En este mismo marco no puede pasar desapercibido que el Instituto Electoral del Estado de México continúa aún sin titular en la presidencia del mismo ante dos procesos en los que se ha declarado desierta la designación en atención a los perfiles que el cargo exige, por lo que se esperaría que en este nuevo año el colegiado se encuentre con la totalidad de integrantes.
Aunado a lo anterior, el pasado mes de diciembre, se solicitó la renuncia a varios titulares de unidades de área sin un procedimiento transparente, objetivo, cualitativo y sin una sola explicación a la ciudadanía que es uno de los destinatarios finales de las actividades que como institución electoral desarrolla.
Este hecho que no es menor nos obliga a generar procesos distintos, con una total apertura a la ciudadanía que desee participar y ser parte del instituto; convocatorias abiertas con perfiles profesionales bien definidos, todo ello bajo trabajo en equipo con la generación de consensos de cara a lo que viene en el Estado de México.
Así el 2022 trae consigo retos y desafíos para la autoridad electoral algunos que no lograron concretarse en 2021 como lo es la creación de la Unidad Técnica para Atender la Violencia Política contra las mujeres cuya función principal es de apoyo, asistencia y asesoría a las precandidatas, candidatas, aspirantes, militantes de los partidos políticos, servidoras públicas, periodistas, defensoras de derechos humanos o similares que manifiesten ser objeto de violencia política en razón de género.
Por lo que es importante deje de postergarse su materialización con el fin de continuar avanzando en la erradicación de la violencia política.
Con el debate nacional en torno a nuestro sistema electoral debemos tener claro que las democracias y sus instituciones siempre son perfectibles y, no pueden pasar desapercibidas las realidades que van influyendo en ellas como el aprecio o descontento que la sociedad tiene a las mismas.
La desigualdad social, la vulneración de derechos humanos, la espiral de violencia que se ha incrementado son solo algunos de los temas que no podemos dejar de considerar pues son parte de nuestra incipiente democracia con un impacto directo en nuestras relaciones políticas y sociales.
Así la responsabilidad en la toma de nuestras decisiones que deben siempre apegarse a los principios democráticos.