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Jueves, 19 Septiembre 2019 10:46

Archivos, transparencia, acceso a la información, protección de datos personales y su relación con la cultura política democrática.

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La Ley General de Archivos, la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública y la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados son una triada de leyes encaminadas al fortalecimiento del Estado Constitucional Democrático y de Derecho al promover la participación ciudadana y el control y vigilancia del poder público.

 

En este sentido, los temas de archivo, transparencia, acceso a la información y protección de datos personales, tienen una relación directa con la cultura política democrática, toda vez que ésta consiste en las creencias, imágenes y percepciones que la sociedad tiene sobre su entorno político y de qué manera éstas influyen tanto en la construcción de las instituciones y organizaciones políticas de una sociedad como en el mantenimiento de las mismas y los procesos de cambio. Los componentes de la cultura política democrática son la ciudadanía, la participación y la sociedad abierta, activa y deliberativa[1].

 

En efecto, una sociedad que comparte una cultura política democrática no solamente se relaciona con las instituciones para que respondan a sus demandas, tiene actitudes propositivas y participativas, no únicamente reactivas frente al desempeño gubernamental, es decir que incide sobre las decisiones políticas; de ahí que implica concebirse como integrante de una sociedad con capacidad para hacerse escuchar, organizarse y demandar bienes y servicios del gobierno, así como negociar mejores condiciones de vida.

 

De esta manera, las leyes de archivos, transparencia, acceso a la información y protección de datos personales al ser una exigencia ciudadana y estar orientadas a la garantía de los derechos fundamentales, empoderamiento de la ciudadanía, escrutinio y permanente vigilancia sobre el quehacer de las Instituciones y de los funcionarios públicos, indiscutiblemente tienen relación directa con la cultura política democrática.

 

Al respecto, la transparencia implica que las instituciones pongan a disposición de las personas los documentos que dan cuenta de sus acciones y de sus decisiones, las cuales resultan de interés público; es decir, contar con información resulta relevante para poder conocer y evaluar a las autoridades, de ahí que la transparencia constituya un requisito indispensable de la democracia, ya que es un elemento exigible, toda vez que, un gobierno democrático indiscutiblemente se somete al control y vigilancia de la ciudadanía.

 

Asimismo, para que pueda existir transparencia y acceso a la información resulta indispensable que se cuente con archivos que documenten el actuar de las y los servidores públicos, toda vez que a través de la regulación sobre la manera en que se generan, organizan, conservan y destruyen los documentos se busca terminar con la opacidad y el secreto dentro de las instituciones y dejar atrás esas prácticas en donde las decisiones importantes se tomaban en lo oscuro y funcionarios públicos o políticos al terminar su encargo se llevaban o destruían la información que generaban durante su gestión y que permitía dar cuenta de sus acciones, toda vez que se parte del principio básico de que la información generada no es de los servidores públicos, sino de la población.

 

Finalmente, tanto el acceso a la información pública como la protección de datos personales son derechos fundamentales, en este orden de ideas para que un Estado pueda considerarse constitucional y democrático debe estar basado en vínculos sustanciales impuestos por derechos fundamentales contenidos en las constituciones, es decir se encuentra regido por valores y principios que garantizan y protegen los derechos esenciales, propios del ser humano y es a partir de ahí que el Estado constitucional y democrático construye su propia justificación, actividades y fines.

 

Como podemos observar referirnos a la cultura política democrática es un concepto amplio que va más allá de la materia electoral, su dimensión real se encuentra estrechamente vinculado con la transición de una sociedad tradicional a una moderna y a los efectos que dicho proceso genera sobre las relaciones de poder; abarca actitudes, valores, creencias y conductas de una colectividad determinada.

 

[1] Peschard, Jaqueline. La Cultura Política Democrática. Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática,  Instituto Nacional Electoral

 

 

 

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