Comunicación
Social

Martes, 07 Julio 2020 09:00

Cuidar la democracia es cuidar a la ciudadanía

En nuestra colaboración de abril señalamos que, alrededor del mundo, más de setenta elecciones nacionales se podrían ver afectadas por la pandemia que se vive, y que incluso varios países habían suspendido indefinidamente sus comicios, así como distintas votaciones (referéndums, reformas constitucionales, etc.).

 

Recientemente, algunos Estados han retirado o modificado las restricciones (cuarentena) impuestas a su población, por lo que en semanas recientes celebraron sus elecciones pendientes; tal es el caso de Francia, Islandia, Malaui y Polonia. En otros escenarios, los países han retomado sus procesos electorales de cara a las elecciones venideras, como en los Estados Unidos de América, que celebrarán elecciones presidenciales en noviembre.

 

En el caso de México, las elecciones locales de Coahuila e Hidalgo se suspendieron desde abril. Respecto a Coahuila, el Instituto Electoral de la entidad ha emitido un protocolo para reanudar el periodo de campaña, mientras que en Hidalgo se está trabajando en el propio. En ambos casos, la fecha tentativa para celebrar los comicios sería en septiembre, sin embargo, esa fecha aún no es definitiva.

 

Conforme a lo anterior, podemos advertir que en aquellos países en los que se han celebrado elecciones, ante todo, se ha procurado salvaguardar el derecho a la salud, al mismo tiempo que los derechos político-electorales y, por ende, también los principios y valores democráticos.

 

A este tenor, a mediados de abril, Corea del Sur celebró elecciones para renovar su Asamblea Nacional, volviéndose una referencia mundial ya que se tomaron medidas estrictas de higiene, como el uso obligatorio de mascarilla y la limpieza constante de los espacios destinados a votar. Además, se amplió el horario de la jornada electoral y se promovió el “voto temprano” y por vía postal.

 

Debe destacarse que la participación electoral en Corea del Sur fue del 66%, la más alta desde 1992. Comparada con el caso mexicano, la participación coreana fue más alta que la mexicana desde 1997, por lo que es pertinente estudiar las medidas y particularidades que se siguieron en el país asiático de cara a las elecciones del próximo año en nuestro país.

 

Aunado a las consideraciones anteriores, también se debe valorar y analizar que en algunos países han tenido que reconsiderar si se confina de nuevo a la ciudadanía debido a los rebrotes epidémicos registrados, por lo que ante esa eventualidad debemos diseñar, con toda anticipación, planes alternativos con vista a los comicios de 2021.

 

Finalmente, es necesario expresar que la sociedad, las autoridades electorales y los actores políticos debemos tener plena conciencia de la trascendental importancia que guardan los principios y valores democráticos. La historia reciente de América Latina nos ha mostrado que el mínimo descuido puede socavar lo que durante décadas ha costado tanto construir: la democracia. Por ello, cuidar la democracia también es cuidar a la ciudadanía.

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