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Martes, 22 Junio 2021 09:00

¿Qué nos deja la elección?

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Pese a todo el ruido que hubo antes y durante el proceso electoral, la jornada del 6 de junio fue impecable por muchos aspectos. Salió fortalecida la democracia mexicana, y las advertencias de quienes auguraban un rechazo a los resultados electorales quedaron sin sustento. Deja un buen balance la elección más grande y compleja en la historia del país, quizás el dato revelador es el importante ejercicio cívico de millones de ciudadanas y ciudadanos. Pocas elecciones intermedias reportan una participación de casi el 52%, acontecimiento que pone de manifiesto la confianza de la población en el sistema democrático y revitaliza la legitimidad de las instituciones.

 

Debido a la decisión de la ciudadanía, muchos datos merecen comentario. Es inédita la elección de seis mujeres gobernadoras: de un total de 15 elecciones para el ejecutivo estatal, el 40% fue ganado por mujeres. Ese hecho alentador se repite en la integración de las legislaturas y las presidencias municipales. A nivel federal, las mujeres triunfaron en casi la mitad de los distritos y obtendrán 100 diputaciones de representación proporcional. Por primera vez en el Estado de México, 47 mujeres fueron electas presidentas municipales.

 

Gracias a la diversidad de acciones afirmativas relativas a grupos en situación de vulnerabilidad, 520 candidaturas se repartieron entre personas indígenas, afromexicanas, con discapacidad, migrantes o de la diversidad sexual. Un total de 64 fórmulas accederán a San Lázaro: 37 de personas indígenas, 5 afromexicanas, 8 con discapacidad, 4 de la diversidad sexual y 10 migrantes. De esas fórmulas, 38 están encabezadas por mujeres y 26 por hombres.

 

Insólito en el país, en el mes mayo comenzó el programa piloto para recibir el voto anticipado de personas en prisión preventiva. En cinco Centros Federales de Readaptación Social inició el primer ejercicio para ejercer el derecho al voto desde una prisión. Sonora, Guanajuato, Chiapas, Morelos y Michoacán son los estados que participan en la prueba. 2,185 personas fueron incluidas en el proyecto: 505 mujeres y 1,680 hombres. Se hace efectiva de esa manera la presunción de inocencia y se restituye el derecho al sufragio y la información.

 

Sobre el tema de la reelección, también se desprende una interesante lectura. De las 34 mujeres que integrarán la LXI Legislatura del Estado de México, 14 lo hacen de manera consecutiva. Mientras tanto, en el caso de los varones, repetirán 13 de un total de 41. Algo similar ocurre en los ayuntamientos, donde 12 mujeres fueron reelectas y solo 15 hombres de un universo de 77. La alternancia sigue siendo un factor importante a considerar por los votantes.

 

Sopla distinto el viento después de la jornada electoral. En mayor o menor medida, con victorias y derrotas, todos los partidos políticos tienen razones para avalar los resultados. La narrativa post electoral se ha vuelto mesurada y los señalamientos de fraude se tornan esporádicos. México es un país de graves problemas no resueltos, de muchos desacuerdos y con una intensa deliberación política. Pero, como debe suceder en una democracia, pervive en el fondo un significativo acuerdo nacional: las elecciones son la única fórmula válida para competir y transmitir los poderes públicos.

 

Se dice fácil, pero garantizar que el voto de cada persona sea respetado, amerita el trabajo sin descanso de diversas instituciones. Mientras esa posibilidad exista, nuestras diferencias podrán atenderse en un ambiente de paz y pluralidad. Justo eso aporta el reciente proceso electoral: en elecciones limpias y libres, la ciudadanía ya determinó qué espera en los años venideros. Desea alternancia en los gobiernos, división de poderes, partidos con auténtica presencia nacional y una sociedad alerta e interesada en los problemas cotidianos.

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