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Martes, 12 Julio 2022 00:05

Análisis del artículo “Valores, Formación Moral y Eficacia Escolar” de Bonifacio Barba Casillas

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En esta ocasión decidí apartarme un poco de la materia electoral y abordar un tema que estimo central para la vida de un ser humano, en lo personal y en su vida en sociedad.

 

Se puede entender a la ética como la actitud que tiene una persona o una sociedad frente a determinados valores. De ahí que considero que la ética no se constriñe al actuar individual de una persona frente a la colectividad, sino que se ocupa, además, de la situación socio cultural del medio en que se desarrolla cada ser humano.

 

Por esa razón, la definición dada por Paul Ricoeur en su obra “Approches de la personne”, me parece la más acabada al insertar a la ética en el plano personal, social e institucional: "deseo de una vida cumplida --con y para los demás-- en instituciones justas", esto es (1) Deseo de una vida cumplida: ¡Ah! ¡si pudiera vivir bien, bajo el horizonte de una vida cumplida y en este sentido feliz! El elemento ético de este deseo puede estar expresado mediante la noción de estima de sí mismo; (2) con y para los demás: el requisito ético más profundo es el de la reciprocidad que instituye al otro como mi semejante y a mí mismo como el semejante del otro; (3) en instituciones justas: concebir toda institución como un esquema de distribución cuyas partes por distribuirse son no sólo bienes y mercancías, sino derechos y deberes, obligaciones y cargas, ventajas y desventajas, responsabilidades y honores”[1].

 

Ahora, en el entendido de que la ética se encuentra inmersa en el actuar de la persona en su individualidad, sentirse parte de una sociedad y considerar a los otros como semejantes y dentro de las instituciones como la distribución de derechos y deberes; el artículo de Barba Casillas aborda un tema trascendental en la ética institucional del sistema educativo: la eficacia escolar.

 

Uno de los elementos para lograr la eficacia escolar, no solo para la educación escolarizada, sino para el desarrollo personal en general es la ética y la formación en valores.

 

Nos plantea como problema principal la separación que se da entre la instrucción que se imparte en las escuelas, con base en un proyecto político liberal y el desarrollo personal y social del individuo (“la educación debe orientarse por la democracia, la dignidad de la persona y el interés general de la sociedad”). Estas características sólo se pueden generar si existe una serie de valores bien cimentados en el estudiante.

 

Refiere que la eficacia escolar debe tender al desarrollo humano, para lo cual debe tomar una perspectiva moral, esto es, la escuela debe dar la oportunidad de formar al alumnado en valores y ser su principal promotor.

 

Por lo que hace a la educación superior, sostiene que particularmente las universidades públicas han sido de los pocos ámbitos en donde se presenta una participación política y una verdadera voz de crítica al sistema político.

 

Por lo que del resultado de dicha crítica se hizo patente la necesidad de dar atención a los valores y a la formación moral de los estudiantes, poniendo en relieve los problemas sociales, políticos y educativos del país.

 

Se advirtió que los valores en la educación aparecen diversificados y dispersos en las currículas pero inmersas en otras materias como democracia, medio ambiente, formación cívica, etc., pero sin una especificación a la moral o a la ética.

 

Todos estos problemas tienen su reflejo en la educación superior y propone como solución la creación de programas que tengan como fin mejorar la formación humana, es decir, hacer mejores personas y no solamente seres instruidos.

 

Concluye que para lograr una eficacia escolar en valores y formación moral se deben priorizar actividades de estudio de estas áreas: “…el aumento de experiencias y programas cuyo propósito es mejorar esta área de la formación humana…”

 

[1] Consultable en versión electrónica en la liga: http://www.redalyc.org/pdf/551/55121025005.pdf

[2] Traducción del Dr. Juan María Parent Jacquemin, apuntes del curso de Deontología Jurídica, UAEM, 2003.

 

 

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