Comunicación
Social

Hace un par de días, en el marco de la 6° Feria Internacional del Libro del Tribunal Electoral Poder Judicial de la Federación se presentó el “Cuento Explorando la Democracia”, de la autoría de la Magistrada María del Carmen Carreón Castro, con lo cual me hizo reflexionar acerca de la inmensidad de espacios con los que puede contar la niñez para participar y expresarse libremente.

 

Contribuir y dotar de elementos que permitan capacitar y promover los derechos de los menores de edad, y su reconocimiento como sujetos de derechos, nos permitirá contar dentro de un par de años, con una ciudadanía participativa, e informada de forma eficaz.

 

Si bien, la infancia no es titular de derechos políticos propiamente hablando al carecer de la mayoría de edad, la realidad es que las necesidades que repercuten en su entorno y desarrollo nos obliga a pensar y comprometernos a establecer mecanismos que impulsen programas para su protección reforzada.

 

Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a obtener información y realizar actividades que les permita comprender temas de los cuales, en un par de años deberán decidir.

 

Esto es, de acuerdo a su edad y comprensión se les puede fomentar diversas formas de intervención que coadyuven en la sensibilización e importancia de la integración y participación en la sociedad.

 

Por ejemplo, resulta relevante mostrarles la importancia de acudir y ser parte de formas simples de asociación como son los clubes de actividades recreativas, artísticas, culturales, Y deportivas; hasta otras más complejas conforme se van acercando a la adolescencia, como podrían ser los Consejos Estudiantiles –los cuales, en muchos casos, hasta llevan a cabo sus propias elecciones- y las asociaciones de alumnos.

 

De esta forma, vemos que la mejor expresión de los menores de edad es mediante el reconocimiento a sus derechos, permitiéndoles poner en práctica su derecho a opinar.

 

Por ello, también permítanme compartirles que el Instituto Nacional Electoral -como hace varios años- llevará a cabo la Consulta Infantil y Juvenil, en la cual, con boletas diferenciadas por rangos de edad se preguntará a niñas, niños y adolescentes de todo el país, acerca de situaciones que les interesa, y que requieren de participación de todas y todos para mejorarla o cambiarla.

 

Esta actividad se llevará a cabo del 17 al 25 de noviembre, con el apoyo de instituciones de educación pública; además, se habilitarán módulos itinerantes en lugares públicos.

 

Como vemos, la libre opinión, información, y expresión de la niñez, forma adultos con mayor capacidad para plantear soluciones, organizarse, pero sobre todo con una participación activa, eficaz y mayor informada.

 

A manera de reflexión final, permítanme citar la Guía elaborada por la UNICEF, que describe la importancia de la participación y expresión de la infancia, al señalar: “…Cuando educamos a los niños, niñas y adolescentes para que participen y expresen su opinión contribuimos a la formación de sociedades más democráticas que busquen soluciones a conflictos sobre la base del diálogo y al respeto de las posiciones contrarias. La participación y expresión son valores esenciales en una comunidad pacífica, por lo tanto, todos/as estamos comprometidos/as a inculcarlos a las futuras generaciones...”[1].

 

[1] Derecho a la Participación de los Niños, Niñas y Adolescentes. Guía Práctica para su Aplicación. UNICEF 1946-2006. Santo Domingo, República Dominicana.

 

 

 

A partir del deseo e impulso de varias ciudadanas y ciudadanos (incluso habrá que tener presente a quienes acudieron a instancias internacionales), en México se incluyó a nivel Constitucional y legal la posibilidad de competir y acceder a diversos cargos de elección popular de forma distinta a la postulada por partidos políticos.

 

Así, en nuestro país la candidatura independiente surge cuando una persona aspira a un cargo de elección popular –Gobernador, Diputado Local o miembros del Ayuntamiento-, cumpliendo con las formalidades, requisitos, condiciones y términos que se establecen en la legislación local, sin mediar una institución partidista.

 

De esta manera, la legislación dispone de diversas etapas para poder contar con su registro (aprobación por la autoridad electoral), para después competir (hacer campaña), de frente a las postulaciones que hagan los partidos políticos. Pero para ello, deben primero cumplir con las siguientes etapas: convocatoria; actos previos al registro, obtención del apoyo ciudadano, y finalmente la aprobación de su registro.

 

En este proceso electoral, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) aprobó un Reglamento para quienes desearan aspirar a una candidatura independiente, y emitió la convocatoria para quienes estuvieran interesados (as).

