Del cosmos a la democracia paritaria: Un legado de enseñanza
Escrito por Flor Angeli Vieyra VázquezOctubre de 2025 reunió dos fechas significativas: el Día Internacional de la Niña el 11, y el 72 aniversario del reconocimiento constitucional del voto de las mujeres en México, el 17. Sin duda, este derecho abrió paso a muchos otros, como el derecho a la educación. Ambos momentos invitan a recordar la trayectoria inspiradora de una mujer que dejó una huella en nuestro país: Julieta Fierro (1948-2025).
En la política y en la ciencia, abrir brecha ofrece a las niñas nuevos referentes y la posibilidad de estar en todos los espacios que imaginen. En este contexto, es importante rendir homenaje a Julieta Fierro, quien el 19 de septiembre emprendió un nuevo viaje cuyo destino es aún indescifrable para la humanidad. Su partida duele, pero su legado inspira a seguir contando el cosmos con sencillez, a abrir caminos para más niñas en la ciencia y a sembrar conocimiento como semilla de ciudadanía. Como personas servidoras públicas electorales, su labor nos recuerda que el saber compartido también fortalece la democracia.
Julieta Fierro fue astrofísica, investigadora y, sobre todo, divulgadora capaz de traducir los misterios del universo en palabras que cualquiera pudiera abrazar. En sus conferencias solía usar experimentos sencillos y metáforas para explicar cómo medimos las distancias entre las estrellas, cómo funcionan los ciclos del universo y cómo el error es parte esencial del descubrimiento científico. Ese empeño hizo que la ciencia no quedara recluida en los laboratorios, sino que se convirtiera en patrimonio común para todas las personas.
Pero ese puente no fue fácil de construir para ella, fue mujer en un ámbito predominantemente desigual. Julieta Fierro relató en múltiples ocasiones el enfrentamiento por espacios restringidos para mujeres. Por ejemplo, contaba en sus memorias que los observatorios ni siquiera tenían baños para mujeres. En este mismo sentido, las estudiantes de física eran pocas en su época y vistas como rarezas; su presencia exigía el doble de trabajo y demostrarlo todo el tiempo para ser escuchadas. Señalaba que el talento no era suficiente porque faltaba transformar las condiciones sociales. Por eso quise recuperar su vasto legado, porque su vida fue ejemplo de paridad vivida, abrió posibilidades donde antes había muros y demostró que la ciencia y el género no están disociados.
El entusiasmo pedagógico con que explicaba la ciencia inspira a que, desde el IEEM, acerquemos el conocimiento político-electoral de forma clara y cercana, como lo hizo ella: despertando la curiosidad ciudadana al descubrir sus derechos, con el mismo asombro y con las preguntas de quien mira el cielo por primera vez.
Que su legado siga siendo una fuerza que nos impulse a abrir nuevos caminos para las niñas y las mujeres. Que siempre recordemos y nombremos a las pioneras, sean sufragistas o científicas. Julieta Fierro nos recuerda que incluso las estrellas más lejanas pueden sentirse cerca cuando alguien las explica con pasión. Sigamos su ejemplo compartiendo conocimiento y fortaleciendo nuestra democracia con paridad y accesibilidad.
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