Mujeres indígenas: participación política y desafíos pendientes
Escrito por Unidad Coordinadora de GéneroCada 5 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Indígena, una fecha que invita a reflexionar sobre la importante labor que desempeñan estas mujeres en la defensa y preservación de la identidad cultural, social, económica y política de los pueblos originarios.
En México, las mujeres indígenas han enfrentado históricamente una participación política limitada, marcada por múltiples barreras estructurales como el machismo, la discriminación racial y la exclusión en la vida política, provocando una doble marginación: por ser mujeres y por pertenecer a pueblos originarios. Esta doble discriminación las coloca en una situación de alta vulnerabilidad social y política.
El caso del Estado de México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen 417,603 personas hablantes de lengua indígena, de las cuales 220,131 son mujeres, lo que representa el 52.71% del total. Estas mujeres pertenecen principalmente a los pueblos originarios mazahua, otomí, nahua, tlahuica y matlatzinca.
En las últimas décadas, las autoridades gubernamentales han impulsado esfuerzos para fomentar la inclusión política de las mujeres indígenas. Entre las principales medidas destacan las cuotas de género, que obligan a los partidos políticos a incluir un porcentaje mínimo de mujeres en sus candidaturas, así como las acciones afirmativas, diseñadas para reducir desigualdades y garantizar e incentivar el pleno ejercicio de los derechos político-electorales de grupos históricamente discriminados.
En este contexto, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) aprobó para el Proceso Electoral Ordinario de 2024 los “Criterios para la implementación de acciones afirmativas en la postulación de candidaturas a los distintos cargos de elección popular para la Elección de Diputaciones y Ayuntamientos 2024”, que establece porcentajes obligatorios de postulación para personas de cuatro grupos en situación de discriminación, incluyendo a las comunidades y pueblos indígenas.
Si bien estas medidas han contribuido al aumento de la participación de mujeres en la política, la representación de las mujeres indígenas sigue siendo baja, especialmente en cargos de alto nivel o de toma de decisiones.
Aún enfrentamos importantes desafíos. No basta con abrir espacios; es necesario garantizar que las mujeres indígenas puedan ejercer sus cargos con autonomía y seguridad. Para lograrlo, se requiere el fortalecimiento de políticas públicas, así como la creación de redes de apoyo entre mujeres indígenas a nivel local y nacional. Estas redes pueden ser claves para compartir experiencias, estrategias y recursos que faciliten su acceso real al poder político.
La lucha por la participación política de las mujeres indígenas no debe limitarse a una fecha conmemorativa, es una causa permanente que exige compromiso y una visión de justicia y equidad.
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