 

De ahí que, entre el 20 de octubre y 23 de diciembre de 2017 se recibieron 51 escritos de manifestación de intención para contender por la vía independiente para una de diputación local y 61 escritos para integrantes de ayuntamientos.

 

Una vez analizado si cumplían con los requisitos de ley se otorgó el carácter de aspirantes a 86 personas (43 por cada tipo de elección).

 

Posteriormente durante 30 y 45 días, dependiendo el tipo de elección, las y los aspirantes acudieron entre sus vecinos, amigos, todos ellos pertenecientes a su distrito o municipio para recolectar las firmas de quienes se encontraban de acuerdo en que obtuvieran la candidatura (el 3% de la lista nominal de electores). Para el desarrollo de esta actividad, por primera vez se utilizó una aplicación en los celulares para obtener dicho apoyo. Al final, 19 de ellos hicieron campaña en el proceso electoral del Estado de México.

 

Si bien, dentro de su plena libertad de expresión, diversas voces podrán considerar que las candidaturas independientes han rendido frutos o no, lo cierto es que esta experiencia resulta enriquecedora y nos permite un análisis del desarrollo de esta figura en nuestro estado.

 

Vale la pena resaltar que, en varios municipios, el porcentaje de votación candidatos (as) independientes fue significativo. Un ejemplo de ello fue Apaxco, donde el candidato, si bien no ganó esta elección, sí obtuvo más del 19% de los votos.

 

Además, en varios municipios se asignaron regidores por el principio de representación proporcional derivado del nivel de participación (votos) mediante esta forma de participación democrática.

 

De ahí que -si me lo permiten- pudiera asegurar que existen importantes áreas de oportunidad y reflexión, sobre todo, porque nos permite observar que la sociedad reflejó su decisión y optó por el mecanismo o forma de postulación que más le convenció (partidista o independiente).

 

Quizá se preguntarán ¿Qué sigue? Pues es justamente estar atentos a los siguientes procesos electorales, para poder saber si la figura de la candidatura independiente continuará siendo un vehículo de libre expresión y toma de decisiones en la vida política de la ciudadanía mexiquense.

 

 

En los últimos años, las carreras deportivas se han vuelto cada vez más populares. El atletismo -en versión running-, mueve y apasiona a miles de personas. Ahora es común observar actividades, reseñas, revistas y hasta páginas electrónicas dedicadas a la difusión de este tipo de competencias.

 

Estas carreras tienen su origen en la antigua Grecia, donde los varones se disputaban el primer lugar al completar un trayecto determinado en el menor tiempo posible. Ahora, hombres y mujeres -por igual- se vuelcan a competir diversos tipos de carreras: a pie (de velocidad, media y larga distancia, con vallas, con obstáculos, de millas o de relevos); de resistencia, por puntos o de obstáculos, entre otras.

 

Se preguntarán qué relación guarda este tipo de deportes con los procesos electorales. En principio diría que nada, pues se trata de asuntos cuya importancia y escenarios son totalmente distintos; sin embargo, permítanme usar como metáfora este tipo de carreras atléticas, para mostrar la complejidad de las elecciones que se llevarán a cabo el 1 de julio.

 

Aquí, los participantes (partidos políticos, candidaturas) se esfuerzan para participar en la vida democrática y acceder a un cargo de elección popular, lo cual implica una preparación previa de manera intensa, deberán atravesar múltiples obstáculos, caminarán durante varias semanas para acercarse a la ciudadanía para expresar sus ideologías y propuestas, a fin de contar con la preferencia electoral el día de la jornada electoral.

 

En las carreras deportivas, existen árbitros o jurados quienes dan el banderazo de salida, y vigilan el correcto desarrollo de la competencia; en el caso del Proceso Electoral Local 2017-2018 en el Estado de México, el organizador de la justa electoral es el Instituto Electoral del Estado de México -en coordinación con el Instituto Nacional Electoral-, quien tendrá que garantizar un proceso justo para quienes desean acceder a las 45 diputaciones locales y 125 Ayuntamientos.

 

El desarrollo de los procesos democráticos resulta fundamental para la sociedad mexiquense, además debemos recordar que existe un ejército de personas que están pendientes y dedican sus esfuerzos para ese día trascendental.

