Muchas áreas de oportunidad hay en esta materia. La participación de nuevos cuadros, la formulación de programas de gobiernorealistas o el manejo adecuado de los recursos son algunas de las más salientes. El ámbito local puede dotar de soluciones a estas tendencias globales.
Los partidos locales, hoy más que nunca, serán necesarios en la tarea de expresar y canalizar las demandas sociales al proceso político. Al contar con una cercanía mucho mayor del entorno en que vive la ciudadanía pueden ser definitorios, promoviendo la participación del pueblo en la vida democrática, contribuyendo a la integración de los órganos de representación política yhaciendo posible el acceso de las y los ciudadanos al ejercicio del poder público.
Especialmente en entidades plurales como el Estado de México, una diversidad de organizaciones políticas puede dar cauce a las demandas políticas emanadas de una sociedad heterogénea.
De ahí que tenga una alta relevancia lo hecho por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) en días pasados, con la instalación de la Comisión Dictaminadora para el Registro de los Partidos Políticos. Este cuerpo colegiado tiene la tarea de supervisar que las organizaciones ciudadanas que pretenden constituirse como un partido local cumplan con todos los requisitos estipulados en nuestro código. La tarea no es sencilla. Toda vez que la Constitución reconoce a los partidos como entidades de interés público, la ley establece requisitos para su creación: deben celebrar asambleas en por lo menos 2/3 partes de los distritos o municipios y contar con la participación de por lo menos el .26% del padrón electoral en cada una de ellas.
En el Estado de México la creación de nuevos partidos políticos ha sido un desafío constante. En 2016, la organización 'Vía Radical para la Transformación y la Unidad Ciudadana, A.C.' logró registrar su partido bajo el nombre de'Virtud Ciudadana', pero perdió su registro en 2018 al no alcanzar el 3% de la votación válida. Un caso similar fue el del Partido Futuro Democrático, que obtuvo su registro en 2014,pero también lo perdió al no alcanzar el porcentaje requerido en las elecciones de 2015. A nivel federal, desde la reforma electoral de 2014, de las cinco organizaciones que lograron registrarse como partidos políticos nacionales, cuatro perdieron su registro en su primera elección.
Estos ejemplos muestran la complejidad y los desafíos que enfrentan los nuevos partidos políticos en México, tanto para obtener su registro como para mantenerse en el sistema político.
En los próximos meses, la comisión dictaminadora analizará los escritos presentados por las organizaciones que buscan obtener su registro como partido local e incursionar en el sistema mexiquense. Contribuir, acrecentar y transformar la oferta política en nuestra entidad es indispensable para revertir la recesión democrática que se vive en todo el mundo. Desde lo local se abren valiosas oportunidades.