Comunicación
Social

Sábado, 02 Abril 2022 00:02

Alianzas estratégicas entre mujeres como mecanismo para acelerar su acceso a espacios de toma de decisión

Escrito por

La participación política de las mujeres se ha acelerado en los últimos 20 años gracias al fortalecimiento de alianzas estratégicas entre mujeres que han logrado la materialización de diversas reformas en materia político-electoral, a través de las cuales se ha transitado de un sistema de cuotas al reconocimiento constitucional del principio de paridad y hoy a la salvaguarda del ejercicio de los derechos políticos de las mujeres en espacios libres de violencia.

 

Si bien en 1953 se reconoce el derecho a votar de las mujeres mexicanas, es importante hacer una pausa y detenernos a observar que no fue sino hasta 1993, el año en que se incluyó en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales por primera vez, una referencia a la cuota de género.Inicialmente la postulación de candidaturas debía ser el 70% de un género y el otro 30% de otro, este fue el momento en que se comenzaron a generar mecanismos para acelerar la participación de las mujeres en la vida pública y política del país y en nuestro estado.

 

También es fundamental reconocer el trabajo de grupos de mujeres desde distintas trincheras por aproximadamente 10 años para materializar la implementación de las cuotas de género, pues fue hasta el año 2002, donde esta cuota toma carácter de obligatorio. Estas primeras cuotas dieron como resultado que las mujeres encabezaran hasta el 30% de las candidaturas propietarias, visibilizando la participación femenina en espacios de toma de decisión.

 

En 2008, se estableció como cuota de género que del total de los registros al menos el 40% de candidaturas propietarias fueran de un mismo género, procurando llegar a la paridad. Una de las consecuencias de la aplicación de las cuotas conforme al diseño de 2008, fue que en las elecciones federales del 2009, ocho diputadas electas fueran obligadas a renunciar, para que en su lugar asumieran el cargo quienes ocupaban el carácter de suplentes, por supuesto hombres, ya que la ley establecía que en el registro de candidaturas las suplencias podrían ser de cualquier sexo.

 

Este caso obligó, -en pro de la proteccion de los derechos politicos de las mujeres-a que la autoridad jurisdiccional emitiera un nuevo criterio que prohibió postular fórmulas con candidaturas propietarias encabezadas por mujeres y que los suplentes fueran hombres.

 

Por lo que de cara al proceso electoral 2011-2012, nuevamente a partir de alianzas estratégicas entre mujeres, se logró que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dicte la sentencia emblemática SUP-JDC-12624/2011 que sentó las bases para la reforma política-electoral de 2014, incorporando la paridad de género como principio constitucional.

 

A partir de ello, surgen nuevos ordenamientos jurídicos que regulan la paridad de género y la implementación de acciones afirmativas para impulsar la participación política de las mujeres, entre otras, la alternancia en las listas y la obligatoriedad de registrar candidaturas propietarias y suplentes del mismo sexo.

 

Finalmente, recordemos que a nivel local en el Estado de México, con la publicación de los decretos 186 y 187 del 24 de septiembre de 2020, se reformaron diversos ordenamientos para garantizar por una parte, la implementación de los mecanismos para operativizar la reforma federal de 2019, conocida como “paridad en todo” y por otro, proteger el derecho de las mujeres a que su participación en la arena pólitica sea libre de violencia política.

 

Hoy las mujeres políticamente activas que han contribuido con la implementación de más y mejores derechos políticos desde distintos escenarios, han permitido ampliar la participación de las mujeres en la vida pública.Esto ha sido un trabajo en conjunto que se ha caracterizado por la suma de todos los esfuerzos, lo que genera alianzas que permiten diversificar los mecanismos para impulsar que más mujeres estén ocupando espacios de toma de decisión y que al hacerlo, se sientan acompañadas y respaldadas por otras que a lo largo del camino han pasado por ahí.

 

Las mujeres nos reconocemos en nuestra diversidad, pero también en nuestras luchas comunes. Sigamos impulsando más y mejores alianzas, sigamos sumando a más mujeres, generando programas institucionales que permitan el intercambio de experiencias entre mujeres jóvenes y aquellas que por su historia aportan día a día con su experiencia. Reconocernos entre nosotras no solo nos fortalece, también nos da la oportunidad de reescribir la historia

 

 

Histórico - Espacio de Colaboraciones y Opiniones



Conéctate