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A propósito de estar cercanos a conmemorar el 71 aniversario del sufragio de las mujeres en México, recordamos las luchas feministas que derribaron desigualdades para erigir las bases democráticas del país.

 

En el México del siglo XIX, en contraste con los movimientos feministas que se arraigaban en países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos, la discusión se daba en torno a la unidad nacional y a la creación de un sistema político, lo que generó limitantes a la participación de las mujeres. Increíble que aun cuando la lucha de mujeres puede retratarse en la historia nacional con figuras como la de Sor Juana Inés de la Cruz, sus esfuerzos no se materializaban ni en la insurgencia y tampoco en la Revolución Mexicana con resultados inmediatos.

 

Pese al papel de las mujeres en procesos de transformación nacional, el reconocimiento como ciudadanas y en consecuencia el derecho a sufragar se reconoció tardíamente, por lo que cobra sentido la afirmación “las mujeres hicieron la Revolución, pero la Revolución no les hizo justicia”, sino hasta años más tarde.

 

Si bien, el 17 de octubre de 1953, representa una fecha icónica en la historia de México por publicarse el decreto que reforma los artículos 34 y 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el cual se aprobó el reconocimiento de la igualdad jurídica de la mujer frente al hombre y la ciudadanía plena de las mexicanas, los esfuerzos de las mujeres por acceder a una participación política plena se advierten durante largos años.

 

Destacan las figuras de las sufragistas, como las Admiradoras de Juárez con Eulalia Guzmán, Hermila Galindo y Luz Vera, cuyo objetivo era la obtención del derecho al sufragio.

 

A finales del año 1916, Hermila Galindo envió al constituyente la solicitud del reconocimiento de los derechos políticos para las mujeres, sin embargo, al redactarse la Constitución de 1917 nos encontramos con la negación del voto femenino.  

 

Los años veinte estuvieron marcados por el fortalecimiento de las clases medias y del aspecto educativo a favor de las mujeres, destacando la figura de féminas dedicadas a la enseñanza, que fundaron organizaciones como el Consejo Feminista Mexicano de Elena Torres y Refugio García y la Unión de Mujeres Americanas liderada por Margarita Robles de Mendoza.

 

En 1937 el presidente Lázaro Cárdenas envió a la Cámara de Senadores la iniciativa de ley para reformar el artículo 34 constitucional, siendo esté el primer gran paso para que las mujeres adquirieran la condición de ciudadanía y con ello el reconocimiento pleno de sus derechos políticos.

 

Los esfuerzos de las mexicanas para obtener la calidad de ciudadanas persistieron y fue hasta el 2 de diciembre de 1952 cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines, presentó una iniciativa de reforma constitucional que planteaba conceder la plena ciudadanía y el derecho del voto a la mujer de manera universal.

 

En 1953, México dio un paso enorme en la construcción de la democracia a través del reconocimiento universal del voto, sumando así, a quienes habían sido excluidas en la participación política: las mujeres. Con la aprobación de la reforma constitucional, se abría una puerta para que las mexicanas buscaran el reconocimiento integral de sus derechos político electorales.

 

En 1955 se renovaron diputaciones federales, por lo que las mujeres salieron de sus espacios a emitir su voto. Al respecto, la primera mujer en depositar su boleta con la que emitiría el sufragio, fue doña María Izaguirre de Ruiz Cortines, enmarcando así, un periodo nuevo en donde las mexicanas entraron a formar parte de la vida política del país.

 

Con la reforma a la Constitución Federal efectuada en 1953 se estableció una igualdad legal para ambos sexos, sin embargo, continúan existiendo tareas pendientes e impostergables para consolidar nuestro sistema democrático a casi 71 años de este hito.

 

Los últimos años parecen ser esperanzadores porque los techos de cristal por fin parecen romperse, hoy el principio de paridad tiene reconocimiento constitucional y las mujeres logran ocupar espacios en la toma de decisiones públicas, a 71 años del reconocimiento del voto de las mujeres, México tiene a la Primera Presidenta Constitucional.

Sin duda ¡es tiempo de las mujeres!

