Puede que Bielorrusia nos parezca un país distante, ajeno y desconocido. Se trata de un país sin litoral enclavado en Europa del Este entre Ucrania, Rusia y la Unión Europea; con poco más de 200 mil km2 y casi 10 millones de habitantes, obtuvo su independencia en 1991, tras la caida de la Unión Soviética; y desde hace 26 años es dirigido por Alexánder Lukashenko, el último dictador de Europa.[1]
El domingo pasado, se llevaron a cabo elecciones presidenciales, en las que Lukashenko se presentó a su sexto mandato. La principal candidata de la opocisión, Svetlana Tijanovskaya, de 37 años, esposa del bloguero opositor más popular del país (Sergei Tijanovsky), quien está encarcelado desde hace tres meses por sus críticas al gobierno. Tijanovskaya, una joven candidata que a pesar de su inexperiencia política ha logrado movilizar multitudes durante la campaña electoral, aglutinando el descontento, debido a la falta de libertades y respeto a los derechos humanos, que han sido cada vez más limitados desde la llegada de Lukashenko al poder. Aunado al creciente descontento popular debido a la gestión desastroza de la pandemia del COVID-19, sumado a la contracción económica, a la de por si golpeada economía. [2]
El mismo domingo por la noche, la Comisión Electoral, controlada por el gobierno, anunciaba los primeros resultados donde el presidente obtenía poco más del 80% de los votos, lo que provocó multitudinarias protestas -las más numerosas en la historia reciente del país- en las principales ciudades, ante el reclamo de fraude a gran escala. La respuesta del gobierno ha sido desproporcionada, el gobierno limitó el uso de las telecomunicaciones, mas de 3.000 detenidos y al menos dos personas fallecidas.[3]
De acuerdo con los resultados oficiales Svetlana Tijanovskaya, obtuvo un 10%[4] de los votos, no obstante, ella considera que “la mayoría de los ciudadanos la apoyaron”. En su contra se ha desatado el acoso del gobierno obligándola a abandonar su país, refugiándose en la vecina Lituania.
Es altamente probable que el gobierno de Lukashenko sobreviva a la crisis postelectoral, la censura, el control de las telecomunicaciones y el uso indebido de las fuerzas de seguridad contribuirán a mantenerlo en el gobierno, al menos de momento. China, Rusia lo han felicitado.
Sin embargo, la ciudadanía bielorrusa da muestras de creciente descontento y es poco probable que abandonen las protestas a pesar de la creciente represión. El mundo deberá voltear la vista a quienes continúan apostando por regímenes que menoscaban las libertades fundamentales con la única finalidad de conservar el poder a toda costa.
[1] Muñeco, Rafael. Lukashenko, el último dictador de Europa. ABC. 11 de agosto de 2020. Visto en: https://www.abc.es/internacional/abci-lukashenko-ultimo-dictador-europa-202008102147_noticia.html, el 12 de agosto de 2020.
[2] Idem
[3] DW. Resultado oficial: Lukashenko reelegido en Bielorrusia en polémicas presidenciales. 10 de agosto 2020. Visto en: https://www.dw.com/es/resultado-oficial-lukashenko-reelegido-en-bielorrusia-en-pol%C3%A9micas-presidenciales/a-54507418, el 12 de agosto de 2020.
[4] Idem.