SERENIDAD Y PACIENCIA
Es lo que hace falta en estos momentos para poder realizar una evaluación lo más objetiva posible sobre la elección del Poder Judicial, que sirva de base para contar con un diagnóstico lo más certero que nos permita dar un paso hacia adelante y no dos para atrás. Dicha evaluación se torna complicada, sobre todo por la polarización de opiniones entre quienes estuvieron a favor y los que la rechazaron; misma que no ha concluido, y en el pos debate electoral, ya no se cuestiona su viabilidad, sino su legitimidad.
Los críticos de la elección han transitado del boicot a cuestionar la legitimidad de la misma por la baja participación ciudadana, la cual a nivel federal apenas llega al 13% y a nivel estatal a poco más del 12%, considerando en ambas, los resultados de la elección de la Suprema Corte y de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, respectivamente. Para dimensionar y calificar este nivel de participación es necesario tomar en cuenta algunos elementos del contexto como los siguientes:
- Para los mexicanos fue la primera ocasión en que acudimos a votar por integrantes del Poder Judicial, por lo que no contamos con ninguna experiencia e indicadores al respecto.
- En mis años de experiencia laboral y como ciudadana, nunca había visto un proceso electoral tan cuestionado, atacado y boicoteado como este, lo cual sin duda influyó para que millones de mexicanos no salieran a votar.
- No obstante que los órganos electorales diseñaron herramientas para que la ciudadanía conociera a las candidaturas, haber acotado tanto la promoción del voto, fue uno de los factores que influyó para que no se tuviera más información de la elección y de los candidatos, lo cual contribuyó para registrar un alto abstencionismo.
- El número de candidatos a los distintos cargos que estuvieron en disputa complicaron el diseño de la boleta y en consecuencia la emisión del voto durante la jornada electoral, lo cual generó confusión y tardanza; sin embargo, los electores formados tuvieron la paciencia necesaria para esperar el turno y no presionaron a quienes en ese momento estaban en las mamparas ejerciendo su derecho a votar.
- Las voces que sostuvieron que la ciudadanía no contaría los votos, no anularía las boletas sobrantes y por lo tanto podría marcar boletas fuera de los plazos legales favoreciendo a alguna candidatura, generó una gran desinformación, cuestionó el proceso de ciudadanización de los órganos electorales, sembró duda y desconfianza sobre esta tarea que sí fue realizada por los ciudadanos en las casillas, donde se contó el número de boletas por cada elección y se publicaron los resultados afuera de la misma casilla; posteriormente en los órganos electorales distritales, el escrutinio y cómputo por elección, fue un procedimiento minuciosamente realizado por la propia ciudadanía y vigilado por los observadores electorales que estuvieron presentes.
- La educación y la cultura de una ciudadanía más participativa y más atenta de los asuntos públicos, que tienen que resolver otras necesidades, es un factor que influye en el ánimo de acompañamiento de cualquier proceso electoral.
Con todo lo anteriormente expuesto podemos entonces valorar si los 12,965,574 de votos a nivel federal y 1,630,079 votos a nivel local que representan un 13% y un 12.34% de participación respectivamente, datos que indican un 88 por ciento de abstencionismo, es indicativo para restarle certeza, transparencia e imparcialidad a este proceso inédito y sí histórico, porque la Historia en el tiempo, lo analizará y lo registrará considerando muchos otros factores nacionales e internacionales.
En elecciones de integrantes de los Poderes Ejecutivos y Legislativo que llevan más de un siglo de experiencia se han registrado altos porcentajes de abstencionismo, baste recordar el del año 2003 para diputados federales, cuyo dato es de 58.7%, de los más altos en los últimos años. El abstencionismo es sin duda un elemento que vulnera, cuestiona y debilita nuestro sistema electoral, alegrarse de que esté presente en los procesos electivos debiera preocuparnos.
Deslegitimar la elección de personas juzgadoras y de manera mezquina cuestionar el profesionalismo y la honestidad de los órganos electorales, no ayuda en la evaluación.
