Comunicación
Social

El ejercicio democrático requiere la participación de todos los integrantes de la sociedad. Así, mientras mayor sea el número de ciudadanos que acudan a las urnas a emitir su voto, más legitimados estarán los triunfadores.

 

Tradicionalmente, las mujeres hemos tenido una mayor participación que los hombres en las elecciones. Esto se reflejó en los comicios de 2024, donde el porcentaje de participación de mujeres inscritas en la Lista Nominal de Electores fue de 64.3%, en comparación al 54.8% de los hombres.

 

La cuestión no se agota en la participación por género, sino que también existen diferencias significativas tratándose de grupos de edad, en los que las personas adultas mayores desempeñan un papel protagónico en la participación electoral, debido a que son los que más votan.

 

En cuanto a los jóvenes los que más participan son los que cuentan con 18 años cumplidos, que en la elección de 2024 se reflejó con un porcentaje de participación del 61.6%, pero conforme aumenta la edad, los porcentajes disminuyen, como se aprecia con los jóvenes de 19 años, con 53.5%, los del rango de 20 a 24 años, con 48.5% y los de 25 a 29 años con una participación del 47.4%.

 

En cambio, en las personas adultas mayores, la participación electoral en 2024 superó el 70%. Los grupos con mayor participación fueron los de 65 a 69 años (76.6%) y los de 70 a 74 años (75.5%); sin embargo, la cifra más baja se encuentra en los mayores de 85 años (44.6%).

 

En términos generales las personas adultas mayores constituyen el grupo de edad con mayor asistencia a las urnas, con la salvedad de los mayores de 85 años; sin embargo, en la elección de 2024 se incrementó notablemente la participación en este rango de edad con 44.6% en comparación con la elección presidencial de 2018, que le porcentaje registrado, fue de 39.2%.

 

Cabe destacar que la participación ciudadana en general fue menor en 2024 (59.8%) en comparación con la elección presidencial de 2018 (63.4%), ello se debe a la reducción en el número de jóvenes y de personas de edad mediana que acudieron a las urnas como se muestra en el siguiente comparativo:

 

 

Elección

Porcentaje de participación electoral

2024

61.6

53.5

48.5

47.4

52.1

56.2

60.3

64.2

63.7

69.6

2018

64.7

57.1

52.8

52.8

58.1

61.9

65.2

67.7

69.7

71.3

Edad

18

19

20-24

25-29

30-34

35-39

40-44

45-49

50-54

55-59

 

Fuente: Elaboración propia con datos del INE.

 

 

 

Contrario a esta reducción, las personas adultas mayores incrementaron su presencia en las urnas en todos los segmentos de edad. A partir de los 60 años el porcentaje de participación fue mayor que en la elección de 2018 como se muestra a continuación:

 

Elección

Porcentaje de participación electoral

2024

73.1

76.6

     75.5

71.6

63.7

44.6

2018

72.8

73.3

     72.1

67.3

58.2

39.2

Edad

60-64

65-69

70-74

75-79

80-84

85 y más

 

Fuente: Elaboración propia con datos del INE.

 

Como se puede observar, las personas adultas mayores no sólo son las que más votan, sino que contrario al comportamiento de las personas jóvenes, incrementaron su participación en las urnas en la última elección y ello demuestra la importancia que representa en los procesos electorales.

 

Al ser el grupo con mayor participación electoral, las personas adultas mayores suelen ser blanco de operadores políticos del oficialismo que usan programas sociales con fines electorales, incluso coaccionándolos con la amenaza de perder sus beneficios si no votan por el partido gobernante. Sin embargo, estos programas tienen respaldo constitucional, por lo que no corren riesgo. Aun así, muchos desconocen esto, lo que resalta la necesidad de educación democrática.

 

Es crucial que autoridades, partidos políticos y sociedad civil promuevan esta educación, a fin de garantizar un voto informado y libre, sin manipulación. Una democracia no puede sostenerse si gran parte del electorado vota bajo coacción; es hora de superar estos vicios y defender la libertad electoral.

