LA BELLEZA FEMENINA NO ESTÁ PELEADA CON LA INTELIGENCIA Y EL PODER
Escrito por Partido Verde Ecologista de MéxicoLas mujeres –y en específico las mexicanas– nos caracterizamos por ser trabajadoras, aguerridas, fuertes, cariñosas, de carácter fuerte y un sinfín de cualidades más; es por ello que poco a poco nos hemos ido abriendo brecha en ciertos lugares o puestos en los que jamás hubiera imaginado nuestra abuela estar; lugares que incluso ahora muchas sacrifican porque deben cuidar de su hogar, lo que incluye marido e hijos; y viceversa; quienes están en los grandes puestos o sacrifican formar una familia o pasar tiempo con la que ya tienen; pues el reparto de las labores del hogar sigue siendo desproporcional.
Por ello es muy importante reconocer y aplaudir a todas aquellas mujeres que por sus medios han llegado hasta donde están; y sería importante analizar un poco el contexto de lo que pasó hace algunos días en el certamen de belleza Miss Universo; pues en pleno siglo XXI un hombre denostó a la mexicana Fátima Bosch; pero lo más increíble sucedió después de las agresiones verbales de aquel hombre; pues Fátima no se quedó callada –a pesar de que eso le indicó– ella decidió levantar su voz y hacerle frente aun cuando ello supusiera ponerla en un lugar de desventaja en dicho certamen.
Y de aquel momento tan viral quedan dos importantes lecciones; la primera, que nadie debe hacerte menos, ni humillarte, callarte o amedrentarte; siempre tendrás las armas necesarias para hacerle frente a los agresores, aun en un mundo tan machista como en el que seguimos viviendo; porque el patriarcado y sus implicaciones, no es una cuestión solo de México; sino del mundo.
Fátima es una mujer bella, inteligente, fuerte y poderosa; así como todas y cada una de las mujeres que habitan en el planeta Tierra; y para quienes aún dicen que si una mujer es hermosa no puede ser inteligente, ahí está la prueba, cuenta incluso con una inteligencia emocional que le permitió irse antes de que la falta de respeto escalara, con la inteligencia para poner el ejemplo a millones de mujeres que la ven, la inteligencia para salir a rendir declaraciones sin ser grosera o despectiva y la inteligencia para saber que su mejor arma es su voz; y que quedarse callada representaría la sumisión de la que todas estamos trabajando y luchando por abatir.
La segunda lección es la sororidad; si bien es cierto las agresiones verbales y la pretensión del uso de la fuerza fueron dirigidos de manera específica a Fátima, muchas otras participantes de otros países no dudaron en brindarle apoyo moral y salirse de la sala donde estaban en protesta por lo que estaba pasando con la mexicana; lo mismo hizo Victoria Kjaer Theilvig de Diamarca (actual Miss Universo).
Ellas bien pudieron quedarse y continuar con el evento (como algunas otras sí lo hicieron), pero prefirieron ser solidaras con Fátima al no estar de acuerdo con la manera que se le trató; pues en esta ocasión fue una mexicana, pero pudo haber sido cualquier otra –y conociendo el temperamento de las latinas– alguna hubiera salido en su defensa de cualquier manera.
Entonces, debemos recordar no quedarnos calladas ante una injusticia y hacer siempre lo correcto, así como no guardar silencio cuando alguien no nos trata de la manera que merecemos, sobre todo quienes por los puestos de poder tienen mayor influencia sobre la juventud y en general, sobre la ciudadanía; ya que podrían verlas como un ejemplo a seguir y debemos propiciar una vida libre de violencia contra las mujeres en cualquier ámbito.
"Aquí estoy, no tengo miedo de alzar mi voz. Estoy aquí más fuerte que nunca (…)”
"Estamos en el siglo XXI, yo no soy una muñeca para estarla maquillando, peinándola o cambiándole la ropa, yo vine aquí a ser una voz para todas las mujeres y todas las niñas que luchan por causas"
Fátima Bosch.
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