Éxito o fracaso, llevar a las urnas la integración del Poder Judicial
La jornada electoral del domingo primero de junio fue distinta a todas las jornadas que hemos vivido, y eso era evidente. Desde el arranque, en el mes de enero, se dijo que nos encontrábamos frente a un proceso electoral inédito e histórico.
Se rompieron paradigmas en la organización de las elecciones y se puso en marcha todo el conocimiento y la experiencia de las personas que colaboran en las áreas técnicas del Instituto Electoral del Estado de México. Las autoridades electorales cumplieron con su facultad y con su obligación.
A nivel nacional, el INE, a través de la consejera presidenta Guadalupe Taddei, dio el resultado de estimación del porcentaje de participación ciudadana, que se realizó con base en una muestra de casillas seccionales y con la definición de los métodos estadísticos pertinentes realizados por especialistas en estadística.
En total transparencia, se mencionó que el porcentaje de votación fue del 13.32%. Por supuesto que, desde diferentes trincheras, se construyen narrativas encontradas: unas que refieren que la elección y la reforma fueron un fracaso, y otras más que fue un éxito, ya que la ciudadanía que participó lo hizo en libertad plena, ejerciendo sus derechos. Ambas consideraciones son válidas, vistas desde la óptica de las convicciones y creencias de cada persona.
Lo cierto es que, de forma objetiva y ante un proceso pionero, vale la pena destacar que estamos obligados en conjunto —autoridades electorales, la clase política de todos los partidos a nivel federal y local, medios de comunicación, sociedad civil y la ciudadanía en general— a reflexionar y mejorar este ejercicio.
La democracia debe considerar todas las visiones; mayorías y minorías deben tener consensos y pensar realmente en el bien común de la sociedad. Yo sí estoy convencida de que es correcto que el Poder Judicial sea conocido por la ciudadanía y se sepa de la importancia que tiene en un sistema de pesos y contrapesos, así como de la labor que desempeñan jueces, magistraturas de diferentes especialidades y, por supuesto, ministros y ministras.
El acierto de la reforma fue poner en la conversación pública a un poder no solo opaco, sino alejado de la ciudadanía. Claro que hay un sinnúmero de aprendizajes y cosas que modificar. Una reforma electoral, tanto en lo federal como en lo local, debe ser impulsada con diálogo y consensos.
Algunos temas a revisar: la posibilidad de considerar elecciones escalonadas; elegir por voto popular solo a la cúpula del Poder Judicial; crear otro mecanismo para la designación de los juzgadores de primera instancia; lectores ópticos en boletas con demasiados cargos, cuidando la integridad y la seguridad; el diseño de boletas más sencillas para el electorado y más incluyentes; financiamiento público o privado; el pautado en redes, con reglas claras; campañas con verdadero piso parejo; los tiempos; el presupuesto; generar una mejor evaluación para elegir a los mejores perfiles. Tenemos mucho que hacer de cara al 2027, que está más cerca de lo que imaginamos.
Votar este 1º de junio
Nos encontramos a escasos cinco días de la jornada electoral del 1º de junio. Mañana concluyen las campañas electorales y la ciudadanía de todo el país tendremos tres días para poder reflexionar nuestro voto.
Desde la aprobación de la reforma, se presentaron fuertes controversias y un choque directo y de gran escala entre el Poder Judicial y el Poder Legislativo.
Información sobre las redes de nepotismo que existían al interior del Poder Judicial fue puesta al descubierto; los altos salarios de funcionarios, particularmente de las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como las redes de apoyo y resolución de conflictos en los que se privilegiaba a las grandes empresas y sus intereses, son solo algunos de los hechos que marcaron el avance y conclusión de la aprobación de la reforma.
Sin dejar de mencionar la reunión que la aún presidenta Norma Piña realizara con tres magistrados del máximo tribunal electoral, a la que acudió el presidente del PRI un día después de la renuncia del magistrado Reyes Mondragón; reunión a la que, de acuerdo con diversos medios de comunicación, los magistrados Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes no fueron informados de que asistiría dicha persona.
Entre estiras y aflojas, con amparos, una serie de suspensiones y posibles multas a consejerías electorales del INE, la organización de la elección llega a un punto culminante en los próximos días, con 19 entidades que se sumaron al ser aprobada la reforma en cada una de ellas, una de ellas el Estado de México.
No ha sido fácil, sobre todo para aquellos institutos electorales que se encuentran carentes de recursos para llevar a buen puerto la elección.
