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Jueves, 23 Octubre 2025 06:00

El desarrollo democrático en el Estado de México. Algunas reflexiones

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Durante el primer cuarto del siglo XXI, hablar del fortalecimiento de nuestro modelo de democracia, implica reflexionar sobre la superación de los problemas mínimos que implican mantener un ordenamiento apto para garantizar la convivencia democrática que armonice el sentido de la representación política, a través de una reflexión sobre el papel de los partidos políticos, su capacidad de representación de los intereses ciudadanos o su competitividad en el sistema de partidos; la institucionalización de la autoridad electoral, sus alcances y autonomía; la fortaleza de la jurisprudencia electoral; los mecanismos de financiamiento a los partidos políticos; la función e impacto de la propaganda electoral; y la participación política ciudadana, entre otros factores.

 

En las nuevas democracias, la calidad de las elecciones, ya sea a través de su proceso de organización o los porcentajes de participación en la emisión del sufragio, ha sido una preocupación constante.

 

Algunos estudios sobre la calidad de democracia y la consolidación democrática en un país como México, se fundamentan en evaluar las instituciones federales y locales responsables de organizar y calificar los procesos electorales, así como la competencia a nivel federal y las dinámicas propias de las entidades federativas.

 

Otros estudios sobre la calidad de la democracia en México, como el índice de Desarrollo Democrático en México (IDD-MEX) realizado por la Fundación Konrad Adenauer (2024) y con la fundamentación de cuatro variables o dimensiones:

1) Democracia de la Ciudadanía,

2) Democracia de las Instituciones,

3) Democracia Social y,

4) Democracia Económica,

 

nos indican que, en el caso del Estado de México, ocupamos el puesto 24° del ranking nacional del IDD-MEX, en el grupo de estados con bajo desarrollo democrático. Comparado con el año 2023, presentamos un decremento del 41%, motivado por un rendimiento inferior en casi todas las dimensiones evaluadas.

 

En la dimensión Democracia de la Ciudadanía -la cual se evalúa tomando en cuenta indicadores como: a) la adhesión política, b) los derechos políticos, c) las libertades civiles, d) el compromiso ciudadano, e) la política de género en las instituciones del Estado, f) la inseguridad y, g) el respeto de derechos y libertades- nos ubicamos en el 15° lugar del ranking nacional.

 

En la dimensión Democracia de las Instituciones -la cual se evalúa considerando los siguientes indicadores: a) la percepción de la corrupción, b) el desempeño de los partidos políticos en el Poder Legislativo, c) la rendición de cuentas -accountability legal y política-, d) la accountability social, e) la intervención del gobierno federal y, f) crisis de gobierno- ocupamos el lugar número 30 del ranking nacional.

 

La dimensión Democracia Social –que se evalúa a través de los indicadores a) desempleo urbano, b) población bajo la línea de la pobreza, c) desempeño en Salud y, d) desempeño en Educación- nos posicionamos en el sitio 28, del ranking nacional.

 

Destaca que, en la dimensión Democracia Económica, nuestra entidad se sitúa en el lugar número 15 del ranking nacional. Esta variable se evalúa con los siguientes indicadores: a) PIB per cápita, b) desigualdad social, c) competitividad Estado- sociedad, d) autonomía financiera y, e) inversión.

 

En términos generales, la Democracia Económica es la única variable en la que el Estado de México se sitúa por encima del promedio nacional.

 

Es importante mencionar que desde el año 2010, cuando se inició la medición del IDD-MEX, esta es la cuarta ocasión en la que el Estado de México consigue una calificación de bajo desarrollo democrático.

 

Al examinar los indicadores de cada dimensión, en el de Democracia de la Ciudadanía, la adhesión política y la política de género en el Estado muestran resultados preocupantes. Asimismo, en la dimensión de Democracia de las Instituciones, destacan de manera negativa la accountability legal y política y la accountability social.

 

Por último, como recomendaciones, en el Informe IDD-MEX 2024, para el Estado de México, se señalan algunas oportunidades para mejorar el desarrollo democrático, destacando: 1) el fomento del ejercicio del voto informado y la inclusión activa de todos los sectores en los comicios, fortaleciendo la representatividad y la legitimidad democrática, así como, 2) la implementación de programas que refuercen la educación cívica, fomenten los valores democráticos y capaciten a los ciudadanos para participar activamente en democracia.

 

Sin duda, estos son algunos de los retos para los partidos políticos, organismos electorales, sociedad civil organizadas y para toda la ciudadanía en general que, formemos parte del entramado democrático en el próximo proceso electoral 2027, por cierto, concurrente e inédito.

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