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Viernes, 06 Junio 2025 08:00

Una nueva página en la historia electoral de México

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Las personas funcionarias de casilla hicieron la clasificación y conteo de boletas. Esto respondió a la enorme cantidad de combinaciones posibles

 

Mientras aún resuenan los ecos de una jornada electoral inédita en el país, una maquinaria meticulosa y transparente se ha puesto en marcha: los cómputos de votos. Se trata de una innovación que tiene su origen en el reto de contabilizar muchos cargos por boleta, lo cual hace inviable el conteo manual en casilla. El nuevo modelo merece ser analizado como una alternativa ante elecciones tan complejas como la elección judicial mexicana.

 

Las personas funcionarias de casilla hicieron la clasificación y conteo de boletas. Esto respondió a la enorme cantidad de combinaciones posibles de votos plasmados en números que debían ser identificados, agrupados y contados, y la multiplicidad de votos válidos en cada boleta. Hacer esto en unas pocas horas —en medio de espacios como escuelas habilitadas como casillas y bajo condiciones poco óptimas para un escrutinio tan detallado— no era asequible.

 

Por eso, las leyes electorales federal y estatales trasladaron el conteo de votos a los órganos desconcentrados. En el caso del Estado de México, desde el 1 de junio, más de 5,000 personas capacitadas iniciaron las actividades de escrutinio y cómputo. Se conformaron parejas que trabajan en una computadora y realizan una operación de precisión: una persona dicta cada voto de izquierda a derecha, otra lo captura en un sistema digital y ambas verifican que la información sea correcta. Vocalías y consejerías electorales supervisan el proceso, de manera que se garantiza la integridad electoral en esta etapa tan crítica, al mantener el conteo de votos en manos ciudadanas.

 

Implementamos diversas medidas adicionales para fomentar la máxima publicidad. Es innovador que en algunos institutos electorales se tienen transmisiones de los grupos de trabajo para seguir el desarrollo de los trabajos desde cualquier computadora. Además, las observadoras y observadores nacionales e internacionales han podido estar en los espacios.

 

El trabajo fue anticipado con simulacros, protocolos de seguridad para la integridad de la cadena de custodia de los paquetes electorales y habilitación de espacios para la operación. En la plataforma interna del IEEM, por ejemplo, sabemos dónde están los paquetes en todo momento: incluso dentro de las oficinas desconcentradas. Este nivel de trazabilidad es esencial, porque en esta elección la confianza se construye voto a voto, captura a captura, paquete a paquete.

 

Otro elemento particularmente interesante de este proceso es que, aun cuando se concluyan los cómputos distritales, las personas con mayor número de votos en esos distritos no necesariamente serán quienes ocupen los cargos. ¿La razón? Los principios de paridad de género y representatividad regional y estatal que rigen esta elección. En caso de que sea necesario, el Consejo General del IEEM está obligado a efectuar los ajustes necesarios para garantizar el mandato constitucional de paridad.

 

Como era esperado, los cómputos de votos durarán algunos días. Esto refleja la complejidad y el rigor con que se llevan a cabo. Contar bien toma tiempo.

 

Pero la eficiencia del proceso no se contrapone con el componente ciudadano. Vocalías y consejerías ciudadanas participan en todo momento en el cómputo, a fin de garantizar su control en cada etapa.

 

Estamos presenciando no sólo una elección, sino el inicio de una nueva página en la historia electoral de México. Una que, con todas sus imperfecciones y desafíos, pone en el centro una idea poderosa: los institutos electorales que dan cauce a la competencia democrática se regirán siempre por los principios de certeza, imparcialidad, independencia, legalidad, máxima publicidad, objetividad y paridad.

 

 

POR AMALIA PULIDO

@PULIDO_AMALIA

 

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