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El próximo 15 de septiembre además de ser una fecha emblemática para la vida democrática del país, puesto que se conmemora el Grito de Dolores, el cual es un episodio clave que dio inicio al movimiento de Independencia de México; también se celebra el Día Internacional de la Democracia, instaurada en 2007 -y celebrada por primera vez el año siguiente-.

Dicha fecha fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la cual los estados miembros reafirman su compromiso con los principios, los elementos y prácticas necesarias para instaurar un gobierno democrático.

Para conmemorarlo, quienes se rigen por los principios de la democracia sugieren que este día representa una oportunidad para proponer e implementar nuevas formas de vigorizar la democracia y buscar respuestas a los desafíos sistémicos que enfrenta.

La democracia va más allá de la perspectiva electoral, ya que ésta se entiende como un sistema que promueve y permite el respeto irrestricto de los derechos y libertades de las personas, la creación de oportunidades iguales para todos, la vigencia del Estado de derecho, la formación de valores de igualdad, la tolerancia y respeto mutuo a las diferencias, los cuales son el fundamento básico de las relaciones sociales pacíficas.

Buscar que las democracias sean más inclusivas, que atraigan a la juventud y otros grupos marginados al sistema político, hacer que sean más innovadoras, que aborden las desigualdades económicas y políticas, además que den respuesta a los desafíos emergentes, tales como la migración, el cambio climático, o como la pandemia originada por el Covid-19.

En el ámbito internacional, el Estado mexicano participa activamente en la promoción de la democracia a través de diversos organismos internacionales y regionales como la Organización de las Naciones Unidas o la Organización de los Estados Americanos por mencionar algunos, en los cuales, ha respaldado la suscripción de una gran variedad de instrumentos jurídicos que regulan de manera general o específica aspectos relacionados con la democracia tales como: la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Carta Democrática Interamericana.

Así, podemos definir a la democracia como un valor universal cuyo fundamento es la voluntad de los pueblos, libremente expresada para determinar su propio sistema político, económico, social y cultural, con participación plena en todos los aspectos de su vida; asimismo, proporciona el medio natural para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos.