Comunicación
Social

Viernes, 03 Marzo 2023 09:00

Completar la democracia

Escrito por

Las cuotas de género, y otras acciones afirmativas implementadas desde los años 90, llevaron a las mujeres a ocupar puestos de liderazgo

 

La próxima semana, las calles del mundo se llenarán de movilizaciones para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres. No es cosa menor, desde 1975 la humanidad dedica un día al año para reflexionar en torno a desigualdades históricas y brechas de género que aún no se ha logrado remontar.

 

Estas asimetrías tienen su origen en elementos de la cultura patriarcal que están profundamente arraigados. Sus manifestaciones son visibles en todos los ámbitos de la vida pública y privada. Presento dos botones de muestra, a partir de las cifras de ONU-Mujeres. En el mundo, una de cada tres mujeres enfrenta problemas de inseguridad alimentaria. Las mujeres ocupan dos de cada 10 puestos en sectores clave para la innovación, como la ciencia, las ingenierías o las tecnologías de la información.

 

Lo cierto es que esas diferencias en los avances de un sexo respecto al otro no sólo encuentran explicación en patrones conductuales o sociales. Hay reglas que expresamente o implícitamente generan sesgos de género para el ejercicio de los derechos. Al analizar el avance de los Objetivos de Desarrollo Sustentable, la ONU estimó que al ritmo de progreso actual tardaremos otros 286 años en expulsar del planeta a las leyes discriminatorias y proteger adecuadamente los derechos de mujeres, niñas y niños.

 

Todo ello nos obliga a fijar la atención en la forma en que se deciden las cuestiones públicas. La manera de hacer política y las vías para acceder al poder deben estar en el centro de preocupación para acelerar el ritmo necesario para ecualizar nuestras normas de convivencia. De ahí la importancia de las cuotas de género y otras acciones afirmativas que, desde su implementación en los años 90, potenciaron la representación de mujeres y las llevaron a ocupar puestos de liderazgo cada vez más importantes. 

 

América es el continente que con mayor contundencia adoptó las cuotas obligatorias. A partir de datos de la Unión Interparlamentaria sabemos que también fue la de mayor crecimiento. La cantidad de mujeres en congresos de la región pasó de 12.7 por ciento en 1995 a 32.4 por ciento en la actualidad. En los países en los que se implementaron normas paritarias, el crecimiento ha sido aún más vertiginoso.

 

Las buenas prácticas deben trasladarse hacia el ámbito de lo local. Ahí hay todavía déficits que ralentizan el avance. Quizás una buena alternativa sea recurrir a dispositivos paritarios como los adoptados en México. Desde su materialización, hay un crecimiento muy importante en congresos locales y ayuntamientos. En el caso del Estado de México, por ejemplo, implicó un crecimiento de 37 por ciento en la representación femenina de una elección a otra.

 

Lo más importante es que esos cambios desde lo local generan una mayor visibilidad a las mujeres, lo que les da mejores posibilidades para incidir en la toma de decisiones públicas. Nuevamente en el ejemplo mexiquense, vale la pena mencionar que algunos de sus liderazgos políticos más visibles son precisamente mujeres. Lo somos también quienes encabezamos los organismos electorales de la entidad más poblada del país.

 

La igualdad de género en el Estado de México llegó para quedarse.

 

POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA

Conéctate