Comunicación
Social

Martes, 31 Marzo 2020 09:00

Preparativos para las elecciones de 2021

El proceso electoral local en el que se elegirán nuevos Ayuntamientos y se renovará la Legislatura estatal, iniciará en septiembre de 2020 y concluirá hasta que las instancias jurisdiccionales validen los resultados de las elecciones de junio de 2021. En ese sentido, vale la pena hacer una reflexión acerca de las fases que componen dicho proceso para apreciar la complejidad y el valor que tiene la preparación de una jornada electoral. Y es que, luego de la reforma constitucional de 2014 en la que el sistema político mexicano adquirió otras facetas, los comicios se han vuelto más relevantes no sólo porque de ellos se integran espacios de representación popular, sino que, además, ponen a prueba la eficiencia de las instituciones responsables de la función electoral.

 

Una de las características más significativas de los cambios que se han venido presentando en los últimos años es la coordinación entre autoridades electorales. En efecto, tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE’s) han estrechado sus lazos operativos y de gestión para garantizar al ciudadano los preparativos adecuados previos a la realización de los comicios. Esta peculiaridad ha abierto diversas formas de colaboración inter institucional que se ha traducido, por ejemplo, en el acompañamiento para la elaboración y distribución del material electoral (boletas, urnas, entre otras) así como la adecuada capacitación de quienes integrarán las mesas directivas de casilla.

 

En el Estado de México, las experiencias recientes (2015, 2017 y 2018) han servido para afinar los detalles técnico-administrativos para la organización de una elección. Y es que, sumado al conjunto de disposiciones legales que se activan antes, durante y después de la jornada electoral, no hay que perder de vista las capacidades operativas del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) que ponen en marcha numerosas funciones entre las que destacan la ubicación de las sedes donde trabajarán las Juntas Distritales y Municipales, el diseño del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el registro de candidaturas, por mencionar algunas.

 

La programación e implementación de las etapas preparatorias de la jornada electoral es importante porque marca la ruta a seguir durante los meses en los que la autoridad dispone de los recursos humanos, financieros y materiales para cumplir con el mandato ciudadano de tener elecciones transparentes y legítimas. En ese sentido, el empeño de los servidores públicos electorales es digno de mencionar, puesto que en ellos recae la responsabilidad de preparar cada detalle para llevar a la mano del elector la boleta a través de la cual ejercerá su derecho al voto.

 

Así, la vida del IEEM empezará a ser más activa conforme se acerca el inicio del proceso. Aunque la gran mayoría de ciudadanos sólo observa lo que sucede el día de la elección, detrás hay una compleja labor institucional que incluye numerosas reuniones de trabajo entre áreas con la presencia de representantes de los partidos políticos, un seguimiento puntual de la elaboración de boletas con las medidas de seguridad correspondientes, la revisión del gasto de campañas y el uso de los tiempos en medios de comunicación, la difusión de mensajes para incentivar la participación ciudadana, hasta la distribución de material que será usado en las casillas.

 

Con todo, el próximo 2021 en que la ciudadanía mexiquense está convocada a las urnas, será otro ejercicio cívico que demostrará la capacidad que tienen el IEEM de cumplir con el objetivo de organizar una de las facetas más visible de nuestra democracia: las elecciones. Así, a poco más de un año de esa cita, quienes tenemos la honrosa responsabilidad de colaborar en la función electoral, nos encontramos listos para garantizar una jornada electoral impecable que abone a la credibilidad y fortalecimiento de nuestra vida política.

 

¡Hasta pronto!

Martes, 18 Febrero 2020 09:00

Ajuste al Presupuesto del IEEM

El 2020 es un año importante para el Instituto Electoral del Estado de México, pues marca el inicio de un proceso electoral concurrente, mismo que a nivel nacional será grande y complejo por la cantidad de cargos de elección popular que se disputarán en las urnas a lo largo del territorio nacional. En el caso de nuestra entidad, serán los 125 ayuntamientos y las 75 diputaciones locales las que habrán de ser renovadas.

 

En temas electorales no podemos dejar de ver el contexto nacional en el que se busca ahorros sustanciales en diferentes rubros, en aras de aplicar un ahorro en el ejercicio de los recursos públicos. Esa tendencia trasciende en las entidades federativas y en muchos casos obliga a repensar la manera en la que se ejerce el gasto público.

 

En ese sentido, el programa anual de actividades del Instituto Electoral del Estado de México se construyó pensando en las actividades que de manera cotidiana realizamos para fortalecer la democracia mexiquense, pero también advirtiendo las necesidades que supone el inicio del proceso electoral 2020-2021. Pese a ello, la Legislatura local aprobó un presupuesto menor al que habíamos contemplado y nos orilló a pensar de nueva cuenta el funcionamiento de un Instituto sólido y con un prestigio ya ganado.

 

Para hacerle frente a esta nueva realidad económica para el Instituto Electoral del Estado de México, decidimos que no habrá aumentos salariales y que no se integrarían los órganos desconcentrados este año, generando un ahorro en sueldos y renta de inmuebles. Asimismo, se ha optado por que en los eventos, ceremonias y concursos no se den premios en efectivo en su totalidad; además de que algunas áreas tendrán que prescindir de actividades y personal eventual, reduciendo así nuestro presupuesto y adaptándonos de manera responsable a lo que desde la Legislatura Local se determinó.

