Escuchar para transformar: el agua como motor de cambio
Escrito por Partido Verde Ecologista de MéxicoPor lo que respecta al tema del agua hemos sido testigos que, o se desborda en las alcantarillas y contamos con ríos contaminados, o vivimos sequías cada vez más largas; por otro lado, nos enfrentamos a la problemática de ciudades que dependen de pozos, mismos que ya se están agotando y en consecuencia, la ciudadanía tiene la necesidad de adquirir pipas que cuestan una fortuna. Y lo peor de todo, es que nos estamos acostumbrando a vivir de tal manera teniendo un pésimo medio ambiente en el que vivimos y respiramos.
Por ejemplo; el agua, que debería ser un derecho garantizado, todavía es un reto enorme para millones de familias que, al abrir la llave, no saben si saldrá una gota. En el Estado de México esta realidad se siente con fuerza; somos la entidad con más habitantes en todo el país y, claro, eso significa más presión sobre el tema hídrico. Hay pozos que se secan, colonias que dependen de pipas y municipios donde la gente vive con la incertidumbre de si mañana tendrán agua o no; en lugares como Ixtapaluca, Chalco o Ecatepec, esto es la diferencia entre poder cocinar, bañarse o mandar a los hijos a la escuela con tranquilidad… o no poder hacerlo.
Precisamente en Chalco arrancamos la semana pasada con las Asambleas Verdes, que tienen como intención escuchar necesidades como estas y muchas otras. Más de 35 mil personas asistieron con la esperanza de que sus peticiones sean escuchadas. Hay algo que, como políticos, servidores públicos y legisladores, debemos entender: escuchar no es ningún favor, es nuestro trabajo; es el primer paso para cambiar la realidad en la que vivimos.
Hay problemáticas que son comunes y las conocemos, pero no es lo mismo escucharlas de cerca de quienes las padecen. Nos señalan el robo de agua, que convierte la necesidad de la gente en negocio; la tala clandestina, que debilita a nuestros bosques y les quita la capacidad para captar y filtrar el agua; o los cañones antigranizo, que alteran el ciclo natural de las lluvias.
Parecen cosas distintas, pero en realidad todas nos hablan de una misma urgencia, la de cuidar y administrar mejor el poco recurso que nos queda del agua; la que no llega a las casas o, muchas veces, cuando llega está sucia; la que muchos pagan, aunque nunca tienen o la que obliga a gastar lo poco que se tiene en pipas, porque no hay de otra.
Escuchar esas voces me hizo pensar, una vez más, que el agua no es simplemente un servicio, es la diferencia entre vivir con dignidad o con incertidumbre. Y sí, el problema es serio y es por eso que ya no podemos quedarnos de brazos cruzados. No está bien que nos acostumbremos a vivir así. Claro que el reto es enorme, pero lo que de verdad da esperanza es ver cómo, después de escuchar y atender una preocupación, tenemos la capacidad de transformarla en acción.
Una cuestión evidente en la Primera Asamblea fue la necesidad de dar certeza al tema del agua. Ahí estuvo el centro de la conversación. Estar ahí, frente a ellos, me dio la certeza de que al escuchar una necesidad particular te da el impulso de emplear los esfuerzos necesarios para intentar convertir la problemática en una oportunidad.
El Estado de México tiene la tarea de asegurar agua limpia, suficiente y justa para 17 millones de personas. Y no se trata sólo de repartir lo poco, sino de brindar lo suficiente; porque el agua, más que un problema, se ha convertido en un motor para innovar, legislar y organizarnos mejor como sociedad.
Mtro. José Alberto Couttolenc Buentello.
Secretario General del Partido Verde Ecologista de México en el Estado de México.
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