Democracia: representación y rendición de cuentas
Decir que un gobierno es representativo significa que emanó de comicios libres. Las elecciones sirven para castigar o premiar los ejercicios de gobierno
Este 4 de enero oficialmente dio inicio la Elección a la Gubernatura 2023 del Estado de México. En el IEEM tenemos el objetivo de hacer el proceso electoral más íntegro e incluyente de nuestra entidad: una muestra contundente de capacidad institucional y de regularidad democrática para todo el país. A propósito, un par de apuntes para entender su significancia en el contexto actual.
Democracia y representación son conceptos que difícilmente pueden entenderse el uno sin el otro. Decir que un gobierno es representativo, normalmente significa que emanó de comicios libres y abiertos. Con elecciones, la ciudadanía puede conocer diversas plataformas e inclinarse por el proyecto que mejor representa sus necesidades.
El voto también hace que los gobiernos sean responsivos en su actuar y que rindan cuentas a la ciudadanía de sus acciones. En cada elección, las personas emiten un juicio retrospectivo de sus gobernantes. Las elecciones sirven para castigar o premiar los ejercicios de gobierno.
En ese sentido, para que funcionen como un auténtico mecanismo de representación y rendición de cuentas, las reglas del juego democrático deben basarse en la equidad, libertad y transparencia. Las autoridades debemos garantizar que ciudadanía y actores políticos puedan ejercer sus derechos plenamente, sin que nadie esté por encima de la ley.
Por ello, debemos preservar y defender el elemento distintivo de los organismos electorales en México: su independencia respecto del poder público. Las decisiones comiciales no pueden tomarse en circuitos políticos o financieros lejos del escrutinio ciudadano. En el IEEM, lo tenemos claro y estamos organizando una elección libre de cualquier tipo de injerencias, completamente independientes.
Asimismo, como en todas las elecciones organizadas en el país, los tribunales son un pilar importante para proteger los derechos políticos de las personas, así como para garantizar adecuados controles de constitucionalidad y convencionalidad.
Nuestro sistema electoral es un concierto ejecutado por entidades autónomas, independientes entre sí y, sobre todo, profesionalizadas. Pero no sólo depende de las instituciones que los procesos electorales sean un ejercicio de escrutinio ciudadano. Precisamente, la participación e involucramiento de la sociedad civil es clave para tener comicios confiables y legítimos.
Por ello, invito a todas y todos mis lectores a que se inscriban para participar como observadoras y observadores electorales. Su presencia es vital para el fortalecimiento de la función electoral de nuestro país.
Tomó décadas de evolución democrática que la renovación del poder político se realice de frente a la ciudadanía. Hoy, las y los mexiquenses pueden tener certeza de que el domingo 4 de junio, el IEEM protegerá y contará a cabalidad cada voto. Participemos en cada etapa del proceso. Es nuestra elección.
POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA
Implementar la Reforma
No se ponen en riesgo las elecciones 2023. Los mexiquenses tendremos la elección más íntegra de la historia
Todas las leyes son perfectibles, incluidas las electorales. El hecho de que éstas hayan conseguido años de estabilidad no es indicativo de que sean perfectas, sino de que lograron equilibrios entre los actores políticos importantes. Hay espacio de mejora.
Me parece que uno de los principales aspectos a resolver se encuentra en la capacidad de las normas para representar adecuadamente a la pluralidad del espectro social. Hay grupos poblacionales que no encuentran las condiciones materiales para presentarse a sufragar o que no han tenido una representación suficiente en congresos y ayuntamientos. Para muestra, un botón: ningún migrante eligió a las diputaciones que en la actualidad les representa.
El actual modelo de administración electoral no ha aprovechado del todo la infraestructura de los institutos electorales de los estados. Se atraen funciones que bien pudieran ser desempeñadas a nivel local.
Además, en México siguen siendo excesivamente costosas las campañas que llevan a cabo los partidos y candidaturas, así como la administración electoral. Los inesperados recortes presupuestales que han sufrido algunos organismos no han arreglado el problema: lo han agravado.
En ese contexto, es encomiable que haya iniciativas que pretendan mejorar las leyes electorales mexicanas. Hoy tenemos uno de los sistemas más sofisticados del planeta, precisamente por el desempeño de las reformas que se han llevado a cabo desde los años noventa. Somos productos de las reformas.
Dos aspectos distinguen a la reforma aprobada en noviembre pasado de sus antecesoras. Por un lado, el hecho de que no se haya consultado la opinión técnica de los organismos administrativos o jurisdiccionales. Por el otro, la falta de consenso entre las principales fuerzas políticas.
Si bien ambos temas tendrán efectos, me referiré exclusivamente al impacto sobre la administración comicial en el plano local. La reforma reorganiza las actividades de los institutos electorales en dos grandes áreas. Además, limita el tamaño máximo de los órganos desconcentrados que pudieran depender de estos institutos.