 

Para tener una idea más clara, les comento que el presupuesto solicitado por el Instituto Electoral del Estado de México fue de $1,595,002,787.60 (mil quinientos noventa y cinco millones, dos mil setecientos ochenta y siete pesos 60/100 M.N.), mientras que lo aprobado por la Cámara de Diputados de la entidad fue de $1,257,107,393.00 (mil doscientos cincuenta y siete millones, ciento siete mil, trescientos noventa y tres pesos 00/100 M.N.); lo que representa una disminución de 8% respecto de lo proyectado. Vale la pena destacar que, de ese total, $667,468,614.09 (seiscientos sesenta y siete millones cuatrocientos sesenta y ocho mil seiscientos catorce pesos 09/100 M.N.) corresponden a las prerrogativas de los partidos políticos, lo que nos deja solamente $589,638,775.91 (quinientos ochenta y nueve millones seiscientos treinta y ocho mil setecientos setenta y cinco pesos 91/100 M.N.) para la organización de las elecciones durante el año corriente y los gastos ordinarios propios del Instituto Electoral del Estado de México.

 

No obstante lo anterior, debemos seguir pendientes de los escenarios que se configuran desde la esfera nacional, pues es probable que surjan a la vida pública dos nuevos partidos políticos, mismos que al tener acreditación ante nuestro Instituto deberán tener acceso a recursos públicos.

 

Aprovecho este espacio para reiterar que todos quienes integramos el Instituto Electoral del Estado de México seguiremos dando nuestro mayor esfuerzo para que las actividades sustanciales en materia electoral se realicen sin bajar la calidad, certeza, transparencia y prestigio que se ha ganado a través de los años.

 

¡Hasta Pronto!

Los cambios a nivel político electoral que se suscitaron durante el 2019, son un buen pretexto para reflexionar en torno a las consecuencias que generaron en la vida democrática del país. Y es que más allá de los resultados de la jornada electoral del 2 de junio que derivaron en un nuevo mapa político en Aguascalientes, Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas, conviene apreciar factores extra institucionales con peso relevante en la misma.

 

Uno de los que podemos mencionar es, sin duda, que tales comicios se enmarcaron en una nueva transición política en el país al ser los primeros que se desarrollan bajo el gobierno del presidente López Obrador. En un contexto en el que el ahora nuevo partido mayoritario goza de un considerable respaldo ciudadano, era de esperar que los candidatos de tal instituto político tuvieran más oportunidades de ser competitivos en lugares donde, históricamente, no había tenido presencia.

 

Ello pudiera explicar, por ejemplo, el triunfo de los morenistas en las gubernaturas de Baja California y Puebla. Con todo, los partidos de oposición lograron conservar algunas posiciones relevantes (Aguascalientes capital para el Partido Acción Nacional, o la mayoría en el congreso tamaulipeco también para este partido). Eso nos indicaría que, aún y con la influencia de actores nacionales en los estados, los electores de cada entidad ponderan elementos más cercanos a ellos (seguridad, empleo, confianza en las autoridades) lo cual implica escenarios de mayor competencia electoral en municipios y estados.

 

Otro elemento que vale la pena considerar es el relacionado con la integración de las legislaturas estatales, especialmente en aquellos casos en donde el gobernador en turno no cuenta con la mayoría de su partido. Si bien esto no es algo nuevo en el país, destaca ahora por el hecho de que hay un mosaico multipartidista en todo el territorio, o sea, que no hay una clara hegemonía de un solo partido en todos los ámbitos de gobierno. Esta peculiaridad, abona a la idea de que hay ciertos visos de un proceso de consolidación democrática

 

Estos saldos electorales, apenas brevemente enumerados, revelan que fenómenos como la alternancia, los gobiernos sin mayoría, un incipiente multipartidismo y la interacción entre autoridades de diversos orígenes partidistas han llegado para quedarse en el sistema político mexicano. Desde luego que se trata de dinámicas propias de un régimen democrático en vías de ser reforzado, pero también implican retos a considerar para que esta inercia no se vea obstaculizada por retrocesos o diseños institucionales mal implementados.

 

Desde esa óptica, y considerando que este año habrá comicios en Coahuila (diputados) e Hidalgo (ayuntamientos), será interesante observar de qué manera influyen en el ánimo ciudadano factores como los resultados a un año del nuevo gobierno federal, el bono de apoyo MORENA y la presencia de los partidos de oposición, la imagen de los gobernadores de tales estados e, inclusive, el desempeño de los órganos electorales locales en la preparación de la jornada.

 

En ese sentido, y de cara a las elecciones que se llevarán a cabo en dentro de un año (2021) en nuestra entidad para la renovación de ayuntamientos y la legislatura local, el Instituto Electoral del Estado de México comienza en este año 2020 la preparación de los comicios con una serie de actos que están pensados para llevarlos a buen puerto. En principio, se integrarán los órganos desconcentrados para los cuales se elegirán a vocales municipales y distritales, quienes serán los responsables, de manera coordinada con el Instituto, de desplegar los recursos humanos y materiales necesarios para la instalación de casillas, mesas directivas y demás componentes de la jornada electoral que se efectuará el 7 de junio de 2021.

 

Finalmente, aunque el sistema electoral mexicano se ha ido fortaleciendo a lo largo de los últimos años, es fundamental que se siga alentando la participación del electorado a través del sufragio –mínimo indispensable para la pacífica renovación del poder público- para así estar en posibilidades de tener una sana y efectiva democratización en México.

 

¡Hasta pronto!

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