Insistir, persistir y resistir. Una reflexión sobre “El Deber de la Memoria”
El pasado 17 de octubre en el Instituto Nacional Electoral, se llevó a cabo la presentación de la obra “El Deber de la Memoria: Del derecho al voto a la paridad en todo”, autoría de Cecilia Lavalle Torres y Teresa Hevia Rocha. En ese significativo escenario para la democracia de nuestro país y frente a cuatro generaciones de mujeres, reflexionamos sobre cómo llegamos a este momento histórico en el México de la “Paridad en Todo”.
Celebro que se hable de este tema desde diferentes perspectivas y contextos de nuestra sociedad, pues como hemos visto en muchas ocasiones, en temas de género, como señala George Steiner “lo que no se nombra no existe”.
Por ello, es un buen momento para invitar a leer la obra referida, misma que nos ofrece un viaje en el tiempo a través de los diversos acontecimientos y momentos que resultan significativos en la lucha de las mujeres en nuestro país por sus derechos político-electorales. De la mano de las autoras podemos conocer, valorar, comprender y vislumbrar de dónde viene y hacia dónde va nuestra batalla, colocando a la paridad sustantiva como el objetivo a alcanzar.
Con una narrativa amena, interesante y desafiante, podemos apreciar relatos del México del pasado, el presente y del futuro, en torno a una historia feminista que aún no acaba de contarse. Desde luego, los avances son trascendentales, pero, “Todavía no hemos terminado”, el objetivo es alcanzar la “Paridad en Todo”. Como refiere Lavalle Torres “el feminismo es incómodo, si no incomoda no es feminismo” y, el que se presenta en esta obra, “Ni es cómodo, ni es silencioso”. Este libro nos brinda la posibilidad de enriquecer nuestra perspectiva a partir del testimonio tanto de la herencia y los logros de las sufragistas como de las paritaristas, hasta que la igualdad entre unas y otras se haga costumbre.
De manera magistral, a lo largo de seis apartados, se abordan temáticas que van de exigencias genuinas como el ¡Voto para las mujeres!, hasta el anhelo de El nuevo horizonte, en donde buscamos Defender la utopía haciendo un tejido fino. Pasar del grito de ¡Paridad ya!, a la exigencia de ¡Paridad en todo!, identificando el latente obstáculo de la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género, en el capítulo que denominan La gran piedra en el camino. Las conclusiones de esta experiencia literaria a la par de ser interesantes, sin duda, son provocadoras y abren paso a reflexiones que llevarán a nuevos comienzos, luchas y logros.
La lectura de esta valiosa historiografía, nos permite reconocer siete décadas de luchas del pasado, a partir de las alianzas entre mujeres, identificarnos, debatir y analizar lo que es imprescindible para fortalecer la cultura de la democracia, la inclusión y la pluralidad y, al mismo tiempo, proyectar las luchas del presente y nuestro rumbo hacia el futuro desde la empatía y la sororidad.
Concluyo con una reflexión retomada de este imprescindible texto: “Somos la mitad de la población y queremos la mitad del poder. Lo queremos para nivelar el terreno, para acceder a las mismas oportunidades y beneficios de “la otra mitad”, para incidir en la construcción del país y el mundo que queremos”.
¡Gracias Teresa, gracias Cecilia! ¡Debemos seguir insistiendo, persistiendo y resistiendo!
71 Aniversario del voto de las mujeres en México
El pasado 17 de octubre, conmemoramos 71 años del voto de las mujeres en México. Este lapso puede enunciarse rápidamente, sin embargo, la historia para conquistar este derecho es mucho más amplia y lleva inscritos los nombres de muchas mujeres.
Mirar al pasado nos permite reconocer, enunciar y valorar la lucha política que emprendieron las sufragistas en nuestro país, apreciar el camino recorrido y, al mismo tiempo, preguntarnos dónde nos encontramos y, más importante aún, dónde deseamos que se encuentren, en un futuro no muy lejano, las mujeres de nuestro país, de la región y del mundo, en lo que al ejercicio de sus derechos político-electorales refiere.
Por ello, es necesario recordar y reiterar, que el derecho al voto para las mujeres no fue ni un obsequio ni una concesión, sino el resultado de movimientos universales y locales a favor de la igualdad jurídica entre unas y otros.
Por lo que refiere al contexto mexicano, es importante considerar los antecedentes que tuvimos en el ámbito Local en las entidades de Yucatán, San Luis Potosí y Chiapas, así como en el ámbito Municipal en 1947, no obstante, es hasta 1953 que constitucionalmente se reconoce el derecho al voto en todo el territorio para las mexicanas. El sufragio para las mujeres significa el reconocimiento a la igualdad en la participación política.
Como consecuencia de las luchas del pasado y del presente, en México hemos dejado atrás las acciones afirmativas para abrir paso al principio constitucional de paridad en 2014 y que, posteriormente, en 2019 avanzó hacia la denominada “Paridad en Todo”. Es indudable el avance de las mujeres mexicanas en el ejercicio de nuestra ciudadanía. Nos toca continuar con esta tarea, unidas bajo el compromiso de no dar un paso atrás, tejiendo un escenario distinto para que en el presente y en el futuro, podamos alcanzar una participación política efectiva en un escenario de cero tolerancia a la violencia política contra las mujeres en razón de género.
Tras poco más de siete décadas del reconocimiento de nuestro derecho a votar, no podemos olvidar que como protagonistas de los tiempos actuales cosechamos los frutos de la lucha sufragista. En este sentido, a partir del primero de octubre, el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México quedó integrado por siete mujeres.
Con esta imagen, y obedeciendo al espíritu paritario, es pertinente citar a Cecilia Lavalle Torres “…vi con toda claridad cómo a cada “¡estás loca!, ¡eso no va a suceder jamás!, ¡es una utopía!” decenas o cientos, a veces miles de mujeres, contradijeron, en los hechos semejante mentira… Y “la utopía” se ha vuelto realidad muchas veces… No hemos terminado. Pero ya sabemos: ¡Las utopías se cumplen! Y no sólo eso, ¡abren camino a nuevas utopías!
Con el legado que nos antecede, debemos seguir trabajando cada día para que el presente y el futuro de nuestro país y del Estado de México siga siendo a favor la democracia paritaria, sustantiva e incluyente.
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