“Dignidad menstrual: Un camino por construir”
Escrito por Partido Verde Ecologista de MéxicoEs conocido que, durante el transcurso de los años, se ha pugnado por el reconocimiento femenino dentro de diversas esferas de la sociedad, pasos que sin lugar a dudas han marcado precedentes, ejemplo de ello son los derechos humanos de los cuales hoy goza este sector poblacional, sin embargo, tal pareciera que de ellos solo se goza de algunos en concreto.
Y es que, la sociedad ha olvidado, una invaluable característica fisiológica femenina, a saberse, la menstruación, pues aún en pleno siglo XXI, este aspecto biológico desnormalizado permea y trastoca diversas áreas de nuestra sociedad, de entre las cuales, se encuentran los reclusorios, lugares donde el acceso a la salud e higiene menstrual son temas invisibilizados cuyos suministros básicos de higiene femenina dependen en estricto sentido de familiares o de algún benefactor.
Por lo que, consecuentemente aquellas reclusas que no cuentan con el beneficio a que se ha hecho alusión, genera una inconmensurable vulneración a los derechos humanos, convirtiéndose este –proceso biológico natural- en una experiencia indigna, dolorosa y discriminatoria dentro de las prisiones.
No menos importante, es de mencionarse que, ante la carencia de insumos de higiene, las reclusas han tenido que recurrir a la improvisación de mecanismos que les permitan –en esos días- contar con una higiene someramente adecuada, sin embargo, la utilización de pedazos de ropa vieja, esponjas de colchonetas, papel o periódico, los cuales evidentemente incumplen con los estándares de higiene óptimos.
Aunado a lo anterior también encontramos deficiencia en la infraestructura para atender las necesidades humanas más apremiantes, como lo son sanitarios limpios; sumándosele a todo esto la falta de privacidad, agua potable entre innumerables aspectos que terminan desembocándose en enfermedades graves, para las internas.
Al respecto, este Instituto, en aras de coadyuvar con el tema, ha generado programas específicos otorgando productos como toallas y tampones; todo ello encaminado a generar no solo empatía en la sociedad, pues si bien no resuelve todo el problema del sistema, aporta una gran colaboración al sumarse y visibilizar este derecho humano de las mujeres que se encuentran privadas de su libertad; dejando así, un precedente importante en esta sociedad en materia de derechos humanos, tocando fibras tan sensibles como los son la consideración por quienes se ven doblemente afectados de este derecho.
Este problema, evidentemente genera un problema de salud y también de dignidad humana, pues cuantos años han tenido que pasar para que si quiera a las mujeres se les permitiera salir de sus hogares, por que como lo dice la historia, eran catalogadas como “impuras”, o cuantas veces se nos ha educado para esconder un aspecto fisiológico que es parte de nuestro cuerpo, pues más allá de que quienes se encuentran privadas de su libertad y son tratadas indignamente en este aspecto, lo cierto es que este problema preexiste y ha sido difícil desarraigarlo de nuestra sociedad
Esta representación pretende visibilizar y poner en practica la sensibilización a este aspecto humano natural, del cual esta sociedad le adeuda un reconocimiento temprano, humanizado y generalizado, aclamando lo que conocemos como “erga omnes”, esto a través del impulso a la tutela de estos derechos a través de campañas en medios digitales, construyendo con ello puentes por la inclusión de todas.
Ante dicho escenario, estimado lector, te invito a interrogarte:
¿Cuánto tiempo más, seremos parte de una sociedad que camina a ciegas, evitando a todas luces lo que es parte esencial y orgánica de la fisiología humana?
Conéctate