La reforma constitucional que reformo, adiciono y derogó diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia política-electoral del 2014, en donde se modificó -entre otros- el artículo 83, entró en vigor el 1º de diciembre de 2018, estableciendo una nueva realidad política que se aplicara por primera ocasión el 1º de octubre de 2024, dado que es el cambio de banda presidencial en el gobierno mexicano.

 

¿Qué que celebra el primero de octubre en México?

 

El próximo martes primero de octubre, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo asumirá la titularidad del gobierno de México, después de las elecciones del dos de junio, donde logo una abrumadora victoria con más de 35.9 millones de votos.

 

Con lo anterior, manifestamos que se rompe un hito histórico puesto que, por primera vez en la historia de México, tomara la banda presidencial una mujer, por lo que la igualdad se materializa y se rompen techos de cristal en materia de género.  

 

No podemos pasar desapercibido que también el año pasado en la entidad mexiquense se eligió a la primera gobernadora de esta entidad, con esto podemos decir que es tiempo de las mujeres y para las mujeres, por lo que en cada proceso electoral es más notoria la presencia de candidatas y su acceso a cargos de toma de decisión en el ámbito público.  

 

¿Cuál es la relevancia de la citada reforma?

 

La trasmisión del Poder ejecutivo o en términos coloquiales, el cambio de la banda presidencial, es un momento de descanso, reflexión y preservación de la herencia cultural, cívica y política, para que la nación sea una en torno a la celebración de la democracia y la estabilidad política, económica y social de México. Por ello la importancia de armonizar la Ley Federal del Trabajo con la disposición constitucional.

 

Es decir, de incluirse el primero de octubre como día feriado para los trabajadores, para que en caso de que una persona labore en la citada fecha, tenga derecho a recibir su salario diario más un pago adicional equivalente a un salario doble.

 

¿Por qué el 1 de octubre?

 

La determinación de mover al primero de octubre la trasmisión del Poder Ejecutivo Federal no fue una decisión al azar. La modificación se debe al plazo extenso que tenía México entre la elección presidencial y la toma de protesta de la persona ganadora.

 

Este fue quizá el factor más decisivo. Hasta la reforma constitucional, el país contaba con un plazo amplio (seis meses) entre la jornada electoral y el cambio presidencial.

 

Un dato curioso y a manera de ejemplo en economías como Hungría o Portugal, es que los mandatarios asumen funciones ocho días después de haber sido electos.

 

La transición gubernamental era otro elemento que necesitaba ser retomado, pues su excesiva duración estaba eficacia a las acciones del gobierno entrante e impedía al presidente de la República incidir de manera decisiva en la confección del presupuesto para su primer año de mandato, indica un análisis del gobierno federal.

 

De esta manera, señala el documento informativo, el presidente entrante tendrá tiempo suficiente para formular y presentar su propuesta de Ley de egresos y de Presupuesto de Egresos de la Federación, esto influye no solamente en la calidad de dichas propuestas, sino que permite que los legisladores cuenten con un mayor tiempo para analizarlas y discutirlas, así como garantizar un ejercicio presupuestal sin sobre saltos innecesarios.

 

Como se puede apreciar en líneas anteriores al realizarse el cambio de gobierno al primero de octubre pudo ser una estrategia para que el nuevo gobierno pueda analizar a detalle el tema presupuestal, pues bien, económicamente denota gran importancia para tomar las riendas de una nación, pues si se plantean mecanismos económicos eficientes ayudaran a que el Estado Mexicano tenga vías de desarrollo estables en este aspecto.  

 

Por último recuerda que este primero de octubre es día feriado, ya establecido y reconocido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en la Ley Federal de Trabajo y esto se debe a la transición del gobierno federal, por lo que involucrarte en la vida política de tu país y analizar esta nueva transición de gobierno, no estaría de más.

