El voto por internet en Estonia, el primer país que lo implementó a nivel nacional en sus elecciones.
Escrito por Sandra López BringasEn pasadas colaboraciones he referido la necesidad de explorar la recepción, escrutinio y cómputo de los votos en las elecciones en México a través de medios electrónicos, en concreto por medio de las llamadas urnas electrónicas o por medio de internet, el también denominado e-voting. Al respecto, en las siguientes líneas abordaré brevemente, el sistema de votación electrónica implementado en Estonia, pues considero que puede constituir un referente para la implementación de estas modalidades de sufragio, en el Estado de México.
Es importante señalar, en primera instancia, que varios países han experimentado con la emisión del voto a través de internet, pero en la actualidad, ninguna nación utiliza esta modalidad de ejercicio del sufragio para las elecciones políticas en el ámbito nacional en un grado mayor que Estonia.
Cuando Estonia implementó su sistema de votación en línea en 2005, se convirtió en el primer país en establecer el sistema de votación por internet a nivel nacional, y ello aplicó para todos los cargos de elección popular, tanto nacionales como locales.
Desde entonces, en dicho país báltico se ha utilizado el sistema de votación a través de internet, tanto en elecciones locales como nacionales, dando un total de nueve ejercicios, siendo la más reciente en 2017, elección en la que se eligieron 1,729 consejos de un total 11,804 candidatos y con una participación total del 582,542 de ciudadanos, de los cuales, 186,034 emitieron su sufragio a través de internet1; es decir, casi el 32% de la votación se emitió por medios electrónicos, siendo oportuno mencionar que por primera vez en las elecciones de dicho país, las personas de 16 años también tuvieron derecho a votar.
Credencial de identificación
Ahora bien, hay que precisar que un elemento esencial del sistema de votación por internet de Estonia es la denominada ID-kaart2, que es una credencial de identificación nacional, la cual desempeña un papel central en la estrategia de alta tecnología que el gobierno está implementando para volver la mayoría de trámites de manera electrónica; cada tarjeta contiene dos claves, una para autentificación y otra para generar firmas digitales, con lo que se pueden realizar funciones criptográficas, lo que permite a los estonios autenticarse en sitios web, crear firmas jurídicamente vinculantes en los documentos, acceder a su banca en línea y acceder a los servicios de administración electrónica, dentro de los
cuales se encuentra el sistema de votación electrónica, lo que les permite a los votantes utilizar sus credenciales de identificación para autentificarse con el servidor y firmar su voto.
Proceso de Votación Electrónica
Al comienzo de cada elección, la autoridad electoral, a través de su portal, pone a disposición de la ciudadanía una aplicación, la cual puede descargarse en la mayoría de las plataformas existentes actualmente; asimismo, el código fuente del servidor se publica y la infraestructura de servidores se configura en un acto público una semana antes de la elección.
Durante el período de votación por internet, el votante abre la aplicación y se identifica con su credencial y la clave asociada a ésta, el servidor verifica la identidad del votante y comprueba que se encuentre dentro del padrón electoral, permitiéndole al ciudadano ver la lista de candidatos para su distrito.
Hecho lo anterior, el ciudadano emite su voto con su clave que le permite firmar, el voto firmado y cifrado se envía al servidor; asimismo, el sistema arroja un código QR que permite al ciudadano confirmar que su voto se registró correctamente; como una defensa contra la coacción, a los votantes se les permite votar varias veces durante el período de elección en línea y sólo contará el último voto emitido. Todos los votos anteriores son revocados, pero se mantienen en el servidor de almacenamiento para fines de registro. Mientras que el ciudadano indica si el usuario ha votado anteriormente, que no muestra el número de veces, el votante también puede anular su voto electrónico votando en persona el día de la elección.
Como podemos observar, considero que el sistema de voto por internet de Estonia, puede ser una referencia para su implementación, sobre todo porque una parte angular de dicho sistema, es su documento de identificación personal electrónico, sistema que pudiera servir para la actualización de nuestra credencial para votar, asimismo, su sistema de transparencia el código fuente, así como la implementación de un periodo para votar, que permite al votante, rectificar su voto en caso de coacción.
En suma, el modelo implementado por Estonia constituye un referente que bien puede ser tomado en consideración por el legislador para analizar la viabilidad y conveniencia de adoptar dicha modalidad de sufragio en nuestro país, salvaguardando los principios rectores del voto. Es importante no perder de vista, que en nuestro país ya se cuenta con casos exitosos de voto electrónico por Internet, en los que se garantizó plenamente la libertad de sufragio y la seguridad del mismo, dando como resultado un proceso ejemplar, en el que los actores políticos aceptaron los resultados sin controversia alguna. Tal es el caso de la Ciudad de México, entonces Distrito Federal, que en 2006 implementó el voto electrónico por internet para la elección de Jefe de Gobierno.
A mi juicio, nuestro Estado debe tomar en consideración la experiencia internacional, pero también, los casos internos que han mostrado ser exitosos, de manera tal que la normatividad que, en su caso, se emita, atienda la realidad
y resuelva uno de los principales debates de la organización y logística electoral: la reducción de costos, sin comprometer los principios y valores que rigen el sufragio.