Comunicación
Social

Viernes, 08 Enero 2021 21:05

6 de enero

Escrito por
Valora este artículo
(0 votos)

El pasado miércoles 6 de enero de este 2021, fuimos espectadores de un hecho insólito, el asalto a la sede del Congreso de Estados Unidos por parte de grupos radicales incitados a través de redes sociales por el propio presidente Trump. La turba interrumpió la sesión conjunta de la Cámara de Representantes y del Senado, que llevaba a cabo el procedimiento constitucional de la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales realizadas en noviembre del 2020.

 

Tras el desalojo del Capitolio, las Cámaras del Congreso continuaron con dicho procedimiento, ratificando los resultados de los comicios confirmando el triunfo del demócrata Biden, quien tomará posesión el próximo 20 de enero.

 

Tras el intento fallido del asalto al Congreso, que de haber resultado exitoso hubiera constituido un golpe de Estado, evidenció los instintos autoritarios de Trump, -quien instigó de manera directa a los asaltantes, declarando que “nunca recuperaremos este país mostrando debilidad-[1], que sin seguir reconociendo su derrota alimenta desde hace meses la idea del fraude electoral, hablando de teorías de conspiración inexistentes y de las cuales no ha podido presentar evidencia válida alguna ante los tribunales.

 

Lo ocurrido el 6 de enero, nos hace reflexionar sobre lo dañino de la manipulación informativa para exacerbar los ánimos sociales y seguir generando una polarización que enturbia la convivencia social. Por otro lado, también es de reflexionar el papel y la responsabilidad que tienen quienes son líderes populares a través de su discurso informativo o deformativo.

 

En este caso, sorprende que quien incita a tomar vías no democráticas para exigir sus demandas, como es la violencia, es la persona con el más alto cargo que se puede ocupar en la administración pública de una nación, quien, por cierto, llegó por métodos democráticos a su cargo con reglas que, en aquel momento, sí aceptó. También sorprende que se trata de la nación más poderosa, la más democrática: los Estados Unidos de América.

 

 

[1] The Washington Post. Trump caused the assault on the Capitol. He must be removed, Editorial, 6 de enero de 2021. Visto el 8 de enero de 2021 en: https://www.washingtonpost.com/opinions/remove-trump-incitement-sedition-25th-amendment/2021/01/06/b22c6ad4-506d-11eb-b96e-0e54447b23a1_story.html

 

 

 

Histórico - Espacio de Colaboraciones y Opiniones



Conéctate