La democracia en México: una constante tarea a realizar
Escrito por Amalia Pulido GómezEl Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el INE acaban de publicar un texto que da cuenta del sistema de representación y participación en México. El Informe País 2020, un espejo de nuestra ciudadanía, en un entorno caracterizado por enormes desigualdades que afectan la calidad democrática.
El Informe 2014 mostró la desconfianza y descontento de la ciudadanía en las principales figuras de representación política. La última edición apunta hacia la misma dirección, pero con importantes avances que merecen ser estudiados. El hallazgo más relevante es el aumento de la confianza en la autoridad electoral. Los datos de la Encuesta Nacional de Cultura Cívica utilizada en el informe, muestran que la confianza aumentó casi 20% entre 2013 y 2020. 6 de cada 10 personas confían en la autoridad electoral nacional.
En las entidades federativas está sucediendo lo mismo. La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental mostró que en el Estado de México la confianza casi se duplicó de 2017 a 2021. 51% de las y los mexiquenses confía en los institutos electorales. Estos avances, sin embargo, deben leerse conjuntamente con el resto de datos del Informe. Por ejemplo, 65% de las mexicanas y mexicanos valoran la democracia sobre otro tipo de gobierno.
Sin embargo, buena parte de ellos están poco satisfechos y sienten que su voz tiene poca importancia. Los resultados muestran que la ciudadanía sigue sin sentirse representada y no cree que la actividad legislativa refleje sus intereses.
Como puede verse, el Informe narra una historia de avances y de retrocesos, algo común en democracias emergentes. Para muchos, de hecho, la democracia es más bien un tipo ideal, útil para contrastar y valorar el grado de desarrollo de los sistemas políticos actuales. Robert Dahl prefirió llamarles poliarquías: regímenes relativamente (pero no completamente) democráticos.
Así, la democracia es una constante tarea a realizar. Las elecciones libres, deben conjugarse con rendición de cuentas, inclusión, igualdad, bienestar social y ciudadanía de alta intensidad. El Informe, sin embargo, nos muestra que la corrupción, la discriminación y el clientelismo siguen minando nuestra democracia.
Aún con esto, los datos indican que la participación cívica y comunitaria es intensa en nuestro país. Somos un pueblo solidario y organizado. Nuestra democracia mejorará en la medida que incluyamos esa proactividad en nuestros procesos políticos. Debemos eliminar las barreras de entrada a la vida pública de nuestro país.
Entender las causas de los avances y retrocesos de nuestra democracia es fundamental para continuar con el fortalecimiento institucional y el involucramiento ciudadano. Vale la pena que las autoridades no dejemos de trabajar, a la luz de los datos y conclusiones que forman parte del informe País del INE y del PNUD.
POR AMALIA PULIDO
PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO
@PULIDO_AMALIA
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