 

En el Estado de México la Legislatura se renueva cada 3 años mediante sufragio universal, libre, secreto y directo y se conforma de la siguiente manera:

 

  • 45 Diputados por el principio de Mayoría Relativa
  • 30 Diputados por el principio de Representación Proporcional

Dando un total de 75 diputados

 

El artículo 46 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México establece que la legislatura se reunirá en sesiones ordinarias 2 veces al año iniciando el primer periodo el 5 de septiembre, concluyendo el 18 de diciembre; el segundo periodo comprenderá del 31 de enero hasta el 15 de mayo; por lo que la LXII Legislatura del Estado de México comienza a partir de éste jueves 5 de septiembre.

 

El pasado 9 de junio las consejeras y el consejero del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México realizaron un arduo trabajo para emitir el acuerdo IEEM/CG/163/2024 en el que se declaraba la validez de un legislatura paritaria en acatamiento al mandato de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el precedente SUP-REC-1524/2021 para que, cada legislatura –al estar conformada por número impar– sea alternada en cuanto a mayormente hombres o mujeres, dándonos como resultado un total de 37 diputados y 38 diputadas.

 

Sin embargo –y como es de esperarse– diversas fuerzas políticas interpusieron juicios y recursos que fueron resueltos por el TEEM y la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo que, si bien no altero el total de curules repartidos por género, sí modificó el total de curules correspondientes por partidos políticos; siendo así como se acredita una legislatura paritaria después de un largo análisis y algunos reajustes.

 

Cabe resaltar que en esta Sexagésima Segunda Legislatura –por un curul más – estará conformado con más mujeres, lo que de cierta manera comienza a saldar la deuda histórica que se tiene con los derechos político electorales de las mujeres; aunque ello no significa que los esfuerzos están completos y que los trabajos en favor de ellas no deben continuar, pues han sido años de lucha a efecto de impulsar su participación en el espacio público y cuando más en el político por lo que hace a los cargos de tomas de decisiones.

 

Nuevos retos se avecinan y las reflexiones deben permear para que la paridad pueda considerarse en todo y podamos sumarnos en la lucha contra la violencia política en razón de género que parece ser el costo que aun muchas mujeres afrontan.

El presente año será recordado como uno de los mas concurridos hablando electoralmente, ya que cerca de la mitad de la población a nivel mundial celebró o se encuentra celebrando elecciones en su país, haciendo de esto una connotación positiva de que gradualmente se están consolidando y fortaleciendo sistemas democráticos alrededor del mundo. Es importante mencionar que la democracia no implica únicamente la celebración de elecciones, sino, además, la promoción de una cultura cívica, participación ciudadana, fortalecimiento institucional y promoción de una cultura política basada en valores democráticos.

 

Bajo este contexto, cabe señalar que la inteligencia artificial como objeto de estudio ha cobrado relevancia en diversas disciplinas encargadas de explicar cómo este conjunto de tecnologías simplifica y/o sustituyen algunas de las actividades mas complejas que realizaba el ser humano hace un par de años, como el análisis de datos, comprensión y creación de textos, diseño de imágenes, traducciones, programación, etc.  

 

El ser humano es un individuo que posee una carga ideológica y simbólica respecto a diversos ámbitos e instituciones de vida, por ejemplo; la familia, el gobierno, la económica, la política etc. Es por ello que constantemente se encuentra conformando nuevos criterios personales y colectivos en función de la influencia o acercamiento que tiene con estructuras como lo son medios de comunicación, televisión, redes sociales, religión, amigos, familia y especialmente cuestiones que involucran la política.

 

Así, la cultura política es entendida desde la teoría de Gabriel A. Almond y Sidney Verba como una serie de posturas y actitudes relativas al sistema político que estructuran el pensar de la ciudadanía respecto a la vida política de su entorno, sin embargo, este es un elemento que debe ser analizado y discutido respecto a la posible configuración de elementos que influyen en la cultura política que se basa en la participación de la inteligencia artificial y en la conformación de valores que tienen injerencia en la toma de decisiones del electorado. Resaltando que esta, no solo la construyen las y los ciudadanos si no también las instituciones que conforman el sistema político y democrático.