 

Tratándose del árbitro electoral, se apoya en miles de personas en cada una de las etapas del proceso electoral (capacitadores-asistentes electorales, monitoristas, funcionarios de casillas, representantes de partidos políticos, observadores electorales); quienes están atentos a cuestiones territoriales, (cantidad de distritos electorales), condiciones geográficas (ubicación de las mesas directivas de casilla), entre otras tantas actividades.

 

Así, como vemos, la justa deportiva tiene un buen final siempre que traiga consigo un gran esfuerzo, disciplina e incluso sacrificios personales, físicos y mentales.

 

Por otra parte, quienes participan en los procesos electorales como competidores deben contar con elementos mínimos como: la disciplina, el esfuerzo, propuestas u ofertas políticas, debate e intercambio de ideas.

 

En cuanto al árbitro electoral, los principios de transparencia, equidad, legalidad, objetividad, certeza, disciplina, resultan la piedra angular para incentivar el voto de la ciudadanía.

 

 

Por cuanto hace a carreras deportivas, me gustaría comentarles con gusto, que el último domingo de abril se llevó a cabo la 9ª Carrera Deportiva por la Democracia, organizado por el Instituto Electoral del Estado de México. Espacio donde más de 2,600 participantes de todas las edades y condiciones físicas, en situaciones de igualdad, acudieron al llamado a una sana convivencia y fomento a los valores democráticos de respeto, tolerancia, inclusión e igualdad.

 

Respecto al proceso electoral, en un par de semanas, más de 12,000 candidatas y candidatos, realizarán actos de campaña con miras a obtener el triunfo y ocupar diversos cargos de elección popular.

 

De esta manera, la autoridad electoral está preparada para llevar a cabo con gran responsabilidad, profesionalismo, legalidad y absoluto compromiso, las tareas propias del proceso electoral para elegir a quienes integrarán los Ayuntamientos y el Congreso local, por lo que resulta fundamental el informar y concientizar a cada uno de ustedes de su papel en la toma de decisiones este 1 de julio, pues en la vida política-democrática lo más importante siempre será tu participación.

 

 

Como ya sabemos, nuestro país se encuentra inmerso en el proceso electoral que se cree puede resultar el más complejo de la historia de México.

 

Ello se debe precisamente al número de cargos que se renovarán. Tan sólo en el Estado de México, elegiremos a 75 integrantes del Congreso local y 125 munícipes (datos a los que se deben sumar el número de personas que ocuparán las sindicaturas y regidurías de cada Ayuntamiento).

 

A pesar de las cifras que pueden resultar sorprendentes, también merece nuestra atención un tema que no resulta menor, y es el relativo a quiénes se encargarán de recibir y contar cada uno de los votos.

 

La respuesta es por todos conocida: la ciudadanía; pero siendo más precisos, lo harán nuestros vecinos.

 

Es de señalar que esta práctica no es exclusiva de nuestro país, pues se ha convertido en una regla en diversos países democráticos. El próximo 1 de julio de 2018, más de 100,000 mexiquenses mayores de 18 años, con gustos, preferencias, nivel socioeconómico, ideologías o pensamientos diversos, serán testigos, y podrán colaborar en este histórico quehacer democrático.

 

Se debe destacar que el procedimiento para elegir a quienes fungirán como integrantes de las Mesas Directivas de Casilla, es totalmente al azar, lo cual refuerza el grado de seguridad, transparencia y tranquilidad de quienes ejerceremos nuestro sufragio.

 

Para poder coadyuvar en esta labor, el INE realiza dos sorteos para saber quiénes pueden ser nuestros funcionarios: el primero de ellos en el que se toman en cuenta a todas aquellas personas mayores de edad, que hayan nacido en dos determinados meses calendario (de acuerdo a la fecha de nacimiento), y en el segundo de ellos, se toma en cuenta una letra del alfabeto, y con base en ésta son sorteados los nombres de aquellas personas cuyo primer apellido comience con la mencionada letra.

 

Así, todas aquellas personas cuyo nombre resultó sorteado y que son capacitadas por la autoridad administrativa nacional (INE), tienen bajo su responsabilidad una de las funciones fundamentales dentro de estos procesos electorales, y en ocasiones no lo tenemos presente, la función de recibir y contar nuestros votos.

 

Como vemos, una de las etapas fundamentales en el desarrollo de los procesos comiciales es justamente el día de la jornada electoral, donde cada uno de nosotros debemos y podemos ejercer de forma libre nuestro derecho (acudir a las urnas a emitir nuestro voto).

