En ese año 1955, se eligieron a diputados federales por la XLIII legislatura de los cuales sólo 4 fueron mujeres: Remedios Albertina, Margarita García, Guadalupe Ursúa Flores y Marcelina Galindo Arce.
A más de seis décadas del voto femenino es importante ver el avance, pero sobre todo el cúmulo de pendientes que se tienen con nuestro género, que ha luchado permanentemente por derechos que son fundamentales y que en muchas ocasiones se piensa que son una regalía, nada más falso y discriminatorio que ello.
Que las mujeres votaran permitió también que fueran votadas. El avance en este tema de ser ellas candidatas ha sido sumamente paulatino debido a todas las barreras estructurales que hemos tenido que romper y poner de manifiesto.
Con todo ello la lucha que millones de mujeres de manera individual y colectivamente han realizado durante generaciones en el mundo y en nuestro país ha hecho que pasemos de un sistema de simples recomendaciones a un sistema de pro cuotas, cuotas hasta llegar a la paridad y de ahí a la paridad total consagrada como principio constitucional.
Sin embargo, hay resistencia para que las mujeres logren llegar verdaderamente a espacios de toma de decisión importantes.
En nuestra entidad en septiembre de 2020 se publicaron reformas en materia de paridad y violencia política de género contra las mujeres en razón de género con el fin de avanzar en la igualdad sustantiva de mujeres y hombres.
Hoy en día es obligatorio postular 50% de mujeres y 50% de hombres no obstante nos damos cuenta de que la paridad entre mujeres y hombres no se alcanzó en esta elección.
En la próxima conformación del Congreso del Estado 45.33% son mujeres y 54.67% hombres. Sólo 34 mujeres de un total de 75 escaños nos permiten dar cuenta que por sí misma la postulación paritaria de candidatas no es suficiente para alcanzar la paridad.
A nivel nacional hemos visto el importante papel que juegan los órganos administrativos en el tema de la paridad, un ejemplo claro es el INE y varios organismos públicos locales que generaron acciones afirmativas para mujeres y grupos históricamente discriminados.
También están los órganos jurisdiccionales que son garantes de los principios constitucionales entre los que se encuentra la paridad.
Las mujeres desean participar en la política de manera activa. Estamos obligados y obligadas a derribar la exclusión en la que han estado en el ámbito político.