 

Los escenarios que actualmente plantean los expertos en la materia es que esta tecnología progresivamente va a influir en nuestro ámbito de vida (laboral, social, económico, amoroso e incluso político) es por ello que es necesario hacer un importante énfasis en como los valores y/o posturas que poseemos respecto a nuestro sistema político pueden ser moldeados con una simple consulta en uno de los navegadores de estas tecnologías o como los algoritmos que son creados e impulsados por diversos actores y/o corporaciones en masa con ayuda de la Inteligencia Artificial impactan en los valores que poseemos respectivamente.

 

Los grandes corporativos tecnológicos actualmente buscan brindar certeza de que sus servicios no promueven una tendencia o postura sobre una determinada ideología impulsando acciones tales como  el “Tech Accord to Combat Deceptive Use of AI in 2024 Elections”, un acuerdo celebrado en Múnich, Alemania por los grandes corporativos de IA como OpenAI, Microsoft, Google, IBM, entre otros más, que tiene por objetivo combatir la posible desinformación y uso malicioso de la IA en los procesos electorales que se encuentran desarrollándose alrededor del mundo y que pueden tener un impacto significativo en millones de votantes.

 

No obstante, estos son claros antecedentes de que hay una preocupación global de injerencias -positiva o negativa- de los gigantes de la inteligencia artificial en la aparición de nuevos elementos que pueden interferir de forma significativa en próximos procesos electorales, lo que deberá ser objeto de estudio en lo subsecuente.

La instauración de acciones afirmativas, devienen de la búsqueda y reconocimiento de aquellos grupos que han sido vulnerados en el ejercicio de sus derechos, siendo víctimas de actos discriminatorios y desigualitarios, tal es el caso de personas integrantes de los siguientes grupos: comunidad LGBTIQ+, discapacitados, afromexiquenses y personas pertenecientes a los pueblos y comunidades indígenas, quienes el pasado 2 de junio, jugaron un papel fundamental en las elecciones, logrando por primera vez su participación y con ello visibilizando sus derechos político electorales, en esta deuda histórica que se tenía con ellos.

 

En consecuencia, para poder lograr materializar la representación de estos grupos que han buscado el reconocimiento de sus derechos en materia político-electoral, el Instituto Electoral del Estado de México, en su acuerdo IEEM/CG/132/2023, emitió criterios para la implementación de acciones afirmativas en la postulación de candidaturas a los distintos cargos de elección popular para la Elección de Diputaciones y Ayuntamientos 2024, con la finalidad de hacer realidad la igualdad y, por tanto, compensar o remediar una situación de injusticia, desventaja o discriminación en estos grupos a efecto de alcanzar una representación o un nivel de participación equilibrada.

 

De esta manera, se pretende -de quienes han sufrido marginación, denigración y desigualdad- no solo su participación en la postulación de candidaturas, sino que también a través de su instauración en los distintos cargos de gobierno de los que resultaron electos, sigan aportando y sumando mecanismos que ayuden al grupo que pertenecen, además de integrarse a la toma de decisiones de todo cuanto acontece y es menester de la población a la que representarán.

 

No menos importante, es que, aun con avances como los concretados con el acuerdo al que se ha hecho referencia, la sociedad, aun les adeuda mucho; no obstante, los logros han sido considerablemente significativos en comparación con la historia democrática en la entidad, razón por la cual se sigue trabajando, ejemplo de ello es las acciones del Partido Verde Ecologista de México, al integrar en su plataforma estrategias, propuestas y objetivos encaminados a su inclusión y a la tutela de sus derechos.

 

Ante esta realidad, no basta con haber cumplido con las cuotas solicitadas por la autoridad, pues ahora el compromiso es más grande ya que quienes lograron obtener un espacio tienen la oportunidad de realizar importantes cambios y mejoras con sus grupos y la sociedad misma, por lo que surgen interrogantes importantes como ¿Qué sigue para estos grupos? ¿Cómo materializarán su agenda de trabajo?

 

Los retos son muchos, pero el futuro deviene con compromisos que deben hacerse realidad, la inclusión de estos grupos es un paso importante para la historia mexiquense, hoy más que siempre se debe seguir avanzando por esta senda y adoptar medidas cada vez más efectivas para erradicar la discriminación y en consecuencia materializar el principio de igualdad en nuestra sociedad.

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