La organización comicial implica recursos económicos y humanos. En el caso mexiquense, la impresión de poco más de 52 millones de boletas en muy poco tiempo y su distribución a los 18 órganos desconcentrados ha representado meses en los que se ha puesto en marcha toda la experiencia de más de dos décadas de realizar elecciones.
En este proceso colaboramos 5,262 personas, de las cuales 2,683 son Capacitadores Asistentes Electorales, quienes contarán los votos de la ciudadanía, junto con las 216 personas que son consejeras propietarias y/o suplentes. Además, participan 1,482 personas eventuales en los órganos desconcentrados y 429 en el órgano central.
El próximo domingo, tú y yo, al igual que los más de 13 millones de votantes en nuestra entidad, recibiremos cuatro boletas en las que elegiremos a personas juzgadoras. ¿Es posible llevar una lista? La respuesta es que la lista no está prohibida, pero lo más importante es que la hayas hecho tú, a partir de herramientas como el sitio Conóceles o los debates que se llevaron a cabo. El voto debe ser libre y secreto.
Finalmente, el resultado de participación ciudadana que arroje esta elección será el principal insumo para el análisis y reflexión de esta reforma y, de ser el caso, las modificaciones que haya que hacer.
Verificación de la 8 de 8 contra la violencia en la elección de personas juzgadoras
El pasado 24 de abril fue aprobado por el Consejo General del INE el procedimiento para verificar que quienes buscan un espacio en el Poder Judicial Federal no hayan incurrido en algún tipo de violencia.
La 8 de 8, como se le denomina, es el resultado de la presencia cada vez mayor de mujeres en espacios de toma de decisión.
Que los conceptos y perspectiva de género sean parte de la vida cotidiana de espacios privados y públicos ha abonado, paulatinamente, a erradicar la cultura androcentrista tan profunda en nuestra sociedad, basada exclusivamente en las necesidades de los hombres y en la construcción de estructuras políticas e institucionales pensadas únicamente en ellos.
De forma permanente decimos que el camino no ha sido fácil, y es cierto: ponerse los lentes violetas, tanto en el Congreso como en las decisiones de la autoridad electoral, nos permite contar hoy en día con antecedentes que contribuyen a evitar que personas que vulneran los derechos de las mujeres arriben a espacios de poder.
Uno de ellos se dio con la aprobación de los lineamientos aprobados por el Consejo General del INE en el proceso electoral 2020-2021, al incluir la declaración 3 de 3, para que los aspirantes a una candidatura, en un formato de buena fe y bajo protesta de decir verdad, manifestaran: no haber sido persona sancionada, condenada mediante resolución firme por violencia familiar y/o doméstica, por delitos sexuales o haber sido deudor alimentario moroso.
Lamentablemente, al ser solo una manifestación, no existía ningún efecto jurídico ni vinculante. Ante ello, las legisladoras, dejando a un lado los colores partidistas, lograron una agenda común y elevaron la medida a rango constitucional el 29 de mayo de 2023.
La reforma al artículo 38 adicionó la fracción VII. En ella se establecieron los supuestos por los cuales una persona es suspendida en sus derechos políticos y, en consecuencia, no puede ser registrada a una candidatura para contender por un cargo de elección popular o ser nombrada para empleo, cargo o comisión en el servicio público.
En el actual proceso electoral de personas juzgadoras, el INE ha implementado su verificación a través de la creación de un procedimiento para comprobar los requisitos de elegibilidad de las candidaturas en un segundo momento, que es al efectuarse el cómputo final para realizar la declaración de validez.
La comprobación de esta 8 de 8 también tendrá que realizarse en los estados en donde se lleva a cabo la elección. En el caso de la entidad mexiquense, tendremos en breve que considerar un procedimiento para dicha revisión.
La participación ciudadana, el desafío en esta elección
Nos encontramos a 19 días de la jornada electoral y el reto sigue siendo mayúsculo en cuanto a la promoción y difusión de la elección extraordinaria del poder judicial.
El tiempo tan acotado para la organización de esta elección ha sido un factor importante que ha puesto una vez más a prueba al sistema electoral en diversos rubros que van desde la geografía electoral hasta la organización de los cómputos de forma diversa a la acostumbrada.
A pesar de ello, la autoridad nacional y las locales hemos avanzado gracias a la experiencia del personal técnico y operativo, sin quienes (hay que decirlo con claridad) difícilmente se podría materializar la elección
En este momento hay personas que trabajan en el desarrollo de los sistemas que utilizaremos para el cómputo distrital., regional y estatal, tanto en el órgano central del Instituto Electoral del Estado de México como en las 18 sedes a donde arribaran los paquetes el 1º de junio, también hay quienes se encuentran en estands promoviendo la plataforma Conóceles para que la ciudadanía pueda contar con información de quienes contienden.