 

Para ello, contaremos en estas Mesas Directivas de Casilla con nuestros vecinos, amigos, parientes y conocidos, quienes desde muy temprano, dejando a un lado el paseo familiar dominical, los partidos del Mundial de Futbol o el simple descanso, se convierten en testigos y copartícipes para recibir y contar bien, nuestros votos.

 

Así que debemos confiar en cada uno de ellas y ellos, y agradecer su colaboración, empeño, entrega y participación, en esta gran labor democrática que será histórica.

Domingo, 01 Septiembre 2019 16:32

Gobierno y justicia abierta

Desde hace algún tiempo hemos escuchado que se habla de gobierno y justicia abierta, pero ¿a qué se refiere? Permítanme platicar en esta ocasión sobre ellos.

 

Al gobierno abierto podemos entenderlo como un modelo de comunicación que pretende acercar a las personas al centro de las actividades que llevan a cabo los órganos o instituciones. Para lograr esto, elaboran planes y acciones que permiten dar a conocer las tareas que realizan para mejorar el acceso de los servicios; ser receptores de nuevas ideas para atender demandas públicas; entender las necesidades actuales de la sociedad. Todo lo anterior, para mejorar sus condiciones de vida gracias a su participación activa (las autoridades escuchan de primera mano las exigencias y necesidades).

 

Un gobierno con estas características permite apreciar a la democracia como una forma de gobierno efectiva, cuando la gente demanda mayores y mejores resultados.

 

Muchas veces cuando se habla de gobierno abierto, también se hace referencia a la justicia abierta; la cual podemos concebirla como una forma de comunicación que busca privilegiar la comprensión fácil y sencilla de las decisiones de los órganos jurisdiccionales (tribunales) para acercarse tanto a quienes acuden para resolver una controversia, así como para explicar y fundar sus razones o motivos que fueron plasmados en una resolución o sentencia a cualquier interesado.

 

Para lograr verdaderos gobiernos y justicia abierta, o cualquier forma de interacción, se deben cumplir al menos los siguientes principios fundamentales:

 

  • Como una obligación de las autoridades de exponer la información al público en general, con una visión de máxima publicidad; abrir los procesos de deliberación interna, y la información derivada de actos específicos pero de interés general (por ejemplo, la publicidad de los acuerdos de trámite, o en el caso del IEEM, información general de los procesos electorales), hasta el manejo de recursos públicos.

 

Otro aspecto importante es la facilidad de esta interacción, por lo que es necesario que las autoridades utilicen un lenguaje claro en sus oficios, determinaciones, resoluciones, entre otros.

 

  • Participación. Interés e involucramiento en el quehacer gubernamental. Permite que los interesados intervengan y exijan una verdadera rendición de cuentas; además de ofrecer mejoras, conocer necesidades que se desconocían, o no estaban claras o bien definidas.

 

  • Colaboración. Actuación que se realiza en coordinación entre instituciones y los ciudadanos, para acortar la brecha que los separa.

 

Cumplir con las funciones encomendadas –hoy en día- es tan importante como demostrar que sí se realizan y cómo se hacen. Por eso, las herramientas tecnológicas, incluyendo las redes sociales, han facilitado que las autoridades emitan mensajes de manera inmediata con un alcance mayor al de los medios ordinarios, y por otro lado, han propiciado que las personas puedan dialogar directamente con sus autoridades y representantes.

 

Diversas autoridades ocupan las redes sociales para difundir su trabajo, criterios jurisprudenciales, legales y administrativos, así como algunas etapas previas a la toma de decisiones.

 

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden ser el medio para modernizar la forma de gobernar, impartir justicia pero siempre como una manera de facilitar una verdadera cercanía con la sociedad; mejorar el acceso a los servicios encomendados en cualquier área de gobierno (en cualquier orden o nivel).

 

El uso de estas tecnologías no sólo permite ahorrar tiempo en el manejo de la información y transparentar el quehacer cotidiano de las autoridades; acercarnos permanentemente a través de una interacción ágil, fácil, como si se estuviera cara a cara.

 

Así, socializar, difundir, y dar a conocer toda información de interés general ayudará a mejorar la relación de los entes gubernamentales con la sociedad, fortalecer la confianza, construir una ciudadanía exigente e informada, lo cual siempre abonará para consolidar nuestra democracia.

 

 

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