 

Sen. Cristina Ruiz Sandoval

Presidenta del CDE del PRI en el Estado de México.

 

 

Fuentes de consulta

"INE. (2024). Estudio muestral de participación ciudadana, proceso electoral concurrente 2023-2024.

Miércoles, 16 Abril 2025 06:00

Nos unen las convicciones

Intervención en la trigésima primera Sesión Ordinaria del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en el Estado de México, celebrada el 11 de abril de 2025.

 

Gracias, Presidenta. Con el permiso de todas las mujeres que nos acompañan el día de hoy, no tengo la menor duda de las luchas que tuvieron que emprender para venir y estar aquí, en estos espacios tan importantes donde se ejerce el poder de hacer política, que es decidir el destino de lo que amamos. Todas y todos amamos a México tal como es, pero estoy segura de que queremos algo todavía mejor.

 

Me honra participar en este Observatorio por la causa que nos une, en mi carácter de Presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional. Reconozco al Observatorio y a las instituciones; valoro profundamente que me brinden este espacio de diálogo democrático, donde hacemos de nuestra diversidad de ideas una unidad de acción. Agradezco a las instituciones electorales, a los organismos autónomos y a todas las voces comprometidas que han contribuido a abrir paso a la participación de nosotras, las mujeres. Gracias por sostener el andamiaje de nuestra democracia, por acompañar nuestra lucha y por no claudicar ante las tentaciones regresivas y retardatarias.

 

Tengo la certeza de que son millones las mujeres que nos están viendo y depositan en ustedes una esperanza. Lo digo con orgullo y sin ambigüedades: mi partido fue la cuna, motor y garante de muchos de los avances más importantes de las mujeres en la vida pública. Somos quienes dimos la primera batalla por el sufragio femenino, impulsamos la creación de los primeros institutos de las mujeres y, desde nuestras mayorías legislativas, hicimos posible la paridad como principio constitucional.

 

En mi partido, hace una década, establecimos en nuestros estatutos que la mitad de nuestras candidaturas sean para mujeres y, preferentemente, jóvenes. Implementamos acciones afirmativas incluyendo a mujeres indígenas, afrodescendientes, con discapacidad, de la diversidad sexual y de contextos rurales, porque en nuestro caso, como brazo político del pueblo, la igualdad de género es una profunda convicción.

 

Hoy, prácticamente todas las carteras del Comité Directivo están ocupadas por mujeres. Me acompañan dos de ellas: la Secretaria de Operación Política, Angelina Carreño, y Martha Angón en el Consejo Político Estatal. Somos un partido que cree en la justicia, que lucha por la equidad y que defiende la democracia con hechos.

 

Para hacerlo breve: las mujeres estamos aquí para cambiar las reglas del juego, no solo para jugar. Estamos superando el paradigma de la capacitación básica; vamos hacia la profesionalización, el desarrollo de habilidades estratégicas y la certificación de competencias profesionales aplicadas a la política. Trabajamos con la decisión de ganar, de gobernar, pero también de hacerlo con eficacia y transformar.

 

Como dijo Norberto Bobbio: "La democracia no se limita al derecho de votar, sino al derecho de ser parte activa del poder". No basta con que gobernemos mujeres; necesitamos gobernar para las mujeres. No es lo mismo prometer que transformar, ni es igual llegar al poder que servir desde el poder.

 

Queremos más mujeres en cargos que se hagan cargo de sus convicciones. Las convoco a que vayamos juntas y vayamos adelante, para llegar lejos y llegar todas.

 

Es cuanto, Presidenta.

 

Sen. Cristina Ruiz Sandoval

Presidenta del CDE del PRI en el Estado de México.

El tratadista Norberto Bobbio sostenía que la educación de la ciudadanía, constituye una promesa no cumplida de la democracia, en el sentido que esta se desarrolla mediante la práctica democrática. Existen dos clases de ciudadanos: los activos y los pasivos; en general los gobernantes prefieren a los segundos porque es más fácil tener controlados a súbditos dóciles e indiferentes, pero la democracia necesita ciudadanos activos.