Las autoridades administrativas de los estados deberemos hacer un estudio organizacional serio y profundo sobre la manera de implementar estas nuevas disposiciones. Habrá que ver cómo reorganizar recursos para atender esta obligación de ley, en el entendido de que nuestros aliados naturales – los consejos distritales del INE – estarán sufriendo al mismo tiempo la merma resultante de haber perdido vocalías.
Aun con ello, las reformas no ponen en riesgo las elecciones 2023. Las y los mexiquenses tendremos el próximo año la elección más íntegra de la historia. No sólo porque la reforma entrará en marcha hasta después de la elección de gubernatura, sino también porque habremos de llevar a cabo los estudios técnicos para implementarla con responsabilidad y bases científicas, en forma pausada y previa al proceso comicial 2024.
POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA
Implementar la Reforma
No se ponen en riesgo las elecciones 2023. Los mexiquenses tendremos la elección más íntegra de la historia
Todas las leyes son perfectibles, incluidas las electorales. El hecho de que éstas hayan conseguido años de estabilidad no es indicativo de que sean perfectas, sino de que lograron equilibrios entre los actores políticos importantes. Hay espacio de mejora.
Me parece que uno de los principales aspectos a resolver se encuentra en la capacidad de las normas para representar adecuadamente a la pluralidad del espectro social. Hay grupos poblacionales que no encuentran las condiciones materiales para presentarse a sufragar o que no han tenido una representación suficiente en congresos y ayuntamientos. Para muestra, un botón: ningún migrante eligió a las diputaciones que en la actualidad les representa.
El actual modelo de administración electoral no ha aprovechado del todo la infraestructura de los institutos electorales de los estados. Se atraen funciones que bien pudieran ser desempeñadas a nivel local.
Además, en México siguen siendo excesivamente costosas las campañas que llevan a cabo los partidos y candidaturas, así como la administración electoral. Los inesperados recortes presupuestales que han sufrido algunos organismos no han arreglado el problema: lo han agravado.
En ese contexto, es encomiable que haya iniciativas que pretendan mejorar las leyes electorales mexicanas. Hoy tenemos uno de los sistemas más sofisticados del planeta, precisamente por el desempeño de las reformas que se han llevado a cabo desde los años noventa. Somos productos de las reformas.
Dos aspectos distinguen a la reforma aprobada en noviembre pasado de sus antecesoras. Por un lado, el hecho de que no se haya consultado la opinión técnica de los organismos administrativos o jurisdiccionales. Por el otro, la falta de consenso entre las principales fuerzas políticas.
Si bien ambos temas tendrán efectos, me referiré exclusivamente al impacto sobre la administración comicial en el plano local. La reforma reorganiza las actividades de los institutos electorales en dos grandes áreas. Además, limita el tamaño máximo de los órganos desconcentrados que pudieran depender de estos institutos.
Las autoridades administrativas de los estados deberemos hacer un estudio organizacional serio y profundo sobre la manera de implementar estas nuevas disposiciones. Habrá que ver cómo reorganizar recursos para atender esta obligación de ley, en el entendido de que nuestros aliados naturales – los consejos distritales del INE – estarán sufriendo al mismo tiempo la merma resultante de haber perdido vocalías.
Aun con ello, las reformas no ponen en riesgo las elecciones 2023. Las y los mexiquenses tendremos el próximo año la elección más íntegra de la historia. No sólo porque la reforma entrará en marcha hasta después de la elección de gubernatura, sino también porque habremos de llevar a cabo los estudios técnicos para implementarla con responsabilidad y bases científicas, en forma pausada y previa al proceso comicial 2024.
POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA
Coordinación y supervivencia de las instituciones
El convenio INE-IEEM es una ruta de navegación para realizar, en tiempo y forma, los preparativos de la elección del próximo 4 de junio
Fue Kenneth Shepsle el politólogo estadounidense que ideó una metáfora útil para entender las instituciones: el juego de las “escondidillas”. Este ejemplo es útil porque, aunque conocíamos las reglas, todas y todos vivimos conflictos luego de que alguien las rompía o modificaba de último momento. Estas diferencias, si eran resueltas, fijaban criterios para juegos futuros. Otras veces, hacían que nadie quisiera jugar sin reglas claras o en condiciones injustas.
Este recurso nos ayuda a entender las instituciones como reglas que mejoran la cooperación entre actores y que facilitan la puesta en práctica de sus acuerdos. En ese sentido, la administración de elecciones en México ilustra por qué importan las instituciones.
La legislación indica que, para cada proceso electoral local, se suscriba un Convenio de Coordinación en el que el INE y el instituto electoral correspondiente precisen reglas y definan sus actuaciones esperadas. Hoy se suscribirá el que corresponde a la elección 2023 en el Estado de México.
