A lo largo de su historia, América Latina ha estado encabezada por liderazgos caciquiles incapaces de construir sistemas democráticos que impulsaran el desarrollo regional. Basta con recordar que a mediados del siglo pasado la inmensa mayoría de los países del hemisferio estaban controlados por dictadores de cualquiera de los extremos políticos. La región, comenzó muy tarde a estructurar auténticas democracias y, por ende, llegó tarde a la construcción de Estados de derecho que garantizaran la acelerada evolución social que vive América Latina.[1]
Las protestas actuales surgen en un contexto de desaceleración económica. Si bien, América Latina salió prácticamente indemne de la crisis de 2008, actualmente el panorama es diferente y es la región que enfrenta el futuro más adverso. De acuerdo con previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento de la zona será de apenas un 0,2%. En comparación, se espera que las economías asiáticas tengan crecimiento promedio del 5,9% y en África del 3,2%.[2]
Valdría la pena comentar los sucesos que están aconteciendo en la región, y que repercuten en el futuro inmediato:
Ecuador
El presidente Lenín Moreno, promulgó mediante decreto, la modificación al precio de los combustibles. La reacción fue inmediata, al día siguiente, 4 de octubre, el país amaneció sin transporte público de ninguna clase, bloqueando además las principales vías de Ecuador. No solo se movilizaron los transportistas, sino que organizaciones sociales, grupos indígenas, confederaciones de trabajadores y ciudadanía en general reaccionaron concentrándose ante las sedes del gobierno de las capitales de provincia del país.[3]
La respuesta del gobierno no se hizo esperar, ese mismo día se decretó el estado de excepción en todo el país por un lapso de 60 días, lo que en la práctica supone ciertos recortes de derechos y vía libre para que el Estado –fuerzas armadas incluidas– intervengan para mantener el orden y garantizar la libre circulación.
Tras doce días de protestas, el gobierno de Moreno dio marcha atrás al aumentó de combustibles, y anunció que en breve se presentará un nuevo plan que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más lo necesitan. Sin embargo, el gobierno afronta la necesidad de emprender ajustes fiscales por 4,200 millones de dólares y la economía ecuatoriana no emite señales de que vaya a recuperarse antes de las elecciones generales de 2021, en donde el correísmo recobra fuerza como alternativa política.[4]
En nuestras próximas colaboraciones seguiremos comentando, brevemente, sobre los acontecimientos de actualidad en América Latina, en particular las protestas en Chile, y las elecciones celebradas durante este mes en Bolivia, Uruguay, Argentina y Colombia.
[1] Francisco Martín Moreno. Que nadie se quede atrás. El País. 10 de octubre de 2019. Visto en: https://elpais.com/elpais/2019/10/10/opinion/1570742458_912391.html el 30 de octubre de 2019.
[2] Javier Lafuente. La desigualdad moviliza a América Latina. El País. 27 de octubre de 2019. Visto en:
[3] Elaine Brum. No me toques la gasolina. El País. El País. 15 de octubre de 2019. Visto en https://elpais.com/elpais/2019/10/15/opinion/1571139543_786889.html el 30 de octubre de 2019.
[4] Francesco Manetto. Lenín Moreno deroga los ajustes económicos y los indígenas levantan las protestas en Ecuador. El País. 14 de octubre de 2019. Visto en: https://elpais.com/internacional/2019/10/14/america/1571017066_691583.html el 30 de octubre de 2019.