 

Cada año la publicación inglesa The Economist presenta un índice de la calidad democrática de los países del mundo, de acuerdo a la calificación obtenida en una escala de 0 a 10.

 

En 2024 México ocupó un deshonroso lugar 84, con un puntaje de 5.32, lo que nos ubica dentro de los regímenes cuasi autoritarios. En buena parte esta calificación se debe a que nuestro país obtuvo una calificación de 1.88 en cultura política, lo que demuestra que contamos con una ciudadanía manipulable por el gobierno en turno, como se puede apreciar en época de elecciones cuando los operadores del oficialismo engañan a la gente con la pérdida de los programas sociales si no son favorecidos con el voto.

 

Esa estrategia no tendría efectividad si contáramos con una ciudadanía informada, sabedora de que los programas sociales cuentan, inclusive, con sustento constitucional, tratándose de pensiones a adultos mayores y personas con discapacidad permanente; sin embargo, la gente común no tiene conocimiento de estos temas y ello produce un terreno fértil para la manipulación estatal.

 

En este contexto resulta urgente la construcción de una ciudadanía informada, que pueda elegir libremente en periodos electorales sin que sea manipulada por operadores políticos y que también se involucre en asuntos públicos en tiempos no electorales, mediante acciones de democracia participativa que sin duda fomentan la gobernanza y fortalece a una ciudadanía más comprometida.

 

Ahora bien, las autoridades electorales han realizado esfuerzos importantes para impulsar la cultura cívica: el 27 de febrero de 2024, el INE emitió la Estrategia Nacional de Educación Cívica 2024-2026 y el pasado 7 de marzo, el IEEM emitió el acuerdo IEEM/CG/45/2025 por el que se aprueba el Programa de Cultura Cívica 2025. No obstante, estos programas son insuficientes si no cuentan con el apoyo de los partidos políticos que son las entidades de interés público, que tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática de acuerdo por lo mandatado en el artículo 41 de la Constitución.

 

Precisamente el PRI tiene la visión de fomentar una ciudadanía cada vez más informada y comprometida con los asuntos públicos. A través del Instituto de Formación Política Jesús Reyes Heroles, A.C. se llevan a cabo cursos de capacitación dirigidos a la militancia, así como al público en general. Por ejemplo, en 2023 se instrumentaron 10 cursos con la participación de siete mil asistentes.

 

El programa de capacitación 2025 se encuentra enfocado al fortalecimiento de la militancia, al tiempo que también permite la participación de la ciudadanía en general mediante el acceso sin restricciones a los cursos en línea en los que se abordan las siguientes temáticas:

 

  1. Básica: Doctrina, documentos básicos y ética.
  2. Focalizada: Herramientas específicas como comunicación política, marketing digital, oratoria y escuela de cuadros.
  3. Permanente: Actualización sobre el nuevo régimen de gobierno y rumbo al 2027, se imparte todos los miércoles a las 20:00 hrs.
  4. Fortalecimiento e identidad: Capacitación para servidores públicos y dirigentes municipales con enfoque partidario.
  5. Foros y seminarios: Recoger propuestas de la militancia para las plataformas electorales 2027.

 

Esto constituye un esfuerzo que debe consolidarse y ampliarse en los próximos años para formar una ciudadanía informada y participativa. México necesita una transformación cultural que fortalezca su democracia y combata el autoritarismo. El PRI, comprometido con este cambio, promueve la educación cívica como base para un futuro libre y justo.

 

 

Sen. Cristina Ruiz Sandoval

Presidenta del CDE del PRI en el Estado de México.

 

 

Fuentes de consulta

Bobbio Norberto, El Futuro de la Democracia, México, Fondo de Cultura Económica, 1987.

IEEM, Acuerdo IEEM/CG/45/2025, 7 de marzo de 2025.

INE, Acuerdo INE/CG221/2024, 27 de febrero de 2024.

Instituto de Formación Política Jesús Reyes Heroles, A.C., Programa Anual de Trabajo 2025.

The Economist, Democracy Index 2024.

Conéctate