Hacer elecciones siempre es complejo. Más aún cuando el llamado a las urnas es para 12.6 millones de personas. En el pasado, la coordinación entre la autoridad federal y la local no era tan exhaustiva: giraba en torno a la gestión del listado nominal. No obstante, a partir de la reforma 2014 realizamos múltiples actividades conjuntamente.
Por citar ejemplos, en materiales y documentación electoral, en la preparación del PREP o en la atención a la observación hay tramos de control que corresponden a una y otra instancia. Vale la pena ponerse de acuerdo.
El convenio INE-IEEM es una ruta de navegación para realizar, en tiempo y forma, los preparativos de la elección del próximo 4 de junio. De esta manera, las dos autoridades administrativas más grandes del país en materia electoral evitamos la duplicidad de funciones y garantizamos la calidad de los comicios. Es una herramienta logística importante, dados los tiempos milimétricos de cada subproceso y la heterogeneidad de la normativa electoral a nivel local.
Los convenios deben ser particulares para cada elección. Conviene reflejar la circunstancia específica de cada momento, geografía, normativa y circunstancia política.
En el caso de la elección mexiquense 2023 hay innovaciones, como la inédita posibilidad de votar en forma presencial desde cuatro sedes consulares en el extranjero. También por vez primera en el Estado de México, las personas en prisión preventiva tendrán la posibilidad ejercer su derecho humano al sufragio. Asimismo, las personas con alguna discapacidad podrán votar en forma anticipada, o bien con ayuda de las urnas electrónicas que se instalarán en 150 casillas.
INE y IEEM haremos de la elección de gubernatura 2023, un ejemplo de calidad e integridad electoral. En México, organizamos elecciones libres y equitativas porque los comicios los hacen las y los ciudadanos.
POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA
Proteger los derechos de las mujeres
Las mujeres de todos los países hemos experimentado violencias como el maltrato psicológico, el acoso callejero o el hostigamiento laboral
Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Ésta es una crisis profunda que se extiende globalmente. Un dato ilustra su gravedad: en el mundo, una mujer o una niña mueren a manos de un miembro de su familia cada 11 minutos.
El 25 de noviembre nos unimos internacionalmente a reflexionar en torno a la violencia de género. La fecha se eligió al ser el día del asesinato de las hermanas Mirabal, por parte del régimen de Trujillo (Rep. Dominicana, 1960). Atentados como éste, ponen al descubierto que las mujeres somos vulnerables en múltiples ámbitos de la vida: el familiar, de pareja, el escolar, el laboral y el comunitario.
Las mujeres de todos los países hemos experimentado violencias como el maltrato psicológico, el acoso callejero o el hostigamiento laboral. Hay casos con consecuencias inimaginables, tales como la mutilación genital o el matrimonio infantil.
En México, la situación no es distinta. Datos del SESNSP indican que, en 2021, 10 mexicanas fueron asesinadas en promedio al día. Del mismo modo, la ENDIREH 2021 del INEGI arrojó que 7 de cada 10 mujeres han experimentado a lo largo de su vida al menos un incidente de violencia.
En ese contexto, la lucha por la igualdad sustantiva en espacios de toma de decisiones sigue enfrentando difíciles obstáculos. Por eso es relevante que México tipificó la violencia política de género, entendida ésta como aquellas acciones u omisiones que tengan por objeto o resultado limitar, anular o menoscabar el ejercicio efectivo de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres.
Esta definición ayuda a distinguir acciones que se dirigen contra las mujeres “por el hecho de serlo”, o bien casos en los que los efectos sobre las mujeres son significativamente superiores a los que ocurren sobre los varones.
Erradicar la violencia, por tanto, requiere instituciones sólidas y sensibles a la problemática de género. Ello, igualmente, se traduce en mantener al interior de las organizaciones relaciones laborales sanas.
Por eso, algunos organismos electorales han desarrollado políticas para enfrentar la violencia que se pudieran suscitar en su interior. En el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), por ejemplo, aprobamos el Protocolo para la Prevención, Atención y Seguimiento de casos de Acoso y Hostigamiento Sexual y Laboral.
Gracias a esta herramienta, ninguna mujer en nuestro instituto verá obstaculizado su desarrollo personal y profesional, por demandar una vida laboral libre de violencia. Es nuestro propósito dejar firmes pilares en la vida institucional del Estado de México que promuevan entornos seguros y equitativos para las servidoras públicas electorales. La violencia es un lastre que ha frenado el avance de muchos liderazgos femeninos.
Hoy, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde el IEEM hago un llamado para seguir defendiendo la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. Aseguremos la construcción de un mundo donde el ser mujer no signifique un destino de discriminación y violencia.
POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA
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