Sin duda alguna muchas cosas pueden mejorar, siempre y cuando tengamos la voluntad de avanzar y construir y no el afán de obstaculizar, demeritar y destruir.
Serenarnos es lo más recomendable.
EL CAMPANARIO DEL PUEBLO
Un refrán popular dice que "cada quien mira el pueblo desde lo alto de su campanario", entonces en la conversación pública cada quien busca tener el campanario más alto para tener la mejor vista del pueblo estableciendo una disputa sobre la certeza y la verdad de lo que sucede en su entorno; por fortuna no hay una verdad absoluta y eso da paso a la pluralidad de ideas, cuestionamientos, descalificaciones, propuestas, alternativas, coincidencias y acuerdos.
En días pasados estuvimos viviendo dos visiones que se colocaron en los extremos, las voces de quienes descalificaron y apostaron al fracaso de la elección de personas juzgadoras y las que sin cesar, trabajaron durante muchas horas, días y semanas, para organizar el proceso electoral en el que por primera vez en la República Mexicana y en distintas entidades, el Estado de México entre ellas, se eligieran distintos cargos del Poder Judicial; Poder que por cierto, se configuraba al margen de la voluntad ciudadana, antes de este 1º de junio.
El campanario electoral, arroja los siguientes datos de la elección del 1º de junio:
- Todas las casillas en la entidad mexiquense, se instalaron y si bien hubo contratiempos en algunas de ellas, a las 12 del día el sistema informático de apoyo a cómputos (SIAC) reportó el cien por ciento de las casillas instaladas, es decir, las 9,209 casillas programadas estaban recibiendo, desde temprana hora, el voto de la ciudadanía
- Es de reconocer el compromiso cívico, de todos los funcionarios de las mesas directivas que se presentaron para instalar la casilla; presidentes, secretarios, escrutadores, los cuales, a pesar de lo complejo de esta elección, y qué decir, del clima, cumplieron a cabalidad hasta el final, la responsabilidad que asumieron.
- El desarrollo de la jornada se realizó sin incidentes graves que pudieran poner en riesgo la elección, la ciudadanía pudo ejercer el voto sin presión de tiempo; con suma tranquilidad esperaron pacientemente su turno para recibir las boletas y emitir su sufragio.
- La observación electoral tanto nacional como extranjera, se hizo presente, poco más de 21 mil observadores estuvieron al tanto del desarrollo de la jornada electoral, destacan también los visitantes extranjeros de Argentina, Colombia, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, Brasil y particularmente cuatro misiones de observación electoral: el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, la Universidad Nacional de la Plata, el Congreso de Argentina y el Instituto para las Transiciones Integrales. La certeza, la transparencia, la legalidad de todas las actividades electorales, son vigiladas y puestas en proceso de evaluación por la observación electoral. Sin duda, se atenderán las sugerencias y recomendaciones que resulten viables para mejorar los procesos electorales.
- Gratamente las herramientas digitales implementadas por las instituciones electorales para acercar a la ciudadanía toda la información de este proceso, cumplieron el objetivo, tan solo el día de la jornada electoral, el sistema “Ubica tu casilla” del Instituto Electoral del Estado de México, en el lapso de una hora, recibió 10 mil visitas.
- Las boletas en las cuales los electores sufragaron, tuvieron un primer conteo por los ciudadanos que se desempeñaron como funcionarios de mesas directivas una vez cerrada la votación en casilla, lo cual quedó asentado en el cartel de resultados. El escrutinio y cómputo de votos lo están realizando los ciudadanos en cada uno de los 18 consejos judiciales electorales a partir de la llegada del primer paquete de la casilla al órgano electoral desconcentrado. La ciudadanía si está contando cada uno de los sufragios. El desarrollo de este procedimiento es público, se transmite a través de la página institucional y de las plataformas institucionales, y los mexiquenses pueden dar puntual seguimiento a estas sesiones hasta su conclusión.