Las personas que fueron designadas en alguna de las vocalías ejecutiva, de organización y capacitación en conjunto a quienes se designó como coordinadores y coordinadoras del secretariado 1 llevan tareas muy relevantes como el conteo, sellado y enfajillado de las boletas electorales que tendremos en nuestro poder el próximo domingo 1º de junio para elegir a las personas juzgadoras que consideramos idóneas para cada uno de los cargos en disputa.
Éstas son solo algunas de las muchas actividades que forman parte del Calendario que aprobamos.
Muy recientemente se firmó un convenio con el Sistema Mexiquense de Medios Públicos lo que sin duda contribuye para que la ciudadanía mexiquense conozca al IEEM y sobre todo que hay una elección en marcha y herramientas para tener un voto informado y razonado; como ejemplo de ello: los foros de debate en los que participaron la mayoría de candidaturas que buscan la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia o ser parte del Tribunal de Disciplina, los cuales se transmitieron en vivo con la señal del sistema.
La participación ciudadana es fundamental en los ejercicios democráticos en los que no solo la ciudadanía ejerce sus derechos político – electorales, sino que además legitima las candidaturas ganadoras y por supuesto el trabajo de la autoridad electoral.
De acuerdo al estudio muestral de la participación ciudadana 2024, 2 el Estado de México es una de las entidades con mayor población y la entidad número 1 de todo el país en lista y padrón nominal con un porcentaje de votación del 63.9% en 2024, aquí nuestro desafío.
El ejercicio del poder desde el liderazgo femenino de la Presidenta Claudia Sheinbaum
El camino que se ha tenido que recorrer para que las mujeres arribemos a cargos de poder ha estado minado, hay que decirlo con claridad, por muchos hombres que han abonado a la construcción de una hegemonía machista-patriarcal impuesta por el género masculino cuyo contenido radica en decir cómo debe percibirse y ejercerse el poder.
Esto es parte del patriarcado, que es mucho más que una cultura androcéntrica de encierros aislados y diferenciados que excluye a las mujeres y disciplina sus cuerpos.
Es una visión antropológica del mundo, una manera de ser y entender las relaciones en sociedad, que se materializa en el propio diseño societario: desde las propias instituciones del sistema político.
El patriarcado, prefigura las relaciones sociales desde la subordinación y desvalorización de lo femenino, porque opera como un sistema de ingeniería social y control sobre la reproducción social de las mujeres1
A pesar de ello, las distintas olas del feminismo han resistido y con esa búsqueda y exigencia de la igualdad sustantiva muchas mujeres hoy nos encontramos ejerciendo cargos de toma de decisiones con relevancia, luchando aún contra ese patriarcado.
Un ejemplo de este avance es la presidenta Claudia Sheinbaum, ella misma tuvo que pasar adversidades y vicisitudes antes de ser designada como la candidata de Morena y partidos aliados, recordemos que fue la única mujer contendiendo internamente con 4 hombres.
Es histórico que nuestro país cuente con ella como la primera presidenta de México. Una mujer con una amplia trayectoria que la respalda desde su participación en temas políticos siendo muy joven en nuestra máxima casa de estudios la UNAM y que en 7 meses de ejercicio no solo ha librado batallas internas y externas que dan claro ejemplo de que las mujeres no solo podemos llegar sino gobernar y tomar decisiones.
En estos últimos días, la presidenta ha dado un claro ejemplo de un liderazgo femenino que no solo impulsa sino materializa una agenda democrática.
Su iniciativa de ley sobre la prohibición del nepotismo nos habla de ello y a pesar de que en el Senado se modificó para aplicarse al 2030, la carta que envió al Congreso efectuado en su partido Morena el pasado domingo 4 de mayo, permite ver que su actuar será decisivo para que muchas mujeres logren desligarse totalmente de los yugos patriarcales y de esa sumisión que ha generado la masculinización de las mujeres en el ejercicio del poder.
Será interesante ver, llegado el momento, si el patriarcado a través de liderazgos masculinos decide no cumplir o impugnar la normativa interna usando sus derechos político electorales como norma y no como principios.
1Rodríguez Prieto, Rafael, Seco Martínez ,José María. “Patriarcado y Política”, Revista Internacional de Sociologia (RIS) Vol. LXIV, No.45, septiembre-diciembre2006, ISSN 0034-9272, pp. 171-196
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