17 de octubre de 1953: El amanecer de los derechos políticos de las mujeres en México
Escrito por Partido Revolucionario InstitucionalEl 17 de octubre de 1953 marcó un antes y un después en la historia de México. La publicación de la reforma al artículo 34 constitucional reconoció el derecho de las mujeres mexicanas a votar y a ser electas, conquistando así la igualdad jurídica y política que por décadas se les había negado. Este logro no fue casual, sino el resultado de una larga lucha encabezada por mujeres visionarias que, desde los ámbitos social, educativo y político, exigieron su lugar en la toma de decisiones del país.
La reforma impulsada durante el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines representó la culminación de un movimiento gestado desde principios del siglo XX. Figuras como Hermila Galindo, quien en 1916 solicitó ante el Constituyente el derecho al sufragio femenino, sentaron las bases. Su petición fue rechazada bajo el argumento de que “el hecho de que algunas mujeres excepcionales tengan las condiciones necesarias para ejercer satisfactoriamente los derechos políticos no funda la conclusión de que estos deban concederse a las mujeres como clase”.
Resultó fundamental la labor de Elvia Carrillo Puerto en la defensa de los derechos de las mujeres. El 18 de noviembre de 1923, fue electa diputada al Congreso Local de Yucatán por el distrito de Izamal, junto con Beatriz Peniche de Ponce y Raquel Dzib Cicero, electas por Mérida. Sin embargo, las elecciones fueron anuladas y Elvia tuvo que abandonar la entidad tras el asesinato de su hermano, el gobernador Felipe Carrillo Puerto. Posteriormente, en 1925, fue electa diputada local en San Luis Potosí, pero el Colegio Electoral del Congreso estatal no le reconoció su triunfo (Galeana, 2014).
La lucha de estas y otras mujeres permitió que, tras un arduo proceso de exigencia, el sufragio femenino se consagrara en la reforma al artículo 34 constitucional, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 17 de octubre de 1953. Este decreto reconoció a las mujeres como ciudadanas, con derecho a votar y ser votadas para todos los cargos de elección popular.
Con la incorporación de las mujeres al voto, la política nacional experimentó una transformación estructural. Se amplió la visión del Estado, se enriquecieron los debates públicos y se dio paso a políticas con enfoque de género, orientadas a la justicia social y la equidad. La presencia femenina en los espacios de poder visibilizó problemáticas históricamente ignoradas, como los derechos reproductivos, la violencia de género, la igualdad salarial y la participación ciudadana en condiciones equitativas.
Hoy, la participación política de las mujeres ha alcanzado logros sin precedentes. México es uno de los pocos países del mundo con paridad constitucional en todos los niveles de gobierno, lo que demuestra que aquel decreto de 1953 no solo cambió las leyes, sino también la estructura del poder político. Desde los congresos locales hasta la representación diplomática, las mujeres han demostrado liderazgo, capacidad y una visión transformadora.
A más de siete décadas de aquel acontecimiento histórico, el 17 de octubre no solo conmemora una fecha legal, sino que simboliza la resistencia, el empoderamiento y la transformación política. Recordar a las mujeres que abrieron camino implica reconocer que su voz sigue siendo esencial para consolidar una democracia verdaderamente igualitaria, donde la participación femenina continúe guiando a México hacia un futuro más justo, con igualdad de oportunidades para todas y todos.
En el PRI reconocemos el legado de las feministas que hicieron posible que hoy las mujeres accedamos a cargos de elección popular y tengamos presencia en todos los espacios del espectro político. Honramos esa lucha mediante la inclusión de más mujeres en la estructura partidista, tanto en cargos de dirigencia como en candidaturas.
La Presidencia a mi cargo tiene la convicción de impulsar el liderazgo político de las mujeres y combatir las barreras estructurales que aún persisten, como los estereotipos patriarcales y la violencia política de género. Estos obstáculos limitan seriamente el ejercicio de los derechos político-electorales de las mujeres. Frente a esto, actuamos con sororidad para, mediante políticas inclusivas, empoderar liderazgos femeninos que impulsen la agenda de género y promuevan la activa participación de más mujeres en cargos de relevancia.
Sen. Cristina Ruiz Sandoval
Presidenta del CDE del PRI en el Estado de México.
Fuentes de consulta
Cámara de Diputados (1916). Diario de Debates del Congreso Constituyente, p. 602.
Galeana, P. et. al. (2014) La Revolución de la Mujeres en México. México: Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.
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