Es necesario que verdaderamente se reflexione desde diferentes espacios públicos, privados, académicos, institucionales, legislativos, sociedad civil para encarar este vacío de valores que hoy en día se encuentran presentes en nuestra sociedad.
Resulta imposible no escribir sobre este tema que pone de manifiesto el nombre de Fátima, Mayra, Debanhi, Paulet y todas las demás niñas, adolescentes y mujeres jóvenes y adultas que han sufrido violencia hasta llegar a la muerte.
Etimológicamente la ética viene de êthos, que significa carácter en griego. La toma de decisiones es lo que forja el carácter de las personas, de acuerdo con algunas autoras hay dos valores que son clave para construirse un buen carácter que son la justicia y la felicidad, ¿quién en su sano juicio no quisiera tener plenitud en ambos?
La ética está relacionada con la forma continuada de ser, de comportarse en el mundo y lo que vemos es que existe una grave crisis de valores éticos, esos que se construyen desde el núcleo de nuestra sociedad que es la familia, pero también en la convivencia cotidiana con quienes interactuamos desde la niñez.
Y debe quedar claro que me refiero a valores éticos que son los que forman parte de la obligación moral que nos permite comportarnos de una u otra forma en el mundo globalizado en el que nos encontramos y con las múltiples circunstancias que se presentan como la guerra, la pobreza, la desigualdad cada vez mayor, el cambio climático y la violencia que millones de mujeres vivimos unas en grados atroces como el caso de Debanhi y todas las que forman parte de expedientes y fichas de localización.
La integralidad del ser humano en donde se encuentran las obligaciones morales para poder decidir hacer o no hacer determinada acción parece haber dejado de calar en los corazones y en el ser total de muchos hombres que comenten este tipo de actos ya sea por lo que las últimas teorías sobre los feminicidios han explicado sobre el dominio del patriarcado o la demostración de virilidad y ausencia de justicia.
Pero la falta de valores éticos no es exclusividad de los hombres también se suman mujeres lamentablemente que en otros espacios demuestran esa carencia de valores con autocomplacencias insulsas. Reflexionemos sobre estos valores, nos atañe a todos y todas.