Ha sido una elección con muchas enseñanzas no solo para las instituciones electorales, también para quienes diseñaron este nuevo modelo de elección de personas juzgadoras; el principal tema pendiente a resolver es el de la participación ciudadana.
Desde este campanario se puede afirmar que lo nuevo genera dudas e incertidumbres, pero en una democracia de eso se trata, de despejarlas legal y pacíficamente.
NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA
Así reza un refrán popular inapelable, que encierra toda una verdad y experiencia de cualquier tipo. Cuántas veces nos ha pasado que tenemos en el horizonte una fecha que al principio la vemos lejana, pero que con el tiempo se nos viene encima; las sensaciones que experimentamos ante su proximidad y la satisfacción que sentimos cuando llegado el día esperado lo enfrentamos de acuerdo a todo lo planeado.
Eso que sucede en nuestras vidas cotidianas también aplica en cualquier otra actividad social, laboral, política, económica. En esta ocasión quiero referirme a la renovación del Poder Judicial mediante una elección de sus integrantes a través del voto directo y secreto de todos los ciudadanos mexicanos y mexiquenses.
Para tal efecto, durante varios meses distintas instituciones como el Congreso de la Unión, los Poderes Ejecutivo y Judicial federal y locales, el INE, los Congresos Legislativos de 17 entidades federativas y sus respectivos organismos electorales locales han venido trabajando para que dicha elección sea exitosa, satisfactoria e inapelable.
En el caso particular del Instituto Electoral del Estado de México se han desplegado distintas actividades que apuntan en tal dirección; a escasos 16 días de la jornada electoral, se ha concluido la impresión de las más de 51 millones de boletas para votar y se han distribuido en tiempo y forma a los 18 órganos judiciales electorales los cuales las han contado, sellado y agrupado, para su posterior entrega a los presidentes de las más de nueve mil casillas que se instalarán el 1º de junio, para que podamos elegir a 91 integrantes del Poder Judicial, de entre las 397 candidaturas registradas.
Dentro del período de campañas que inició el pasado 24 de abril y terminará el 28 de mayo, los órganos electorales tanto federal como estatales, están desarrollando dos actividades para que la ciudadanía conozca a las candidaturas; la primera es la herramienta digital “Conóceles” disponible en la página institucional, en la cual se puede consultar la trayectoria profesional y laboral, así como las propuestas que plantean cada uno de los aspirantes a algún cargo como impartidor de justicia.
Otra actividad no menos importante ha sido la convocatoria a todas las candidaturas para debatir entre ellos a partir del cargo por el que compiten; los llamados “Foros de Debate” son espacios donde a través de un diálogo franco y en un marco de respeto, tolerancia e inclusión, las candidaturas pueden exponer su visión, sus ideas, sus propuestas sobre la impartición de justicia. Ante unas campañas austeras en recursos económicos y de NO acceso a la radio y la televisión, estos “Foros de Debate” se han convertido en la herramienta a través de la cual las candidaturas pueden llegar a la ciudadanía para que los conozcan.
En el caso de la entidad mexiquense, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) programó la realización de estos debates del 6 al 18 de mayo, sin embargo, las participaciones de las candidaturas en dichos debates, se pueden ver nuevamente a través de las diversas plataformas digitales hasta el 28 de mayo, fecha en que concluyen las campañas. Conocer a las personas candidatas, sus propuestas, su visión sobre la impartición de justicia, su desenvolvimiento en este ejercicio, sin duda nos ayudará para que emitamos un voto informado y razonado.
Hasta el día de hoy, se han realizado 25 debates y faltan por desarrollarse 12. La importancia de esta actividad, es que las candidaturas participantes pudieron utilizar un espacio brindado por la autoridad electoral ya sea de manera virtual o presencial, otorgándoles a todas ellas las posibilidades técnicas y logísticas para su participación.
