Cada 30 de julio se conmemora el día mundial contra la trata de personas, a iniciativa de las Naciones Unidas. El Protocolo de las Naciones Unidas contra la Trata de Personas, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, define a la trata de personas como "la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de una persona por medios tales como la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción, rapto, fraude o engaño con fines de explotación"[1].
El tráfico de personas es un grave delito y una grave violación de los derechos humanos. Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)[2] estima que, en el 2018, alrededor de 50.000 víctimas de trata de personas fueron detectadas y denunciadas por 148 países. Sin embargo, dada la naturaleza oculta de este delito, el número real de víctimas de la trata es mucho mayor.
Las mujeres víctimas siguen siendo los principales objetivos de la trata de personas. De cada 10 víctimas detectadas a nivel mundial en 2018, cinco eran mujeres adultas y dos niñas. Alrededor del 20 % de las víctimas de la trata de personas eran hombres adultos y el 15 % eran niños.
En los últimos 15 años, el número de víctimas detectadas ha aumentado, mientras que su perfil ha cambiado. La proporción de mujeres adultas entre las víctimas detectadas cayó de más del 70 % a menos del 50 % en 2018, mientras que la proporción de niños detectados aumentó, de alrededor del 10 % a más del 30 %. En el mismo período, la proporción de hombres adultos casi se ha duplicado, de alrededor del 10 % al 20 %.
En general, el 50 % de las víctimas detectadas fueron traficadas con fines de explotación sexual, el 38 % explotadas para trabajos forzados, el seis por ciento fueron objeto de actividades delictivas forzadas, mientras que el uno por ciento fue obligado a mendigar y un número menor a matrimonios forzados, extracción de órganos, y otros fines.
A nivel mundial, la mayoría de las personas procesadas y condenadas por trata de personas siguen siendo hombres, con alrededor del 64%. Los delincuentes pueden ser miembros de grupos delictivos organizados, que trafican a la gran mayoría de las víctimas con individuos que operan por su cuenta o en pequeños grupos de manera oportunista. Los traficantes ven a sus víctimas y las reducen a productos de intercambio como mercancías sin tener en cuenta la dignidad y los derechos humanos.
El panorama actual no es nada alentador, es probable que la recesión inducida por la COVID-19 y la escalada de los conflictos armados exponga a más personas caer en estas inhumanas redes de trata.
[1] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata . Visto en: https://www.unodc.org/unodc/en/organized-crime/intro/UNTOC.html
[2] UNODC Global Report on Trafficking in Persons 2020. Visto en: https://www.unodc.org/unodc/data-and-analysis/glotip.html