En la actualidad, se vive una pandemia provocada por la más reciente cepa del Síndrome Respiratorio Agudo Severo por Coronaviridae (SRAS-CoV-2 o SARS-CoV-2, por sus siglas en inglés) que provoca en los seres humanos la enfermedad respiratoria infecciosa por Coronavirus (Coronavirus disease 2019, COVID-19 por sus siglas en inglés). Por supuesto, México no está exento de ello.
El actual Gobierno Federal Mexicano ha actuado en la medida de lo conducente, pero el primer mandatario, contradice dicha postura. Prueba de ello lo siguiente:
El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno de México, Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, ha realizado diversas recomendaciones para la ciudadanía con el objetivo de contener la propagación (ya no prevención) del COVID-19, sin embargo, su superior jerárquico, el Presidente de la República, ha hecho caso omiso de ellas.
¿Cómo hacer que la ciudadanía asuma dichas recomendaciones si el mismo Presidente de México no las sigue? ¿No se supone que se enseña con el ejemplo, como en los casos de la lucha contra la corrupción o la inseguridad en nuestro país? Como siempre, las contradicciones son su sello característico.
Los eventos masivos, los cuales implican la concentración de grandes grupos de personas, están siendo cancelados al por mayor en todas las latitudes del país siguiendo la lógica medica de salubridad prevaleciente durante la pandemia, pero las aglomeraciones humanas, producto de las giras presidenciales por todo México, continúan con abrazos, besos y cuanto contacto físico ocurra. La irresponsabilidad del Presidente de la República es visible a todas luces.
¿En qué calidad queda el Subsecretario cuando emite pautas de contacto físico entre los mexicanos si el mismo presidente de México, su jefe, no las cumple? ¿Será acaso que aducirá que el SRAS-CoV-2 es una invención de la mafia del Poder (internacional), que la fuerza de la voluntad moral vencerá por sobre la de la ciencia (por cierto tan en desmedro durante la presente gestión)?
El enemigo más tozudo de los actuales esfuerzos para contener al COVID-19 se encuentra en Palacio Nacional al no comprender la peligrosidad de un virus, que si no se le toma la seriedad debida, puede convertirse en un serio problema que termine por colocar, en terapia intensiva, a la 4T.
Roger Schnell.
Politólogo y CPM del PRI