En resumen, en el IEEM se sabe que el plazo está por cumplirse, así como todas las actividades planeadas; la experiencia y el profesionalismo que caracterizan a esta institución habrán de materializarse próximamente; las y los electores tienen una cita el 1º de junio para que a través de su voto decidan quienes formarán parte del Poder Judicial. Tengamos la certeza y la confianza de que estamos a la altura de los desafíos que esta elección inédita nos está planteando a las instituciones y a los mexiquenses; la fecha está por llegar.
RENOVANDO EL CLÓSET
Seguramente a muchos nos pasa que con los años acumulamos cosas en nuestros hogares, hasta llegar al punto en donde no encontramos espacio para colocar algo nuevo que deseamos. Por distintas razones nos cuesta trabajo despojarnos de algo que ya no usamos, ya sea por su deterioro, porque ya no nos queda, ha pasado de moda pero guarda algún valor sentimental, y nos resistimos a deshacernos de ese o esos artículos que nos restan espacio incluso, para actualizarnos y renovarnos.
Esto mismo nos pasa en nuestra vida cotidiana, nos llenamos de prejuicios, costumbres, vicios que nos restan movilidad y agilidad en nuestra toma de decisiones; no es que los filtros de nuestra existencia no funcionen, lo que pasa es que simplemente nos resistimos a lo nuevo, no hacemos caso a lo que la realidad nos plantea o nos exige y llenamos también ese clóset de nuestras vidas.
Las instituciones no escapan a esta situación; con los años llegamos a tener un clóset institucional, jurídico y operativo que deja de atender eficientemente los cambios que el mundo registra y las demandas que la sociedad reclama para que les sean atendidas.
Nuestra administración pública se llena de instituciones que se crean mediante un proceso acumulativo y no producto de una reingeniería institucional. Ante los cambios nos resistimos a asumirlos porque no sabemos si van a funcionar, si podrán verse mejoras en el corto plazo, si hemos acertado al ir por el camino de las transformaciones; sin embargo, repensar el diseño institucional de manera integral donde conservemos lo útil, lo que funciona bien, es vital. Debe darnos tranquilidad pensar que los cambios se hacen para traer y tener beneficios sociales, gracias a las instituciones que se adaptan a las necesidades de una sociedad tan versátil, demandante y dinámica, como la nuestra.
En esta tesitura se coloca la transformación que está viviendo no solo el Poder Judicial, sino la propia sociedad mexicana que está convocada para participar en la conformación de este Poder a través de su voto y ser corresponsable en la integración y funcionamientos de esta institución.
En los distintos medios de comunicación (prensa, televisión, redes sociales) se puede apreciar una campaña de información desplegada por los órganos electorales, que pretende incentivar a la ciudadanía para que se involucre, para que sepa qué cargos están compitiendo dentro del Poder Judicial y participe en este ejercicio electoral.
Las campañas electorales han sido delineadas para que se desarrollen de forma distinta y austeras pero con creatividad: las personas candidatas sin ningún tipo de financiamiento más que el propio, harán propagada únicamente en papel y a través de las redes sociales siempre y cuando no sea erogado recurso alguno para replicar contenidos.
Los órganos electorales por su parte, han diseñado y puesto en marcha dos herramientas para que la ciudadanía conozca las candidaturas que están compitiendo: “Conóceles” y “Foros de Debate”. En la primera, con información proporcionada por las propias candidaturas, se podrá conocer la trayectoria y las propuestas que las personas candidatas plantean sobre cambios o continuidades en el Poder Judicial, dicha información se encuentra en las páginas oficiales de las instituciones electorales.
En la segunda, las candidaturas tendrán la oportunidad de debatir en un marco de respeto, tolerancia, igualdad, diversidad y pluralidad, sus propuestas, sus experiencias, sus visiones de lo que significa un Poder Judicial que está en etapa de transformación. Sin duda estos “Foros de Debate” serán una oportunidad para conocer a las distintas candidaturas y su desempeño.
