Política migratoria eficaz ante el retorno forzado y las deportaciones
Escrito por Karina Ivonne Vaquera Montoya‘Espero que las personas finalmente se den cuenta de que solo hay una raza: la raza humana, y que todos somos miembros de ella’. Margaret Atwood
En los próximos días Donald Trump tomará formal protesta de su cargo como presidente de Estados Unidos, entonces se verá formalmente la política migratoria que materializara y que fue parte de sus compromisos de campaña respecto de los millones de migrantes que son una parte fundamental de la economía norteamericana pero también un motivo para exacerbar la discriminación y la xenofobia.
El discurso de odio y discriminación que políticos como Trump y Milei expresan no es exclusivo de nuestro continente.
En Europa personajes políticos como Marine Le Pen, Giorgia Meloni, Viktor Orbán, Geert Wilders, son sólo algunos de los personajes ultraderechistas que consideran que los migrantes son quienes cometen los peores crímenes en sus países y con quienes hay que establecer políticas duras para todo aquel que ingrese de manera ilegal.
La migración existe desde la antigüedad, los seres humanos han estado en tránsito desde siempre en búsqueda de empleo, de mejores condiciones o por desplazamiento forzado y guerra. Es un fenómeno social que hoy en día requiere de políticas públicas asertivas y el respeto a los derechos humanos de las personas.
Quienes se desplazan son personas de carne y hueso que lo hacen por diversos factores hoy en día cada vez más crueles ante la guerra y en el caso de nuestro país el crimen organizado.
México es un país de tránsito, llamado tapón o tercer país seguro de facto. En nuestro caso la migración a los Estados Unidos data de los años setenta ante la lentísima industrialización de México y la alta demanda de mano de obra barata del país norteamericano.
Hoy hay miedo e incertidumbre ante las deportaciones y el retorno, retorno que en los estudios pioneros de migraciones internacionales se consideró como parte del proceso migratorio, pero hoy en día será forzado.
Históricamente migraban mayoritariamente hombres, eso también cambió desde hace tiempo hay muchas mujeres madres solteras migrando con sus hijos e hijas enfrentando las peores atrocidades y también infancias y personas de la diversidad sexual.
La presidenta Claudia Sheinbaum enfrentará una severa problemática migratoria que ya se vislumbraba antes de su arribo al poder.
En el libro Tiempo de Mujeres hay un capítulo dedicado a la necesidad de contar con una política migratoria con visión de género, en el cual Ana Saiz refiere de forma contundente que hay que abordar la situación de manera realista con toda su complejidad y sin aproximaciones simplistas.
Sin duda crear albergues ayuda pero más que paliativos se requieren políticas públicas que resuelvan los multifactores que detonan la migración y cómo será el retorno de quienes sean expulsados.
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