, 39 mujeres encabezaban la presidencia municipal, mientras que en el 2021 resultaron electas 47.

 

Si bien, ha existido un crecimiento, no alcanza ni siquiera el 50% de esos espacios; además se puede notar que, a mayor participación de las mujeres en la vida pública y política, mayores son los índices de violencias de las que son objeto en esa esfera.

 

La labor de frenar estas manifestaciones es una tarea en la que todas las personas deben contribuir desde una visión preventiva, pues es un paso fundamental para lograr un Estado libre, que tenga la posibilidad de reconocer las desigualdades, generar acciones para contribuir a su eliminación y garantizar el ejercicio pleno de todos los derechos. Se han generado avances significativos que se ven reflejados en los diversos ámbitos de nuestra sociedad, pero aún hay cosas por hacer y qué mejor que ponerlo en marcha desde un enfoque crítico, humanista e integral.

 

 

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