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Domingo, 13 Noviembre 2022 00:43

Control coercitivo, ¿violencia psicológica?

El control coercitivo es una estrategia de manipulación que utiliza la persona agresora de forma continua sobre la víctima con la finalidad mermar su autonomía, así como autoestima en un contexto de abuso psicológico y emocional. Esto lleva a la persona afectada al aislamiento, pues se siente degradada e insegura.

 

En esta línea, en detrimento de la víctima, la persona maltratadora vigila los horarios, valida las decisiones, aprueba la vestimenta, restringe la economía, acepta a las amistades, revisa la computadora, el teléfono celular y las redes sociales, realiza determinaciones referentes al trabajo o la escuela y decide sobre la alimentación y la salud, por mencionar algunas.

 

También, entre amenazas, humillaciones, chantajes e intimidaciones, que subyugan a la víctima, quien perpetra justifica su actuar señalando que la protege, cuando en realidad la está controlando. En ocasiones, las conductas son sutiles e imperceptibles, debido a que la persona agresora enaltece y “endulza” a la agredida, al usar un tono positivo al expresarse, ¡Te quiero más que a nadie, pero usa este vestido!, ¡Aliméntate con esto para que no aumentes de peso!

 

Según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE, 2022), las mujeres menores de 30 años, con alguna discapacidad o pertenecientes a la diversidad sexual y de género se encuentran en mayor riesgo de sufrir control coercitivo con consecuencias como la autolesión, daños en la salud mental y el suicidio.

 

En Reino Unido desde 2015, el comportamiento controlador se configura como delito, registrándose en 2020, 24,856 abusos de este tipo, mientras que, en 2021, 33,954 (UK Says No More, 2022). Asimismo, en este país, el mencionado quebranto es catalogado como la forma más común de violencia doméstica.

 

Si bien, el término control coercitivo no se encuentra homologado a nivel internacional y se podría considerar como sinónimo de violencia psicológica, en la práctica es un peldaño de esta violencia.

 

Por consiguiente, cabe decir que, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define a la violencia psicológica como cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio.

 

La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres, 2021) indicó que, en México en el año 2020, el 95.5 % del total de las víctimas que reportaron violencia familiar, adoleció de violencia psicológica.

 

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2022) en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) evidenció, de octubre de 2020 a octubre de 2021, una prevalencia de violencia total contra las mujeres de 15 años y más de 42.8 % y la violencia psicológica fue la que más se presentó con 29.4 %.

 

En ese mismo periodo, de 5.8 millones de mujeres de 15 años y más, el 11.4 % experimentó violencia en el ámbito familiar, predominando la violencia psicológica con un 9.2 %.

 

Ahora bien, a pesar de estas cifras, el control coercitivo no es detallado en las denuncias; en muchos casos, las mujeres no saben que lo padecen.

 

Este 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer #Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres. De igual forma, te invitamos a promover la campaña internacional 16 días de activismo contra la violencia de género del 25 de noviembre al 10 de diciembre #16DíasDeActivismo.

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