Muy pronto las boletas de esta elección empezarán a llegar a los órganos electorales y posteriormente a los presidentes de casilla para que el 1º de junio, acudamos a las urnas y renovemos el clóset del Poder Judicial con nuestro voto informado y razonado.
SER SOLIDARIOS
Si le preguntamos a cualquier persona su opinión sobre qué es ser solidario o acudimos a consultar su definición en el diccionario vamos a encontrar opiniones y matices comunes, pero al mismo tiempo lejanos.
Sin el afán de ser concluyente sino por el contrario, abundar para su mejor compresión, sostengo que la solidaridad no solo es un valor, también es un acto de rebeldía, de insumisión y de compromiso con la esperanza. Es insumisa y rebelde porque se compromete con los marginados, con los débiles, con los olvidados, con los que menos tienen; es humilde porque se reverencia ante el débil y el desprotegido porque la solidaridad está en contra de la injusticia, de la desigualdad, de la marginación.
La solidaridad también es humana, pacífica e institucional, porque busca mejorar la calidad de vida de las personas y el buen funcionamiento de las instituciones para que el Estado haga su tarea, que es la de ser garante de los derechos de los ciudadanos y en general de su población.
Todo esto viene a colación porque el primero de junio próximo, los mexicanos habremos de acudir a las urnas para elegir a integrantes del Poder Judicial de la Federación e integrantes de este mismo Poder en 17 estados de la República Mexicana. No podemos aspirar a tener el mejor resultado posible sobre estos comicios, si como ciudadanos no somos solidarios con las instituciones y con el Estado.
Más allá del debate generado por dicha elección, soy de quienes piensan que esta es una oportunidad para enriquecer nuestro modelo electoral de la que deben salir fortalecidas nuestras instituciones, nuestra democracia y nuestro sistema electoral, si asumimos el compromiso y responsabilidad asignadas no únicamente a las instituciones electorales, sino a la ciudadanía y a los aspirantes a personas juzgadoras.
No se trata solamente de votar, también el ejercicio del voto significa el compromiso que tenemos con nuestra democracia, con la pluralidad, con la imperfecta paz electoral, la cual nos ha permitido transitar a una disputa del poder político sin fisuras ni violencia. Acudir a votar mejora la calidad de nuestra ciudadanía y obliga a los representantes populares y a los servidores públicos a realizar de mejor manera sus responsabilidades; ahora que por vez primera elegimos personas juzgadoras, de igual manera debemos estar atentos a su desempeño para que su elección y la reforma legislativa se legitimen y justifiquen.
Entonces, ser solidarios implica reconocer y respaldar a las instituciones electorales que organizan este proceso electoral con una gran responsabilidad. A poco más de 42 días de la jornada electoral ya se ha puesto en marcha la segunda etapa de capacitación para poder tener funcionarios de mesas directivas de casilla. En el Instituto Electoral del Estado de México dio inicio el procedimiento de entrega de material electoral (urnas, mamparas, entre otros) a los 18 distritos judiciales electorales, además de que se está en permanente y estricta supervisión con personal asignado, en las plantas de producción de la documentación electoral (boletas, actas) que en próximas semanas será entregada a los funcionarios de la casilla. Estas son solo algunas de las distintas actividades que en este momento realizan los institutos electorales y que apuntan a tener una elección confiable, transparente y pacífica.
Ser solidarios con las personas candidatas, es conocerlas, saber qué proponen, por qué pueden ser buenos juzgadores, en resumen, es permitir que entren en nuestro entorno social y darles la oportunidad de que hablemos de ellas. Con las candidaturas podemos ser empáticos, pero sumamente exigentes a la hora de analizar sus propuestas y decidir nuestro voto porque no es un asunto menor la elección de personas juzgadoras que se van a dedicar durante los próximos años, a impartir justicia hacia toda la sociedad.
La propuesta es entonces que hagamos de este 1 de junio el día de la solidaridad y la esperanza electoral.
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